Investigación contra el dopaje: así cayeron Superman, los Belda y Maynar

Relato, basado en el sumario de la Operación Ílex de la Guardia Civil, que desbarató una trama de tráfico de medicamentos con el ciclista colombiano como objetivo

Miguel Angel Lopez durante la Vuelta a San Juan International 2023.Maximiliano Blanco (Getty Images)
Madrid -

La lucha contra el dopaje avanza, pero en España sus historias se repiten durante décadas, aburridas, perezosas, cansinas. Investigaciones policiales apoyadas en la ley que penaliza el dopaje, escuchas, intervenciones… Se repiten nombres de productos, de intermediarios y de médicos, cuyos conocimientos y artes se pasan de generación en generación, tristemente. Solo cambian los nombres de los deportistas, objetivo final de las prácticas.

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La lucha contra el dopaje avanza, pero en España sus historias se repiten durante décadas, aburridas, perezosas, cansinas. Investigaciones policiales apoyadas en la ley que penaliza el dopaje, escuchas, intervenciones… Se repiten nombres de productos, de intermediarios y de médicos, cuyos conocimientos y artes se pasan de generación en generación, tristemente. Solo cambian los nombres de los deportistas, objetivo final de las prácticas.

La fuerza siente la fuerza. Fuerza le pedían hace 20 años los ciclistas de la Operación Puerto a Eufemiano Fuentes y este les respondía con unas ampollas de hormona de crecimiento, HGH. Fuerza le pide Superman López a Marcos Maynar, médico de toda la vida citado en decenas de casos de dopaje en España y Portugal, el día siguiente de perder el podio del Tour de 2020 por una desastrosa cronoescalada a la Planche des Belles Filles, y HGM, también incluida en la lista de sustancias dopantes, le envía el médico extremeño, gonadotrofina menopáusica humana o menotropina en corto.

“Todo es aire y fuerza”, resume Vicente Belda Vicedo. “Son lo que marcan la diferencia, oxígeno en la sangre y hierro en el músculo”. La menotropina aumenta instantáneamente la testosterona en la sangre, la fuerza.

El veterano director del Kelme en los tiempos de Eufemiano Fuentes y la Operación Puerto se ha jubilado (tiene 69 años) pero continúa mediando en el mundo del ciclismo, y así se lo cuenta en septiembre pasado a la jueza de Cáceres Aída de la Cruz de la Torre, que le investiga a él, a su hijo y a Maynar por presunto tráfico de medicamentos. “Conozco a Maynar desde el año 2000, cuando yo era director del Kelme y él, médico deportivo, colaboraba conmigo y con otros equipos. En 2004, Maynar formó parte del engranaje médico del Kelme como subcontratado, y siempre hemos sido amigos. Ahora mi relación con el ciclismo se reduce a mi trabajo con Óscar Sevilla [ciclista albaceteño, aún en activo en Colombia a los 47 años, también implicado en la Operación Puerto] para buscar equipos en Europa a los mejores jóvenes colombianos. ¿Superman? Fui el brazo derecho para llevarlo de Colombia al Astana, en 2015 y su representante a medias con su suegro, Rafael Acevedo”, relata Belda a la jueza, a la que quiere impresionar también con su catálogo de enfermedades, piernas inquietas, hernias discales, y para curarlas, le explica, recibe paquetes con medicamentos que le envía su amigo Maynar desde Cáceres, incluido, curiosamente, un envío de Actovegin, sustancia no autorizada en España conocida como la EPO de los pobres, ya puesta de moda en el pelotón por Lance Armstrong hace más de 20 años y que en absoluto está indicada para los males de Belda. “Era para mi consumo”, insiste el exciclista alicantino ante la jueza. “Tengo certificado médico. Me lo mandó Maynar porque los medicamentos que me recetaban me fastidiaban la memoria, y quería volver a montar en bicicleta. ¿Que si Actovegin es doping? Bueno, es algo bastante antiguo, digamos. Ahora ya no lo es. Lo he tomado y lo conozco.

