Ir al contenido

La parálisis de las grandes instituciones deportivas ante la ofensiva de Israel en la franja de Gaza

Las organizaciones de mayor peso como el Comité Olímpico Internacional, la FIFA, la FIBA, o la UCI son partidarias de no excluir a equipos y deportistas israelís, por el momento, de sus competiciones

Los ciclistas del Team Israel-Premier Tech se instalaron el domingo en Madrid en un paradero desconocido por seguridad y escoltados por fuertes medidas de seguridad. En la capital se vivió el último episodio del boicot a la participación del equipo Israel en la Vuelta a España. No se pud...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Los ciclistas del Team Israel-Premier Tech se instalaron el domingo en Madrid en un paradero desconocido por seguridad y escoltados por fuertes medidas de seguridad. En la capital se vivió el último episodio del boicot a la participación del equipo Israel en la Vuelta a España. No se pudo completar la etapa y tampoco la tradicional ceremonia del podio. La organización de la Vuelta a España y la Unión Ciclista Internacional (UCI) aseguran no haber encontrado en sus reglamentos argumentos que motiven la exclusión del equipo ciclista israelí. Su presencia en las carreteras españolas ha provocado el agolpamiento en las cunetas de miles de manifestantes que claman contra la participación del conjunto israelí en la ronda ciclista española y el fin de la masacre que está perpetrando Israel en la franja de Gaza.

Los más de 64.000 muertos, la gran mayoría de ellos civiles con un alto porcentaje de niños y ancianos, la destrucción masiva de hospitales y los bloqueos que impiden la llegada de alimentos y medicinas a la Franja han configurado a ojos de la comunidad internacional una masacre ante la que las grandes instituciones del deporte mundial no han reaccionado como sí lo hicieron ante la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Por entonces, los equipos y deportistas rusos fueron expulsados de inmediato de todas las competiciones internaciones, incluidos los Juegos Olímpicos. Las fuentes del Comité Olímpico Internacional (COI) consultadas por este periódico señalan que el COI suspendió al Comité Olímpico Ruso el 12 de octubre de 2023 por haber sometido días antes bajo su autoridad a cuatro organizaciones deportivas ucranianas —Donetsk, Jersón, Luhansk y Zaporiyia—, lo que constituía una infracción de la Carta Olímpica al violar la integridad territorial del Comité Olímpico Ucranio.

El amplificador que ha sido la Vuelta para las protestas contra la ofensiva de Israel en la franja de Gaza no solo ha puesto en un brete al COI y a todas las grandes federaciones y confederaciones internacionales deportivas. También ha instalado en su seno la pregunta de si el deporte no está ante una oportunidad de oro para dar un golpe en la mesa y liderar un movimiento que contribuya al fin de la exterminación del pueblo palestino que acomete el ejército de Israel bajo las órdenes de su primer ministro Benjamin Netanyahu.

“El deporte tiene que servir y ser utilizado para unir civilizaciones como herramienta de humanidad, pero nunca para blanquear un genocidio”, espeta Lidón Soriano, activista de la Red de Solidaridad contra la Ocupación de Palestina (RESCOP) y el movimiento Boicot, desinversiones y sanciones (BDS), Doctora en Ciencias del Deporte y excampeona de España de Jiu-Jitsu. “Desmond Tutu dijo que ‘la neutralidad es complicidad’ y también insistió muchas veces en que el boicot a Sudáfrica en el deporte tuvo un peso importante para poder acabar con el Apartheid”, añade Lidón Soriano, que forma parte de la Plataforma para el boicot deportivo a Israel desde donde se coordinan las acciones de denuncia y resistencia no violenta durante la Vuelta. El COI expulsó de los Juegos Olímpicos a Sudáfrica de 1964 y la vetó como miembro de 1970 a 1992. Antes, en 1988, bajo la presidencia del español Juan Antonio Samaranch, el COI elaboró una declaración contra el apartheid en el deporte para favorecer el aislamiento total de Sudáfrica en las competiciones internacionales.

