Xavi, tras los gritos en contra de Laporta en Montjuïc: “Yo no busco eso, quiero la unión”

El presidente se reúne durante cerca de dos minutos con el técnico y pactan conversar cuando finalice la temporada

Xavi Hernández saluda a Íñigo Pérez antes del duelo entre el Barcelona y el Rayo.ENRIC FONTCUBERTA (EFE)

El Barcelona todavía no había certificado la segunda posición en la liga, billete para la próxima Supercopa de España, pero la expectación no estaba en el campo. Estaba en la afición. “En el Barça siempre hay ruido, hay muchos medios. Muchas veces es desagradable y cruel, te hacen sentir pequeñito, pero hay que aceptarlo, esto va de ganar partidos”, expuso Xavi Hernández. Después de una semana convulsa en el Barça (una más), en la que Joan Laporta envió el mensaje de que había perdido (una vez más) la confianza en Xavi Hernández, el equipo azulgrana regresaba a Montjuïc. Y nada más aparecer los muchachos de Xavi en el campo, una porción de la hinchada, impulsada por la grada de animación, enseñó su veredicto: “Laporta, no; Barça, sí”, “Xavi, sí; Laporta, no”. “Yo no busco eso, quiero la unión, el consenso, no me ha gustado… pienso en hacer equipo, somos de grupo y más en el Barça. Ha sido desagradable y ojalá lo podamos reconducir”, subrayó el preparador del Barcelona.

Es curiosa la relación de Xavi con las aficiones de España, la mayoría cantan lo mismo: “Xavi quédate”. En Barcelona es un grito franco; en el resto de los campos, sarcástico. Paradojas del fútbol en las gradas y en el césped. Por ejemplo, también está el caso Lewandowski. El polaco, uno de los más críticos con la manera conducir el equipo de Xavi, fue el encargado de iniciar el camino de la tranquilidad frente al Rayo. Desde que superó sus problemas físicos, el 9 ha elevado su nivel. Ocurre, sin embargo, que cuando mejor ha rendido en la campaña, Xavi lo ha dejado de cuidar: en cinco de los últimos seis partidos lo ha reemplazado, antes solo lo había hecho en cuatro de 28. También fue el caso de João Félix. El portugués salió del ostracismo en el que lo tiene inmerso el cuerpo técnico con una jugada preciosa que terminó en el 2-0. Y, por supuesto, el de Pedri. Sin la confianza de otros tiempos, el canario marcó dos goles. “Me siento muy bien, tengo seguridad cuando juego. He hecho mucho esfuerzo para estar bien a final de temporada”, sostuvo Pedri. Y añadió: “Muy contento por esa segunda plaza, que era el objetivo que quedaba. No es una buena temporada pero bueno, había que lograrlo para estar en la Supercopa”.

“Objetivo de mínimos, evidentemente, pero era quedar segundos. Nos da la oportunidad de pelear el año que viene por un título más”, se sumó Xavi. El técnico sigue sin conocer su futuro. Nadie se lo aclara. “Insisto, si tengo alguna noticia que dar la daría, pero la situación es la misma… Imagino que tenemos que hablar con Laporta, pero estoy tranquilo. Estuve con Deco, viajé a Almería con Yuste y me transmitieron calma y confianza, nadie me ha dicho nada. El presidente siempre va de cara y es honesto y lo será cuando hablemos. Hace tres semanas decidimos mi continuidad porque noté confianza, para mí no ha cambiado nada. Hace tres semanas pedíamos estabilidad y hacia mi persona no me han comunicado ningún cambio…”, contó el técnico. Como después de cada partido, Xavi se reunió con Laporta. La reunión, en cualquier caso, duró cerca de tres minutos. Según fuentes del club, el presidente no se encontraba bien. “Estaba muy resfriado”, explicaron.

Sin embargo, no evitó a Xavi. Fuentes del entorno del presidente aseguran que Laporta felicitó a Xavi y que pactaron hablar cuando termine la temporada. “El encuentro fue normal. Todo correcto”, insisten. Una respuesta similar envió la gente cercana al entrenador: “Ninguna novedad. Nada que decir”. Sí hubo una novedad en Montjuïc, fue la primera vez que Xavi no le devuelve a la afición el cariño cuando corean su nombre. “Xavi Hernández, Xavi Hernández”, cantó la hinchada durante cerca de dos minutos. Pero el entrenador ni miró a la grada. Solo apuntó el gesto a sus jugadores. “Yo contento a nivel personal, la afición siempre me ha mostrado su cariño”, dijo Xavi. “Pero”, cerró; “no me han gustado los cánticos en contra del presidente”. La hinchada ya dio su veredicto, falta el más importante: el de Laporta para saber si Xavi continuará o no en el banquillo del Barcelona.

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