La novata Caitlin Clark revoluciona la WNBA con sus récords y su rivalidad con Angel Reese

La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, fue una de los 20.711 espectadores que acudieron este jueves en Washington al partido entre las Washington Mystics y las Indiana Fever. Hubo emoción hasta el último segundo y las locales se llevaron la victoria por un punto (92-91), pero el resultado fue lo de menos. El partido, con el que se cerraba la temporada regular, pasa a la historia del baloncesto femenino como el de mayor asistencia de la WNBA. Ese récord tiene nombre propio: Caitlin Clark, la escolta novata de las Fever, número uno del último draft, que ha revolucionado la liga con sus récords, su talento y su carisma. Por si le faltaba algo, tiene también su némesis, Angel Reese, otra novata excepcional, que lleva a muchos a comparar la actual situación con el debú simultáneo de Larry Bird y Magic Johnson en la NBA en 1980.

Las dos veces que el equipo de Clark ha ido a jugar a Washington este año se han superado los 20.000 espectadores. En las dos ocasiones, el equipo ha abandonado su cancha habitual, con capacidad para 4.200 asistentes, para jugar en el recinto de los Wizards, el equipo de la NBA. Lo mismo ha ido ocurriendo allá por donde pasaba Clark. Las audiencias televisivas también se ha disparado, en una repetición de lo que ocurrió en la liga universitaria, cuando Clark llevaba la camiseta de Iowa. La WNBA está ante su gran oportunidad.

Dentro del Capital One Arena se veía este jueves a cientos de aficionados que llevaban el número 22 de Clark, bien estampado en camisetas del equipo de la Universidad de Iowa o bien en las de Indiana. Cada vez que la escolta lanzaba a canasta, un escalofrío recorría las gradas, seguido de una explosión de júbilo en las pocas veces que encestó (acabó el partido con 8 puntos, 8 asistencias y 4 rebotes en 20 minutos de juego).

Caitlin Clark es la debutante con mayor total de puntos anotados (769) y triples encestados (122) en el conjunto de la temporada, entre otras marcas. También se ha convertido en la primera novata en conseguir un triple-doble (más de 10 puntos, rebotes y asistencias en un mismo partido). En realidad, ha logrado dos.

Con sus 122 triples se ha convertido en la segunda jugadora, debutante o no, con más triples en una temporada regular. Los dos que encestó este jueves le sirvieron para superar la mejor marca anual desde la línea de tres de Diana Taurasi, la máxima anotadora histórica de la WNBA. Tras los récords universitarios de Clark, Taurasi retó a la escolta a demostrar su valía ante mujeres de verdad y no frente a estudiantes de 18 años. Vaya si lo ha hecho. Caitlin Clark no solo ha batido esos y muchos otros récords de novata, sino también algunos absolutos, como el de asistencias en un solo partido (19) y también el total de asistencias en toda la temporada (337).

Pese a comenzar la liga con ocho derrotas en los primeros nueve partidos, la escolta ha logrado guiar a su equipo hasta los playoffs, acabando con la segunda sequía más larga de eliminatorias por el título en la historia de la WNBA. Indiana llevaba desde 2016 sin jugar la postemporada. Esta vez han quedado sextas del total de 12 equipos de la competición, con un balance de 20 victorias y 20 derrotas. Las Fever se verán las caras en primera ronda con las Connecticut Sun al mejor de tres partidos a partir de este domingo, con los dos primeros fuera de casa. Desde que se adoptó este formato al mejor de tres partidos, nunca en primera ronda ha ganado un equipo con peor posición en la clasificación.

Clark no ha estado sola. Angel Reese, la ala-pívot de las Chicago Sun, también ha sumado nuevas marcas absolutas de la liga en rebotes en una sola temporada (446), rebotes ofensivos (172) y promedio general de rebotes (13,1). Sin embargo, el primero de esos récords le duró poco, porque se lesionó de una muñeca y dijo adiós anticipadamente a la temporada mientras Aja’a Wilson, favorita para el título de mejor jugadora, batía su marca reboteadora.

Reese se convirtió en la primera novata con un doble-doble en el Partido de las Estrellas, y en la primera jugadora de la WNBA en registrar partidos consecutivos de 20 o más rebotes, mientras que sus 24 dobles-dobles batieron el récord de novatas de la liga.

Clark y Reese tuvieron ya una fuerte rivalidad universitaria. Las dos jugadoras tienen 22 años y son estrellas desde su llegada a la liga, pero el contraste entre ambas es como el día y la noche. Una es blanca y la otra es negra; una es modosa y la otra, estridente; una tiene un físico convencional y la otra, poderoso; una juega en le perímetro y la otra, bajo el aro. La rivalidad ha adquirido connotaciones racistas por parte de alguno de los seguidores, haciendo sonar algunas alarmas en la liga.

La escolta de las Fever es favorita clara para el premio a novata del año. La gran ganadora de la rivalidad es, sin embargo, la WNBA y, con ella, el baloncesto femenino.