Aleix García mantiene al Girona en la nube y somete al Cádiz
El equipo andaluz jugó casi todo el partido con uno menos por la expulsión de Machís a los 11 minutos
El Girona sigue soñando. Un gol de Aleix García, el mejor futbolista sobre el campo, sometió a un bravo Cádiz, que jugó desde el minuto 11 con un futbolista menos por la expulsión de Machís. El Girona sufrió más de lo debido para obtener su séptima victoria de la temporada, que le colocó en el liderato provisional de la Liga, pero los tres puntos le supieron a gloria. Ganó donde nadie lo ha hecho en esta temporada y con alguno de sus puntales, caso de Savio, jugando un pa...
El Girona sigue soñando. Un gol de Aleix García, el mejor futbolista sobre el campo, sometió a un bravo Cádiz, que jugó desde el minuto 11 con un futbolista menos por la expulsión de Machís. El Girona sufrió más de lo debido para obtener su séptima victoria de la temporada, que le colocó en el liderato provisional de la Liga, pero los tres puntos le supieron a gloria. Ganó donde nadie lo ha hecho en esta temporada y con alguno de sus puntales, caso de Savio, jugando un partido de lo más discreto. Parte de la grandeza de un equipo radica también en ganar incluso cuando no se juega bien, con muchos problemas para desmontar a un Cádiz en inferioridad que tuvo arrestos incluso para llegar vivo hasta el final del choque, donde tuvo algún acercamiento con peligro a la meta de Gazzaniga. Sigue soñando el Girona, en puestos de Liga de Campeones, y se desvanece algo este Cádiz que suma su quinto partido sin ganar. Los de Sergio son un equipo encomiable y tuvieron que luchar contra demasiadas adversidades. Míchel prolonga su gran trabajo, sacando un excelente rendimiento de un conjunto catalán con un patrón definido, que gana ya incluso sin jugar bien.
El viento de Levante arreciaba con cierta intensidad en el espléndido mediodía gaditano. Algo debió afectar a Machís, quien de forma incomprensible levantó su pierna derecha para impactar en su compatriota Herrera. El murmullo en la grada, pintada de amarillo, anticipaba lo peor. Un duelo fratricida que acabó con la roja al cadista a los 11 minutos de juego. Había empezado, sin duda, otro partido, que sustituyó al que nada más había durado 10 minutos. El título, sin duda, fue el de asedio. Jugar con uno menos exageró las virtudes del Cádiz. Es decir, un equipo que defiende de manera espléndida y que maneja a la perfección ese otro fútbol que conoce trucos y sendas para romper el ritmo al rival. Todo, por supuesto, dentro del reglamento. El Girona tiene un espíritu encomiable. Tocó y tocó el balón sin precipitarse, pero no es fácil atacarle al Cádiz. Savio, por ejemplo, se empeñó en tirarse una y otra vez. Solo había actividad en la banda derecha, donde Couto sí encontró ciertas vías de penetración. Sus pases, no obstante, casi siempre acabaron en los despejes de Fali y compañía.
Aguantó el Cádiz hasta el descanso y pareció hacerlo durante buena parte de la segunda mitad. A la hora de juego, sin embargo, emergió la figura de Aleix García para batir a Ledesma de un gran disparo desde dentro del área. Por fin el Girona había sido capaz de hilvanar una jugada con peligro sin caer en la trampa del Cádiz. Sin embargo, a los catalanes les faltó gobierno y calidad para sentenciar el partido. Pablo Torre tuvo varias acciones de gol que no supo aprovechar y Stuani se desesperó pidiendo el balón a sus compañeros con continuos desmarques que no fructificaron. Sergio se la jugó y empezó a sacar delanteros para meter en el área al Girona, que se defendió como pudo para mantener la ventaja y respirar con un nuevo triunfo. La alegría de Aleix García y de David López al final del choque mostraron la importancia de la victoria para el Girona. Un soplo de aire fresco en esta Liga, como el viento de Levante que sobrevoló un partido de grandes descuentos y la oposición de dos estilos muy definidos. Aleix García lo decantó de su lado.
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