Colombia juega, Brasil gana
La selección de Rueda pierde la concentración tras una decisión del árbitro y la canarinha lo aprovecha para celebrar su tercera victoria en la Copa América
Colombia desesperó a Brasil y, cuando menos lo esperaba, se desesperó en Río de Janeiro. Todo parecía salirle a la perfección a la selección de Reinaldo Rueda. Tenía el marcador y el juego a su favor, después del golazo de chilena de Luis Díaz. Brasil tenía la pelota, pero no asustaba al portero Ospina. Ni el remate al poste de Neymar alteró la zaga colombiana. En cambio, sí lo hizo el árbitro. Neymar intentó un centro frontal, pero el balón pegó en el colegiado, ...
Colombia desesperó a Brasil y, cuando menos lo esperaba, se desesperó en Río de Janeiro. Todo parecía salirle a la perfección a la selección de Reinaldo Rueda. Tenía el marcador y el juego a su favor, después del golazo de chilena de Luis Díaz. Brasil tenía la pelota, pero no asustaba al portero Ospina. Ni el remate al poste de Neymar alteró la zaga colombiana. En cambio, sí lo hizo el árbitro. Neymar intentó un centro frontal, pero el balón pegó en el colegiado, que le dio continuidad al juego porque la pelota quedó en poder de Brasil. Lodi encontró en el área a Firmino y el nueve del Liverpool marcó el 1-1. Los colombianos se quedaron perplejos. Entendían que, según lo dice el reglamento, el árbitro argentino Pitana, estaba obligado a parar el juego tras interferir en la jugada. El VAR no lo interpretó así y Colombia ya no fue más Colombia. Mal negocio contra Brasil. Casemiro cantó el 2-1 y la Canarinha sale a victoria por partido en la Copa América.
De paseo en paseo, Brasil goleó en el debut ante Venezuela (3-0) y fue todavía más contundente frente a Perú (4-0). Ni la diezmada Vinotinto fue opción para la Canarinha, como tampoco le incomodó el equipo de Ricardo Gareca, último finalista de América. Colombia invitaba a pensar que, por fin, la Canarinha se encontraba con un rival de peso, un hueso duro, peleón y físico, peligroso con espacios. No defraudó la selección de Reinaldo Rueda. El plan del técnico pasaba por primero desactivar el ataque de Brasil, para después apostar por la velocidad de Cuadrado y de Luis Díaz en las alas. Y así pasó.
Todavía en reconstrucción, Colombia se muestra a veces feroz, en ocasiones tímida, nunca tan fiable como ante Brasil. De hecho, Rueda apostó por Santos Borré en lugar de Muriel para atascar la construcción del juego de Brasil en la medular. El delantero de River, menos glamoroso que el del Atalanta, es sin duda más trabajador. Y si Muriel hizo de rueda de auxilio para los volantes; Cuadrado y Díaz hicieron lo propio con los laterales. Se multiplicaban los colombianos al tiempo que se desesperaban los brasileños. Ocurrió, sin embargo, que los extremos de Colombia no solo se obsesionaron con correr detrás de Éverton Ribeiro y Richarlison, también les sobraba aire para desafiar a Alex Sandro y Danilo.
Y entonces, cuando Brasil apostaba por dormir el Colombia, Díaz los despertó. El extremo del Oporto dibujó una chilena perfecta para hacer lucir, todavía más, el centro fuerte y preciso de Cuadrado. Colombia no aflojó. De entrada, hay fichas que el técnico brasileño no mueve: Danilo, Fred, Gabriel Jesús y Neymar saltan al campo. El resto, cambia. Si hasta la portería no tiene dueño: en la Copa América, bajo el larguero de la Canarinha pasaron Alisson (Venezuela), Ederson (Perú) y Weverton (Colombia). No le sale mal la apuesta a Tite.
Acostumbrado a los vaivenes tácticos, cuando Brasil se perdía contra el muro colombiano, Tite miró al banquillo. Y encontró la solución. Tras el paso por los vestuarios, Firmino apareció para darle continuidad al juego de la Canarinha. Y así lo hizo. Se lució con un pase filtrado Neymar, pero el remate del delantero del PSG se estrelló en el poste. Y vengó a su compañero con un remate de cabeza, que contó con la complicidad de Ospina, para firmar el 1-1. El grito, sin embargo, casi se le atraganta a Firmino. Lo salvó el VAR. La polémica alejó a Colombia del partido. La concentración y el juego de la selección de Rueda se convirtió en ansiedad y desconcierto. Brasil no lo iba a desaprovechar. Cuando se apagaba el duelo, el saque de esquina de Neymar encontró solo a Casemiro en el área. Y Brasil siguió a lo Brasil. Tres partidos, tres victorias y con el pase a cuartos de final en el bolsillo.
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