Sarabia, de la playa a desatar el vendaval

El delantero del PSG, la gran sorpresa de la lista, derriba la puerta de la titularidad con un gol y una asistencia

Pablo Sarabia es presionado por los jugadores eslovacos durante el partido en La Cartuja.Alejandro Ruesga

Pablo Sarabia fue la gran sorpresa de la lista de Luis Enrique. Tanto que tenía programadas ya las vacaciones con su pareja por México y el sur de España. El seleccionador llevaba dos convocatorias intentando citarle, pero una lesión muscular y la covid-19 lo impidieron. Mermado su protagonismo en el PSG por esos contratiempos, Sarabia se presentó en la concentración de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, en Madrid, convencido de que es...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Pablo Sarabia fue la gran sorpresa de la lista de Luis Enrique. Tanto que tenía programadas ya las vacaciones con su pareja por México y el sur de España. El seleccionador llevaba dos convocatorias intentando citarle, pero una lesión muscular y la covid-19 lo impidieron. Mermado su protagonismo en el PSG por esos contratiempos, Sarabia se presentó en la concentración de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, en Madrid, convencido de que escalaría puestos en el día a día de los entrenamientos. Antes del amistoso con Portugal, Luis Enrique ya se refirió a él como el jugador que más le había sorprendido en los primeros entrenamientos. Contra Suecia y Polonia, entró en la primera ronda de cambios. Este martes le concedió la titularidad y le dio la banda derecha, en la que se siente más cómodo. Forzar el primer tanto con su potente disparo al larguero, un tanto y una asistencia le han servido para derribar la puerta del once titular. “La efectividad de cara al gol es fundamental y lo hemos buscado desde el primer momento”, analizaba Sarabia al término del encuentro.

En una conversación previa con Luis Enrique durante los primeros días de concentración, este le explicó que su cometido sería destacarse en el ataque de los espacios por dentro y por fuera. Lo mismo que se le vio ante los eslovacos. El convencimiento de Sarabia de que podría elevar su cuota de protagonismo tenía que ver con los intensos entrenamientos que había diseñado el preparador físico Rafa Pol y con el plan de ataque. “Desde el primer día lo he dado todo porque sabía lo que quería el míster de mí”, aseguró. Sarabia es calificado por los analistas del mercado internacional como un jugador de rendimiento. Algunos de estos ojeadores le califican como “futbolista de faena”. Todos coinciden que tiene un don para que siempre pase algo por sus zonas. El estajanovismo que caracterizan las sesiones preparatorias de Luis Enrique y la adaptación al libreto le han aupado a la titularidad.

Los lamentos por la falta de gol ante Suecia y Polonia habían centrado las conversaciones de Luis Enrique y sus futbolistas en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. Las ocasiones de Morata ante Suecia o el penalti que Gerard Moreno estrelló en el palo de Polonia les había impedido llegar menos exigidos a la última cita de la primera fase.

Luis Enrique y sus jugadores intuían a Eslovaquia acorazada en su área bajo una canícula que inflamaría los termómetros por encima de los 30 grados centígrados. Antes de que se aposentara en su nevera, una operaria de la federación se dedicó a repartir botellas por las líneas de banda y de fondo del campo en el que defendía España. Sarabia entró en el plan de Luis Enrique para derribar la defensa eslovaca. Le tocó iniciar el juego en la banda en la que el sol era tan castigador que la mayoría de los aficionados se refugiaron en las viseras de las tribunas bajas.

El extremo del PSG comenzó a romper apoyándose en Koke y Azpilicueta y en ocasiones lanzado por Busquets. El penalti malogrado por Morata y un globo interior de Pedri que Sarabia no logró desviar desesperaron a Luis Enrique, que se mesaba los cabellos incrédulo.

Más información

El gol, que había traicionado a España en sus dos primeros partidos, de repente se alió con los futbolistas de Luis Enrique. Sarabia, atento a una mala entrega de los centrales eslovacos en la frontal del área, soltó un zurdazo que reventó el larguero de Dubravka. La potencia del remate hizo que la pelota se elevara cuatro o cinco metros y cayó en vertical como una piedra que el meta eslovaco palmeó su portería. “Está bien que también tengamos suerte”, dijo Sarabia. El tanto desató por fin el vendaval goleador de España. Sarabia siguió con sus rupturas en diagonal y estuvo otra vez atento para empujar el 3-0 tras una asistencia de Jordi Alba. Y aún le dio tiempo para asistir a Ferran Torres tras ejecutar una jugada de laboratorio con Koke. “Nos salió todo, pero no debemos volvernos locos”, avisó.

Suscríbete aquí a nuestra newsletter especial sobre la Eurocopa 2021

Sobre la firma

Más información

Archivado En