Después, Belda habla más de Superman López. “A finales de 2018, Superman, tan ingrato, me dice que no quiere que le siga representando, y se va con Giovanni Lombardi”, lamenta. “Le saqué de la nada y cuando empezó a ganar buen dinero me dejó. Me supo muy mal. Yo había sido su segundo padre. Vivió conmigo en mi casa de Cocentaina. Y yo rompí relaciones. Mi hijo trabajaba en el Astana como masajista”.

Vicente Belda, en 2013, en un descanso del juicio de la Operación Puerto.CLAUDIO ÁLVAREZ

Vicente Belda García, Vicentín, Belda hijo, relata, y las intervenciones y volcados telefónicos lo confirman, cómo el último día del Tour de 2020, Superman, deprimido, le dijo que la “suplementación” que le daba el equipo no era la buena. “Se lo dije a mi padre, quien me dijo que había que cambiarle la suplementación y llamó a Marcos Maynar para que lo hiciera”, explica Belda hijo. “Hablé yo con Maynar y este le preparó un plan para el Mundial, que era una semana después, y para el Giro, que comenzaría 15 días más tarde”. En 2020, año de la pandemia, el Tour terminó el 20 de septiembre, dos meses más tarde de lo habitual, y el Giro comenzó el 3 de octubre, cinco meses más tarde de sus tradicionales fechas de marzo. Aunque el ciclista colombiano dejó el Astana por el Movistar en 2021, Belda hijo mantiene que prosiguió su relación con Maynar, y allí seguía en 2022, cuando regresó al Astana tras su despido del Movistar por su abandono inmotivado en la Vuelta del 2021.

Con el equipo de Vinokúrov, que mantiene una buena relación con los Belda, Superman preparó el Giro y 10 días antes de su comienzo, cuenta Belda hijo que le llamó el colombiano, residente en Andorra, para decirle que Maynar le mandaría un paquete a su casa en Cocentaina para que se lo llevara a Budapest, donde comenzaría el Giro el 6 de mayo. “Me dijo que tenía miedo de que no le llegara a Andorra a tiempo”, dijo a la jueza a Belda hijo. La Guardia Civil, que había intervenido la llamada, interceptó el envío y comprobó que el paquete contenía cuatro ampollas de HMG Lepori con el vidrio raspado para borrar la inscripción del nombre del medicamento. “Recibo el paquete de Maynar un jueves y no lo abro hasta unos días después, cuando hago las maletas para el Giro. Al ver que tenía unas ampollas, las tiré directamente a la basura. Me arriesgaba a que me despidieran del equipo si las llevaba, porque es ilegal llevar medicación. Además, tenía que pasar la aduana de Suiza y la de Hungría, y no quería tener problemas. Si me paran en el aeropuerto, se me cae el pelo. Y hasta que no vino la Guardia Civil a tomarme declaración y me lo dijo yo no sabía lo que tenía el paquete [después del Giro]”.

Maynar, durante el proceso de dopaje de la trainera Urdaibai, en 2015.Miguel Toña (EFE)

Menú de 18 pastillas diarias

Belda hijo termina su declaración ante la jueza proclamando: “no tengo nada que ver en ninguna trama. Me querían utilizar de camello, de mula, para transportar cosas prohibidas”. Los registros de su teléfono, intervenido, sus conversaciones y mensajes con Maynar, y de este con Superman, cuentan, sin embargo, otra historia. El 27 de abril, Maynar le informa de que le manda “lo de Miguel”. El 28 de abril, ocho días antes del prólogo de Budapest, el médico extremeño le envía al ciclista una lista con el menú de productos (“suplementación”) que debe tomar los días previos a la carrera antes y durante los entrenamientos, en el desayuno, en la cena y antes de acostarse. Son comprimidos y cápsulas de minerales, vitaminas, aminoácidos y extractos vegetales, 18 pastillas diarias, incluidas cápsulas de “aceite de coco”. Para cerrar la medicación, antes de acostarse, inyecciones subcutáneas de testis. El 29 de abril, Belda hijo le confirma la llegada del paquete. “Lo llevo para allí”, le escribe al mediodía. Y unas horas después, Maynar le informa a López, que le reclama “fuerza”: “Lo tiene Vicentín. Te lo pondré como Testis”.

