Xavi abre la puerta a seguir siendo entrenador del Barça
La entidad azulgrana no baraja más alternativa para el banquillo de la próxima temporada que la continuidad del actual técnico o el ascenso de Rafa Márquez, entrenador del filial
Xavi Hernández o Rafa Márquez. El área deportiva del FC Barcelona no baraja de momento más alternativa para el banquillo de la próxima temporada que la continuidad del actual técnico o el ascenso del entrenador del Barça Atlètic. “Xavi ha dado señales últimamente de que puede y quiere seguir”, coinciden diferentes fuentes del Barcelona. El preparador azulgrana eludió precisamente cualquier comentario sobre su futuro a la salida del clásico —”no es el momento para hablar”, subrayó ...
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Xavi Hernández o Rafa Márquez. El área deportiva del FC Barcelona no baraja de momento más alternativa para el banquillo de la próxima temporada que la continuidad del actual técnico o el ascenso del entrenador del Barça Atlètic. “Xavi ha dado señales últimamente de que puede y quiere seguir”, coinciden diferentes fuentes del Barcelona. El preparador azulgrana eludió precisamente cualquier comentario sobre su futuro a la salida del clásico —”no es el momento para hablar”, subrayó en la sala de prensa del Santiago Bernabéu— después de que en días anteriores reiterara que “a día de hoy nada ha cambiado”, respecto al anuncio del 27 de enero, cuando afirmó que dejaría el equipo el próximo 30 de junio, tras el 3-5 con el Villarreal.
Xavi está dispuesto a desdecirse siempre que su marcha atrás no se interprete como una rendición sino como un acto de servicio al barcelonismo y, sobre todo, un compromiso con el club y un equipo “en construcción”, una vez ha sabido que tiene al vestuario de su parte, tanto a los jóvenes como a los más veteranos, más cómodos desde que se cambiaron los métodos de entrenamiento y se ganó volumen físico a partir de la intervención de distintos estamentos del Barça. El entrenador aspira igualmente a participar de forma más directa en la confección de la plantilla para el próximo curso después de que en el actual aceptara el plan marcado por la directiva que preside Laporta. El técnico solicitó contratar a un lateral derecho —Foyth—, un mediocentro para sustituir a Busquets —Zubimendi, Kimmich o Guido Rodríguez— y un interior desequilibrante —Bernardo Silva. La respuesta fue: Oriol Romeu, Iñigo Martínez, João Félix, Cancelo, Gündogan y Vitor Roque.
El desencuentro, sin embargo, se mantiene porque la junta no acepta las exigencias de Xavi. Las conversaciones se reanudaron al regreso del partido del Bernabéu y continuarán durante la semana, hasta la llegada del partido del lunes contra el Valencia en Montjuïc. La dirección deportiva entiende que, de momento, es Xavi quien tiene que hacer pública su decisión porque fue también el entrenador el que inicialmente renunció a seguir en el Barça. “Nosotros venimos trabajando con independencia de que siga o no”, señalaron desde el club, asumido que, en caso contrario, el mejor situado para el banquillo es Márquez dada la precaria situación económica del Barcelona. La única opción que hasta el momento se ha comentado es la de Hansi Flick, exentrenador del Bayern de Múnich, miembro del cuerpo técnico de Alemania en el Mundial de 2014 y un viejo conocido de futbolistas como Gündogan y Lewandowski.
La falta de dinero hipoteca la negociación con cualquier técnico foráneo y condiciona igualmente la mejora de la plantilla si no media el traspaso de jugadores que tienen un muy buen mercado como son por ejemplo Araujo, Raphinha o Frenkie de Jong. Así se explica que tenga sentido la opción de Márquez. “Intento vivir en una burbuja”, argumentó el responsable del filial que compite por alcanzar la Segunda División. “Estoy muy enfocado en la recta final del torneo”, agregó. El aprendizaje es muy importante porque resulta una oportunidad para crecer”, terció el mexicano en una intervención mucho más calculada que la ofrecida cuando ya se postuló en febrero para ocupar el puesto de Xavi.
Las preferencias de Laporta siempre han sido una incógnita desde que regresó a la presidencia en 2021. Nunca explicó la composición de su organigrama técnico y acabó por destituir a Koeman y aceptar a Xavi cuando el técnico catalán había sido el cabeza de cartel del candidato opositor Víctor Font. El presidente siempre había sido partidario de que Xavi iniciara su carrera en el filial antes de alcanzar el primer equipo, como ya pasó con Pep Guardiola o Luis Enrique. Ahora acepta incluso la ambigüedad de Xavi después de que anteriormente hubiera aceptado también su dimisión en diferido justamente “por ser Xavi”.
Ocurre que el argumento utilizado entonces por el técnico ya caducó si se tienen en cuenta la eliminación europea ante el PSG y la derrota en el Bernabéu. Xavi sostenía que el equipo, el club y el entorno se habían serenado y liberado después de que se supiera que no continuaría a partir del 30 de junio en una decisión parecida a la del expresidente Josep Maria Bartomeu en 2015. El Barça alcanzó en junio el triplete después de que en enero Bartomeu convocara elecciones para intentar serenar un equipo convulso, liderado por Messi y entrenado por Luis Enrique. Agotado el efecto Xavi, ahora se impone un nuevo golpe de efecto antes de que se acabe la Liga.
El debate abierto en el club, permanente desde la partida de Messi, es si el Barça tiene o no futbolistas de suficiente calidad para jugar mejor o se impone una nueva vuelta de tuerca en la plantilla después de gastar unos 290 millones en una veintena de fichajes desde 2021. “No nos alcanza”, repetía el delantero argentino cuando pedía más refuerzos para renovar su vínculo con el Barça. Tampoco han ayudado a la estabilidad las excusas constantes de Xavi para justificar el comportamiento del equipo en la Liga y en Europa. “Ha sido tan reiterativo que cuando ha tenido razón, como ha ocurrido en el clásico, su queja ha perdido sentido o se ha diluido”, insisten en el Camp Nou. La controvertida actuación del colegiado Soto Grande en el Bernabéu, —sus decisiones en jugadas dudosas acabaron siempre en contra el Barça— no disimula los tres goles encajados por Ter Stegen. El 3-2 es una continuación del 1-4 del PSG en Montjuïc.
La prioridad es alcanzar la segunda plaza en la Liga para disputar la Supercopa de España después de no clasificarse para el Mundial de clubes y dejar de ingresar 5o millones. El rival de los azulgrana es el Girona. El equipo blanquirrojo, que el 4 de mayo recibirá al Barça, ya aseguró su clasificación para Europa y aspira a entrar en la Champions. Antes, en cualquier caso, el Girona jugará el sábado en Las Palmas, y el Barcelona recibirá el lunes al Valencia. Muchos días —si no se media antes— para especular con Xavi.
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