El Unicaja devuelve la semifinal de la ACB a Málaga tras vencer al UCAM

El Unicaja devolvió la semifinal al punto de inicio y aguarda sentado el Real Madrid en la sala de espera, mirando en el móvil lo de Mbappé, que para eso es de la casa. El equipo malagueño, después de bloquearse en su cancha, reseteó en Murcia ante el UCAM para ganar de nuevo en el caliente Palacio de los Deportes, que según los datos oficiales siempre acoge a 7.500 personas, ni una más ni una menos, todos ellos con la pasión de los grandes momentos. 500 eran de Málaga, por cierto.

Como sucedió en los dos primeros partidos de la serie, pero en el otro bando, Ibon Navarro, aunque modificó el cinco inicial, no cambió sus planes después de que le fuera tan bien en su primera visita. Esperaba Sito Alonso no repetir un inicio como el del sábado, pero recibió taza y media. Tuvo que parar el partido el técnico madrileño después de que un triple de Taylor pusiera el marcador 5-15. Siempre a remolque, el UCAM tuvo que remar para no ahogarse tan pronto. Aunque apareció Kurucs en su mejor versión para defender el fuerte, el Unicaja anotaba fácil, reboteaba más y corría cuando los errores murcianos lo propiciaban.

No cejaba el equipo local en su empeño de acercarse en el marcador y de vez en cuando se acercaba, aunque siempre haciendo la goma como un escalador voluntarioso pero desfallecido en una etapa de montaña. Pasó del 18-31 al 27-32 después de otro tiempo muerto de Sito, con un triple de Kurucs y una canasta de Sleva, pero reaccionó el Unicaja gracias al acierto de un Osetkowski extraordinario en el segundo cuarto. La diferencia de 13 puntos del primero descendió ligeramente al descanso, porque la furia murciana no era constante, sino que aparecía a ratos.

Quiso enmendarse el UCAM en la segunda parte optimizando los recursos y dio otro pequeño estirón. Sleva, Kurucs y Morin creyeron en la remontada, y en el último cuarto, cuando se juegan las alubias de cada partido, soñaron incluso con levantar de su letargo a los hombres del Madrid, sentados en la sala de espera. Apretaron en los últimos minutos, consiguieron acercarse a tres puntos (71-74), y a 1,26, en otro arreón marca de la casa, de nuevo se pusieron a cuatro (77-81), pero no les dio con los 26 puntos de Kurucs, porque en el Unicaja respondieron Osetkowski (22) y Carter (17), para mantener la calma en los instantes postreros y llevar una semifinal de la ACB al quinto partido después de nueve temporadas. Se decidirá en el Carpena, pero en Murcia avisan: han llegado hasta aquí sin ganar en casa en todo el playoff.

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