Conjugando correos, documentos, mensajes, envíos y paquetes, los investigadores han concluido que este “testis” no es otra cosa que las ampollas de la hormona menotropina (HMG Lepori 75mg) que el hijo de Belda no ha tirado a la basura, como pretende, son que las ha transportado a Budapest y que le inyecta. Y así lo confirma un mensaje de Maynar el 5 de mayo, cuando el ciclista le informa de que le duelen las piernas, que las tiene hinchadas, que no se siente bien. “Miguel, lo de las piernas es retención de líquido por el testis”, le asegura. Y López le plantea sus dudas: “A ver si hago reacción mala por alguna vitamina de las nuevas que me enviaste”. Como Superman no mejora, Belda hijo le pide a Maynar que le envíe una receta del antiinflamatorio diclofenac. “Será complicado que el médico [del equipo] le ponga”, le explica, una frase que muestra que la relación entre López y Maynar se desarrolla a espaldas, y a escondidas, de los médicos del Astana. Para despistar, Maynar expide la receta del diclofenac inyectable a nombre de una tercera persona, un masajista italiano del equipo. Pese a todos los esfuerzos e inyecciones secretas, López no mejora. No tiene fuerza en la pierna izquierda, sorprendentemente, y abandona el Giro en su primera etapa italiana, el 10 de mayo, antes de comenzar a ascender el Etna.

El interrogatorio de los Belda, padre e hijo, y los detalles de su relación con Maynar y Superman López, figuran en el sumario de la Operación Ílex, la investigación de la Guardia Civil que la jueza De la Cruz de la Torre está a punto de cerrar después de recibir el informe en el que la fiscal adscrita al caso, Sonia Castañeda, ha solicitado el procesamiento de Maynar, Belda padre, y dos personas más, comerciales de la trama de la trama de tráfico de medicamentos (artículo 361 del código penal). La misma fiscal, sin embargo, no ha encontrado indicios de delito de dopaje (artículo 362 quinquies) en el trasiego de la menotropina de Cáceres a Budapest y a Giro de Italia vía Alicante en la maleta de Vicente Belda hijo y su presunto fin en el cuerpo y la sangre de Superman. “No ha podido quedar suficientemente acreditado ni a qué deportista iban destinados [los inyectables] ni a qué deportista iban destinados y en relación con qué concreta competición, ni si ha llegado a ser consumido o, en qué medida, el efecto producido ni el peligro que puede llegar a causar este medicamento con su ingesta”, señala la fiscal en el escrito en el que solicita el sobreseimiento y el archivo de las actuaciones.

La conclusión de la fiscal contrasta con la de la ITA, la unidad antidopaje de la Unión Ciclista Internacional (UCI), que encontró en la misma investigación indicios suficientes de dopaje en julio pasado para suspender a Superman López provisionalmente por “uso y posesión” de una sustancia dopante (la menotropina), y pone de manifiesto la práctica imposibilidad en España de aplicar el Código Penal contra el dopaje, que no persigue al usuario final, el deportista, sino al entorno que lo recete, proporcione o administre y considera que la salud del deportista es el bien jurídico protegido y no la limpieza de la competición. Se debe probar que el medicamento haya causado “una situación de peligro para la salud del deportista”, señala la fiscal, restando importancia médica a la enfermedad, provocada por la medicación, que obligó a Superman, uno de los favoritos, a abandonar el Giro.

Cuando la Guardia Civil informó a finales de 2022 al patrón del Astana, Alexander Vinokúrov, de todos los hechos, este despidió a Superman, a Belda hijo y al masajista italiano cuyo nombre se usó para una receta inútil.

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