El COI marca el paso del deporte mundial como su institución más representativa y bajo su amparo se esconden la mayoría de los dirigentes deportivos de las federaciones y confederaciones internacionales para argumentar su decisión de no excluir a Israel de sus competiciones como se hizo con Rusia en 2023. La Federación Internacional de Baloncesto (FIBA), según ha podido saber este periódico a través de la federación española, o la propia UCI, son dos ejemplos de grandes organizaciones deportivas mundiales que solo actuarán contra la participación de selecciones, clubes y deportistas israelís si el COI así lo dictamina. “La UCI reitera la importancia fundamental de la neutralidad política de las organizaciones deportivas dentro del Movimiento Olímpico, así como el papel unificador y pacificador del deporte. Los grandes eventos deportivos internacionales encarnan un espíritu de unidad y diálogo, superando las diferencias y divisiones. En este sentido, la UCI reafirma su compromiso con la neutralidad política, la independencia y la autonomía del deporte, de acuerdo con los principios fundadores del Movimiento Olímpico”, proclamaba un comunicado del máximo organismo del ciclismo el pasado 3 de octubre, día en el que hubo de suspenderse la etapa de la Vuelta con inicio y fin en Bilbao.

Otras organizaciones como las asociaciones de tenistas profesionales masculinos (ATP) y femeninos (WTA) o la federación internacional han optado por el silencio ante las preguntas enviadas por correo electrónico de este periódico en las que se les cuestionaba sobre si habría algún tipo de medida que vete a los tenistas de Israel y qué diferencias hay con el caso de Rusia. Desde el COI también apuntan para su no intervención a los principios de la Carta Olímpica sobre la neutralidad en los conflictos y la ausencia de sanciones internacionales contra el estado Israel y ponen como ejemplo de los logros de su diplomacia que las delegaciones olímpicas de Israel y Palestina convivieron durante los Juegos de París 2024. El próximo 18 de octubre el comité ejecutivo del COI está citado en Milán y las fuentes consultadas no están en condiciones de asegurar si se tratará de forma formal o informal la posibilidad de tomar algún tipo de sanción contra Israel. Está por ver si el primer movimiento de la hasta ahora displicente Unión Europea, anunciado por su presidenta Ursula von der Leyen, de suspender parcialmente los acuerdos comerciales con Israel, ha calado en el seno del COI como caldo de cultivo para empezar a implementar sanciones.

La FIFA y la UEFA son las dos instituciones más potentes del fútbol mundial. En ambos casos también explican la no exclusión de la selección, equipos o jugadores israelíes de sus torneos porque no se dan los mismos condicionantes que se dieron con Rusia. Ambas organizaciones coinciden en que cuando se desató la agresión rusa sobre Ucrania más de cuarenta federaciones, azuzadas muchas de ellas por sus propios gobiernos, se negaron a jugar contra cualquier selección o club ruso por cuestiones de seguridad. En la FIFA admiten que solo una nueva oleada de federaciones negándose a jugar contra las distintas representaciones del fútbol de Israel podría llevar a su exclusión.

Entre los distintos organismos deportivos también es generalizado el planteamiento de por qué tiene que ser el deporte el que solucione conflictos que los políticos no son capaces de solucionar. También critican que se les exija la medida extrema de la exclusión cuando la mayoría de los gobiernos no rompen las relaciones diplomáticas con el Gobierno de Netanyahu o que el foco mediático de Occidente solo apunte ahora a Gaza cuando también existen otros conflictos crudos como el que vive Sudán. Además, aluden a la ascendencia mundial de los grupos de poder económico judíos, instalados en Estados Unidos, principal aliado de Netanyahu, como otro factor decisivo que ata de pies y manos a la realpolitik.

Como ha sucedido hasta ahora con los políticos, la gran mayoría de las organizaciones deportivas expresan en privado que la barbarie de la franja de Gaza es intolerable, pero ninguna hace nada. Y es el pueblo, mediante las manifestaciones, el que intenta contribuir a detener la masacre que viven los palestinos en Gaza. “El boicot deportivo es una herramienta pacífica, la gente se ha ido sumando en los pueblos por donde ha pasado la Vuelta y muchos nos preguntaban dónde podían conseguir una bandera de Palestina”, relata Lidón Soriano. En breve, el equipo Israel-Premier Tech se desplazará a una carrera en Canadá, donde ya han comenzado las movilizaciones para impedir su participación, y el Maccabi de Tel Aviv o el Hapoel Haifa, ambos con secciones de fútbol y baloncesto, comenzarán a competir en los torneos europeos. “Desde hace años hay protestas y se pide la exclusión de Israel del deporte mundial por sus políticas de ocupación, apartheid y genocidio sobre el pueblo palestino, pero con la Vuelta esto se ha convertido en una bola de nieve que no parará de crecer”, aventura Lidón Soriano.

Sobre la firma

Más información

Archivado En