Copa del América: Ineos asfixia a Team New Zealand y da aire a la final (4-2)

El equipo británico aprovecha el alto oleaje para sumar sus dos primeros puntos y recortar distancias en Barcelona

El AC75 del Ineos Britannia pasa frente al barco del Team New Zealand en la cuarta jornada de la final de la Copa del América de Barcelona.Albert Gea (REUTERS)

Se acabó el paseo militar neozelandés en la Copa del América. Adiós a la temida paliza histórica en el Match definitivo de Barcelona entre Team New Zealand, que había vencido las cuatro primeras regatas, e Ineos Britannia. El escuadrón británico se transformó este miércoles en un equipo dominador sobre el agua y asfixió al Defensor cuando aspiraba a terminar la jornada 6 a 0 y con la Jarra de las Cien Guineas a tocar (gana el primero que llega a siete triunfos). No fue así. Los británicos provocaron que el AC75 neozelandés perdiera el vuelo en la presalida de la regata inicial y lo mantuvo a raya en una ajustadísima segunda carrera tras realizar una salida brillante. Suma sus dos primeros puntos. 4 a 2. Hay final.

Avisó en la previa Bleddyn Con, el controlador de vuelo británico y acertó. Las olas serán un poco más altas y nos va bien, dijo, y el brío del mar de Barcelona, con olas de un metro, impulsó este miércoles al equipo británico a cotas nunca vistas en la final. “Tal vez estas condiciones han nivelado un poco las cosas. Creo que hemos mejorado”, defiende Rob Wilson, el preparador del Ineos. Los resultados lo avalan.

La primera regata fue fantasma. Con la presalida (los tres minutos previos a la salida en los que los veleros toman posición) lanzada, el equipo británico provocó con su trayectoria preferente que los neozelandeses perdieran por primera vez el vuelo en esta final. La imagen del Ineos acercándose constantemente a los kiwis antes de arrancar para impedir que su rival alzara de nuevo el vuelo evocó la imagen de aquel boxeador que sigue pegando a su rival en la lona para garantizar que no se levanta.

Lo consiguió, porque Ineos empezó la regata mientras que el Team New Zealand languidecía sobre el agua buscando una racha de viento que lo levantara. Fue un auténtico paseo británico, la regata más desigualada para igualar la final. La carrera, sin embargo, dejó un interrogante en Ineos porque de los 1.800 metros de ventaja que llegaron a conseguir por el error kiwi, llegaron a meta con 1.180, aunque en condiciones de grandes ventajas es habitual no forzar el barco para evitar errores.

La segunda carrera fue emocionantísima, sin duda una de las mejores de la competición. Enrabietado por lo que había sucedido minutos antes, el Team New Zealand se pegó a Ineos en la presalida para condicionar su trayectoria, pero Ben Ainslie, el cuatro veces campeón olímpico y timonel británico, escapó y volvió a empezar la regata por delante. A diferencia de lo que ocurrió el primer día, esta vez no dejó ningún resquicio y se mantuvo siempre por delante, repitiendo las maniobras del rival para lanzarle el viento sucio (turbulencias de aire que evitan el óptimo rendimiento del barco que lo recibe). Un error en una maniobra redujo la distancia hasta menos de 100 metros en el penúltimo tramo de los ocho establecidos para la regata y los aficionados británicos contuvieron la respiración porque Team New Zealand cae pero siempre se levanta. No llegó a tiempo de culminar la remontada a un Ineos Britannia que celebró su alianza con las olas. Hay final. El viernes, nuevo duelo, pero no el último.

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