Vinicius: “Todos quieren pelea conmigo para salir en la prensa y yo no soy un santo”

El brasileño, el quinto en la historia de los clásicos que marca un triplete antes del descanso, admite que a veces habla demasiado pero denuncia que los rivales también le buscan

Vinicius, durante la final de la Supercopa.Foto: JUAN CARLOS CÁRDENAS (EFE) | Vídeo: EFE

El Madrid empezó a atrapar la final una hora y 21 minutos antes del pitido inicial, durante el clásico ritual de visualización de Jude Bellingham. Cada día de partido, el joven aparece siempre en el césped en cuanto llega al estadio y se da una vuelta, solo y ensimismado, para visualizar el encuentro, según ha comentado más de una vez. La Supercopa no fue la excepción. A las 20.39 hora saudí (dos menos en España), el inglés surgió del túnel de vestuarios y se situó exactamente en el mismo punto del centro del campo desde donde luego dio la asistencia del primer gol de Vinicius. Todavía vestido de traje y con las manos en los bolsillos, Bellingham se quedó parado en ese punto de la medular y permaneció cuatro minutos mirando el verde y el videomarcador. No había ningún jugador más del Madrid a su alrededor. Por las pantallas pasaban las imágenes de la final del año pasado, que cuatro días antes, ante el Atlético, ya las había visto con detenimiento durante el ritual.

Cumplido el protocolo, se marchó con paso parsimonioso por donde había venido. A las 22.07 hora saudí, exactamente desde su lugar de visualización, mandó un pase exquisito a Vinicius, entre Christensen y De Jong, y sin que Koundé pudiera cortarlo. Un envío que inauguró el triplete del brasileño, tantas veces capado en los clásicos por Araujo y esta vez liberado gracias al espacio que le concedió la defensa azulgrana, muy adelantada, y la noche negra del uruguayo, expulsado. El extremo celebró el primer tanto con el siu de Cristiano Ronaldo, presente en uno de los palcos. “El Barcelona da muchos espacios a la espalda, vimos vídeos y el míster nos avisó de eso”, explicó Vinicius.

Los jugadores del Real Madrid celebran el título de la Supercopa.GIUSEPPE CACACE (AFP)
Rodrygo celebra el cuarto gol del Real Madrid.JUAN MEDINA (REUTERS)
Vinicius Junior marca de penalti el tercer gol del Real Madrid.Yasser Bakhsh (Getty Images)
Ronald Araujo y Vinicius Junior en una jugada del partido.GIUSEPPE CACACE (AFP)
Vinicius Junior celebra junto a Jude Bellingham el segundo gol del Real Madrid.Yasser Bakhsh (Getty Images)
El delantero polaco del FC Barcelona Robert Lewandowski celebra su gol, primero de su equipo durante la final de la Supercopa de España que Real Madrid y FC Barcelona disputan este domingo en el estadio Al Awwal Park de Riad, en Arabia Saudí. Juan Carlos Cárdenas (EFE)
Xavi, entrenador del Barça, en la banda durante el partido.GIUSEPPE CACACE (AFP)
Robert Lewandowski marca para su equipo.GIUSEPPE CACACE (AFP)
Vinicius Junior celebra el primer gol del Real Madrid en la final de la Supercopa.GIUSEPPE CACACE (AFP)
Carlo Ancelotti entrenador del Real Madrid, dando instrucciones a sus jugadores.JUAN MEDINA (REUTERS)
El delantero del Real Madrid Vinicius dribla al portero del FC Barcelona para marcar el primer gol de su equipo.GIUSEPPE CACACE (AFP)
El técnico italiano del Real Madrid Carlo Ancelotti da instrucciones a sus jugadores durante la final.Juan Carlos Cárdenas (EFE)
Vinicius Junior marca su segundo gol en la final.JUAN MEDINA (REUTERS)
El delantero polaco del FC Barcelona Robert Lewandowski disputa un balón ante Nacho, defensa del Real Madrid.Juan Carlos Cárdenas (EFE)
Andreas Christensen intenta cortar un balón frente a Vinicius Junior durante la primera parte de la final de la Supercopa.GIUSEPPE CACACE (AFP)
Los jugadores del Real Madrid celebran el gol de su equipo, anotado por el delantero brasileño Vinícius Júnior (2d), durante la final de la Supercopa de España.Juan Carlos Cárdenas (EFE)
Jude Bellingham pasa sobre Ronald Araujo en un ataque madridista.GIUSEPPE CACACE (AFP)
Todo preparado para la final.GIUSEPPE CACACE (AFP)

Tras la sutileza de Bellingham y el envío de Rodrygo para el 2-0, Vini se convirtió en el primer jugador que anota dos dianas en los primeros 10 minutos de un clásico desde el exazulgrana Gary Lineker en 1987. Y luego llegó el penalti, cortesía también de un Araujo dislocado. El brasileño había sido el primero de los blancos en fallar una pena máxima este curso, en el clásico veraniego. Los errores llegaron a ser hasta cuatro seguidos desde los 11 metros. En esta ocasión, se la cruzó a Iñaki Peña tras las instrucciones de Bellingham. Un tercer emboque que lo convirtió en el quinto jugador que anota un triplete en un clásico: Samitier (1926), Barinaga (1943), Narro (1951), Zamorano (1995) y él este domingo. “Ha necesitado dos o tres partidos para volver a su nivel”, valoró Ancelotti.

No obstante, en medio de su fiesta particular, también hubo hueco para su clásica refriega con los rivales cuando Araujo fue expulsado por una falta a él. “Estoy triste porque todos quieren pelear conmigo, saben que van a salir en la prensa. Intento al máximo estar muy tranquilo y centrado, pero a veces no soy solo yo. Claro que no soy un santo. A veces, hablo demasiado y hago regates que no debería hacer, pero estoy aquí para mejorar y dar ejemplo a los niños. El míster y los compañeros me están enseñando”, comentó durante su comparecencia como MVP del duelo.

El jueves, Lunin; el domingo, Kepa

Del resto se ocupó Andriy Lunin, titular esta vez y autor de cuatro intervenciones de peso. Tapó bien a Ferrán, todavía con empate, sacó una mano a un disparo de Lewandowski, despejó firme con el pie un intento de Ferrán Torres, y ya con todo hecho amargó a João Félix. El turnismo en la portería del Madrid no se detiene. Dos partidos en Riad, dos porteros. Al dubitativo Kepa le siguió el pujante Lunin. “Antes del Atlético, ya sabía que hoy [por este domingo] jugaría Lunin. Y el jueves, estará Lunin. En Liga volverá Kepa”, anunció Ancelotti, que superó a Zidane en número de partidos dirigidos en el club (264) y le igualó en número de títulos blancos (11). Por delante en ambos apartados ya solo queda Miguel Muñoz. “El resultado es demasiado abultado para como ha jugado el Barcelona. No esperaba los dos primeros goles de Vini. Les hemos cogido al espacio. Luego nos faltó manejar algo más con el 2-0″, analizó el técnico italiano.

La desierta Riad, una ciudad con muchos coches y casi ningún peatón, había amanecido sin apenas rastro del clásico. Apenas una decena de turistas se paseaban por el palacio fortaleza de Masmak, lo más parecido a un lugar turístico en la capital saudí. El último paseo de la noche se lo dio Kroos, de nuevo abucheado por sus críticas a la salida de jugadores a la Liga saudí, y que cuando fue relevado se fue parsimonioso, degustando los pitidos.

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