Los Indiana Pacers regalan a los Celtics de Boston el primer partido de la final del Este de la NBA
El duelo se decidió en la prórroga tras desperdiciar los visitantes una ventaja que parecía decisiva
Tras 10 años sin jugar una final de Conferencia, los Indiana Pacers saltaron al TD Garden descolocados. Los Celtics anotaron cinco de sus siete primeros lanzamientos, mientras los visitantes fallaban sus seis intentos iniciales. El parcial de 12-0 a favor de los de Boston con el que empezó el partido parecía apuntar a un golpe de autoridad de los locales y a una victoria cómoda. Nada más lejos de la realidad. Los Pacers se sobrepusieron al golpe inicial, apretaron los dientes y tenían la victoria en su mano. Pero los nervios les traicionaron también al final y acabaron regalando a los de Bosto...
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Tras 10 años sin jugar una final de Conferencia, los Indiana Pacers saltaron al TD Garden descolocados. Los Celtics anotaron cinco de sus siete primeros lanzamientos, mientras los visitantes fallaban sus seis intentos iniciales. El parcial de 12-0 a favor de los de Boston con el que empezó el partido parecía apuntar a un golpe de autoridad de los locales y a una victoria cómoda. Nada más lejos de la realidad. Los Pacers se sobrepusieron al golpe inicial, apretaron los dientes y tenían la victoria en su mano. Pero los nervios les traicionaron también al final y acabaron regalando a los de Boston el primer partido de la final de la Conferencia Este de la NBA, que se juega al mejor de siete y que acabó decidiéndose en la prórroga (133-128).
Se enfrentaban los dos mejores ataques de la NBA. Los Celtics llevaban la vitola de favorito. Llegaban más descansados, tras eliminar 4-1 a los Cleveland Cavaliers, mientras que los Pacers habían disputado el domingo el séptimo y decisivo partido de su semifinal contra los Knicks. Quizá ese mayor pulso competitivo les favoreció en algunas fases del partido. Pero a la hora de la verdad, tuvieron miedo a ganar.
Cuando los Pacers tiraron el partido fue antes de la prórroga. Su situación ya era muy favorable a falta de 27 segundos con 114-117 a favor y la posesión. Pero perdieron el balón de forma absurda. Los Celtics fallaron y los Pacers seguían ganando por tres a falta de 10 segundos con saque a su favor. Ahí lo tenían casi ganado. Sin embargo, volvieron a cometer un error sin sentido. Fueron incapaces de poner el balón en juego desde la banda. Jaylen Brown cortó el pase y cuando el balón se iba fuera, lo tocaron entregando una nueva oportunidad, una nueva vida, a los Celtics. A continuación, defendieron mal, perdieron la oportunidad de hacer una falta para forzar dos tiros libres, y Jaylen Brown anotó un triple a vida o muerte desde la esquina que igualaba el marcador a 117 a falta de 5,7 segundos. Los Pacers tampoco vieron la luz en ese último intento y el partido se fue a la prórroga.
“Cometimos errores”, resumió Rick Carlisle, el entrenador de los Pacers en la rueda de prensa. Él mismo asumió el de no pedir tiempo muerto cuando quedaban solo esos 10 segundos y tenían la posesión para avanzar al campo contrario y poner calma.
Tras esos errores, la prolongación fue una guerra de nervios, pero los Celtics tomaron mejores decisiones, Jayson Tatum dio el do de pecho en el tiempo extra con 10 puntos y cuando los de Boston se encontraron en la situación opuesta a la de Indiana (tres puntos a favor a falta de 12 segundos) no desaprovecharon su ventaja. Tatum cerró el partido con 36 puntos, 12 rebotes y 4 asistencias. Jrue Holiday sumó 28 puntos (máximo de la temporada), 8 rebotes y 8 asistencias. Cuando Holiday anota más de 14 puntos, los Celtics casi nunca pierden. Jaylen Brown anotó el triple decisivo para forzar la prórroga y terminó con 26 puntos, 7 rebotes y 5 asistencias.
La anotación de Indiana estuvo más repartida. Tyrese Haliburton logró 25 puntos, 3 rebotes y 10 asistencias. Myles Turner sumó 23 puntos, 10 rebotes y 4 asistencias, y Pascal Siakam acabó con 24 puntos, 13 rebotes y 7 asistencias. Los suplentes T. J McConnell (13 puntos) y Obi Toppin (15 puntos) fueron revulsivos en los momentos en que los de Indiana remaban a contracorriente.
Sobre el papel, los Celtics tienen mejor equipo. Jayson Tatum, Jaylen Brown y Jrue Holiday son consagrados All-Star y Derrick White es muy sólido, pero echan de menos a su pívot titular, Kristaps Porziņģis. Los hombres altos de Indiana, Myles Turner y Pascal Siakam, no encontraron suficiente oposición en al Horford. Indiana sumó 56 puntos desde la zona. Sin el pívot letón, los Celtics pueden seguir sufriendo. Este martes han sido los errores (o los nervios) de los Pacers al principio y al final del partido los que les dieron la victoria.
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