Lewandowski, de sucesor de Messi a apagar su poder goleador: “No nos podemos comparar con el equipo del año pasado”

El delantero polaco, que mermó su capacidad goleadora, valora a Hansi Flick, posible relevo de Xavi en el banquillo del Barcelona: “Es una muy buena persona”

El delantero del Barcelona Robert Lewandowski durante el acto de clausura de la 18ª edición de libro 'Relatos Solidarios del Deporte', este jueves.Alejandro García (EFE)

Robert Lewandowski quería ser Lionel Messi. O, al menos, Joan Laporta quería que lo fuera. En el verano de 2021, el presidente descartó la renovación del argentino. “No voy a hipotecar el club durante 50 años por nadie, ni por el mejor del mundo”, expuso el máximo directivo. Su idea era cuadrar el fair-play financiero, un objetivo que todavía no ha podido cumplir. Ni siquiera tras vender activos del club por 727 millones para poder reforzar el equipo con Lewandowski como su jugador franquicia, un año después del adiós de La Pulga. “Os pido que vengáis al Gamper a ver a Lewandowski. Será histórico”, expuso Laporta, el día de la presentación del polaco, que con 34 años (hoy tiene 35) llegó al Barça a cambio de 50 millones, más 10 de comisión, y con un sueldo de cerca de 25 millones. Messi había pactado cobrar 20 millones el primer año y 70 el segundo.

“Retener a Messi nunca podía ser un problema, de hecho, era parte de la solución”, se quejó Victor Font, candidato a la presidencia del Barcelona en las últimas elecciones, en una carta al barcelonismo, en la que pidió, entre otras cosas, refundar el club. Resultó, en cualquier caso, que Lewandowski amagó con hacer olvidar el poder goleador del 10. En su primera campaña, firmó 33 dianas en 46 partidos. Su influencia en el equipo de Xavi sirvió para ganar dos títulos: Liga y Supercopa de España. Esta temporada, en cambio, el polaco se apagó. Y con él, el Barça. Suma 15 goles en 32 duelos y es el delantero que acumula el tercer peor diferencial entre goles anotados y los expected goals: -3,7, por detrás de Cyle Larin (-4,2) y Aspas (-4). “Es difícil explicar por qué estamos así. Podemos hacerlo mejor, pero tenemos jugadores jóvenes y hay que ir paso a paso”, analizó el polaco, padrino de la 18ª edición de los Relatos Solidarios del Deporte.

“Primero tenemos que mirarnos a nosotros mismos”, expuso Lewandowski, que mermó en un 42% su promedio de remates a puerta: de 1,74 de la temporada pasada a 1,22 en este curso. “No nos podemos comparar con el equipo de la pasada temporada en que teníamos jugadores con más experiencia y calidad como Busquets, Alba y Piqué. Estamos en un momento en que debemos trabajar y jugar mejor. No sabemos lo que ha pasado, pero es fútbol”, añadió el delantero. Y remató: “Pido tranquilidad a todos los culés, jugaremos juntos y espero que a final de temporada podamos estar contentos de cómo lo habremos hecho. Estoy seguro de que ganaremos muchos partidos y también en la Champions. Al final, vamos a ganar algo”. El Barcelona visita al Celta el próximo sábado (18:30) y viaja al Diego Armando Maradona el miércoles para medirse al Nápoles en los octavos de final de la Liga de Campeones. Un partido clave para el Barça, pero esencialmente para Xavi.

“¿Quién es el entrenador del Barcelona ahora? Xavi, pues ya está. Gracias”, intentó regatear el conflicto Lewandowski, cuando fue consultado sobre la posibilidad de que Hansi Flick se siente en el banquillo azulgrana la próxima campaña. Flick entrenó a Lewandowski en el Bayern, entre 2019 y 2021. El técnico alemán, según informó Mundo Deportivo, ya ha comenzado a estudiar español. El idioma es un hándicap para un preparador que ni siquiera habla inglés. “Conozco a Flick. Es muy buena persona”, cerró el polaco. El entrenador alemán, en cualquier caso, ya dio un paso para acercarse al Barça: contrató a Pini Zahavi, mismo agente que lleva a Lewandowski. “Pini, thank you very much for bringing Lewandowski to Barcelona. Brother! (Pini, ¡muchas gracias por traer el Lewandowski al Barcelona, hermano)”, le agradeció Laporta al representante israelí, en la presentación del polaco en el Camp Nou. Era su apuesta para hacer olvidar a Messi. El próximo verano, quizá, también le agradece a Zahahi la contratación de Flick para suceder a Xavi.

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