1 | 2 | 3 | 4 | T | |
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BAR | 18 | 29 | 18 | 23 | 88 |
OLY | 22 | 23 | 21 | 24 | 90 |
El Barcelona cae con orgullo ante el Olympiacos
Una canasta sobre la bocina de Fournier aúpa al equipo griego, el ogro de Europa, sobre unos azulgrana que destilaron su mejor baloncesto
Fue por una canasta sobre la bocina, por una bandeja a la remanguillé de Fournier. Fue por los pelos, pero fue la caída contra el mejor, contra el poderoso Olympiacos. Aunque este Barça es la casa del Tócame Roque y no hay quien lo descifre, a veces resultón y magnético, en ocasiones filibustero y engaitador, aunque casi siempre caprichoso porque juega a la carta. Ora versión de garrafón, anémico contra los débiles; ora equipo de muchos quilates, vigoroso ante los gigantes. Condición que los azulgrana volvieron a explicar frente al Olympiacos, el líder, el equipo de los dioses donde no se cuenta a un solo mediocre.
Consciente de que podía perder ante el ogro de Europa, pero no asumir una paliza como ocurriera recientemente ante el Baxi Manresa que diera con la pañolada del aficionado, el Barça comenzó en combustión, al fin con una defensa intensa, incluso con un ataque equilibrado y de transiciones vertiginosas salpimentadas por la muñeca de Punter y Parker, también por los centímetros de Fall. Pero delante había un rival morrocotudo con Vezenkov —¡qué manos las suyas!— al frente, que aceptó el reto de jugar a Policías y Ladrones y elevó al Olympiacos (18-22).
Pero el Barça, por un día, no era un rival atribulado que pierde la voz y la palabra. Mérito también de la segunda unidad, de un Brizuela que está de dulce y se definió desde el extraradio, también de un Metu que es tan plástico como efectivo, diablo con la bola naranja entre las manos, show que le valió al Barça para alcanzar el entreacto en ventaja (47-45).
Volvieron los azulgrana con la muñeca caliente, triples de Parker (2), Punter y Anderson para abrir brecha de nueve puntos. Espectáculo insuficiente, en cualquier caso, para poner en cloroformo al Olympiacos, de nuevo refugiado en Vezenkov —siete puntos de carrerilla—, el tirano del parquet, y también en el escurridizo y genial Fournier, que flotaba y encestaba, que era un martillo y un primor. Con 65-66 se alcanzó el desenlace con la incertidumbre en el marcador y la certeza de que este Barça es otro cuando quiere.
Eso reivindicó Metu con su baloncesto; eso pidió Brizuela desde tres al tiempo que pedía el aliento de una hinchada entregada; y eso reclamó Punter con los tiros libres. Pero el Olympiacos pone la ley que dicta Vezenkov y que subraya Fournier, capaz de encestar al límite. Fue un triunfo sudado y, por una vez, una derrota con la cabeza alta.
El Baskonia, por su parte, sometió al Maccabi (89-82) y sigue en lucha por entrar en el play-in.
BARCELONA, 88 - OLYMPIACOS, 90
Barcelona: Satoransky (5), Punter (20), Parra (3), Parker (14) y Fall (8) -quinteto inicial-; Anderson (8), Metu (16), Hernangómez (0) y Núñez (0).
Olympiacos: Williams-Goss (20), Fournier (18), Papanikolau (2), Vezenkov (24) Fall (4) –quinteto inicial–; Mitrou (0), Larentzakis (4), Peters (3), Milutinov (4) y McKissic (11).
Parciales: 18-22, 29-23, 18-21; y 23-24.
Árbitros: D. Javor (Esl), J. Zamojski (Pol) y S. Silva (Por). Sin eliminaciones.
Palau Blaugrana. 7.030 espectadores.