Silvia Mas, timonel del equipo español de Copa América: “Me sabe bastante mal que en Barcelona no hayamos tenido un barco propio”
La catalana reivindica un tercer puesto histórico del Sail Team BCN en categoría femenina y pide más apoyo de cara a la próxima edición de la competición de vela más importante del mundo
Silvia Mas (Barcelona, 28 años) es más de soluciones que de lamentos. Timonel del Sail Team BCN, el equipo español de la Copa del América, pedía a los pilotos de avión con los que viajaba que le explicasen los entresijos del vuelo para entender mejor la misma ley física que permite a un barco con foils [aletas] navegar sobre el agua. “...
Silvia Mas (Barcelona, 28 años) es más de soluciones que de lamentos. Timonel del Sail Team BCN, el equipo español de la Copa del América, pedía a los pilotos de avión con los que viajaba que le explicasen los entresijos del vuelo para entender mejor la misma ley física que permite a un barco con foils [aletas] navegar sobre el agua. “Sabíamos que no teníamos barco propio para entrenar y todas nos exprimimos para mejorar”, razona. Tras ganar dos de las cuatro regatas de semifinales, ser terceras en la clasificación general y quedar fuera de la final por los pelos, la catalana, campeona del mundo de 470 en 2021, reivindica el talento nacional en vela y no encuentra respuestas a por qué España ha tenido que entrenar casi exclusivamente en un simulador y alquilar por horas el barco de un rival cuando la competición de vela más importante del mundo se celebra en Barcelona.
Pregunta. ¿Es fácil fantasear con lo que podría haber sido de haber tenido un barco propio para entrenar?
Respuesta. Sí, pero tampoco podemos quedarnos aquí. Cuántas veces podríamos preguntarnos en la vida, ‘y si eso’, ‘y si aquello’... Las cosas son como son, da igual lamentarse.
P. ¿Ha faltado apoyo para tener un barco propio?
R. Honestamente, me sabe bastante mal que el equipo anfitrión no haya podido tener un barco cuando la Copa del América se celebra en Barcelona. Y no lo digo a las malas. Es raro, la verdad. No sé qué puede haber sido; si el tema político o el empresarial, no lo sé, pero espero que el tercer puesto sea un punto de inflexión para demostrar el talento que hay en España. Estoy convencida de que ahora se añadirán más empresas para ayudarnos para la próxima campaña.
P. ¿Qué fue lo más difícil?
R. Entender el concepto [de los foils] y pasarlo a la vida real. Nosotros entrenamos con el simulador, pero cuando subes al barco tienes que vincular todos estos conceptos con sensaciones nuevas. Vas aprendiendo y depurando a medida que navegas y no es fácil.
P. ¿Qué balance hace de la competición?
R. El rendimiento del equipo ha sido de 10, la verdad. Estoy supercontenta y superorgullosa de las chicas por el progreso que hemos tenido, regata tras regata.
P. ¿Cuál era el objetivo mínimo?
R. Estábamos contentas con pasar a semifinales. Sabíamos que era complicado porque la gente es muy buena y con experiencia. Pero una vez conseguimos pasar a semifinal solo queríamos hacerlo lo mejor posible.
P. ¿Se compite mejor con el objetivo cumplido?
R. Cuando te dicen que ya no tienes presión porque ya has cumplido, mienten. Tú siempre estás pensando en más, más y más. Vivimos por y para esto y venimos haciéndolo desde los ocho años. Nuestra presión es hacerlo mejor que el día anterior. Llegar a semifinales era un objetivo más de fuera que nuestro, quizás. Queríamos más y soñábamos con la final. Nos quedamos a las puertas.
P. ¿Cuál fue el momento clave de semifinales?
R. La segunda prueba [el barco perdió el vuelo y quedaron últimas] dolió un poco. Viramos justos de layline [la trayectoria más adecuada para virar en una boya], llegamos a la boya en el desvente [las velas ajenas impiden el impulso del viento al propio barco] de otros veleros y perdimos el vuelo. Ahí ya no pudimos superar al resto de barcos.
P. ¿Cuánto se tarda en digerir una situación como esta?
R. No es fácil olvidar los momentos que más te marcan. Para bien o para mal. Pero tenemos que estar súper orgullosos de lo que hemos conseguido. Si nos hubieran dicho hace un año que hubiéramos terminado terceros en la primera Copa del América después de todas las dificultades que hemos tenido, todo el equipo firmaba donde hiciera falta.
P. ¿Qué obstáculos han tenido?
R. El equipo no consiguió tener un barco propio tras intentarlo mucho. Tuvimos que alquilar un velero tres días para aclimatarnos, pero las condiciones meteorológicas no fueron buenas y estuvimos pocas horas en el agua. Después se fue Guillermo Altadill [el director], pasaron algunas cosas por allí; más tarde hubo el tema de Tamara Echegoyen [dejó el equipo un mes antes de iniciar la competición]. Han ido pasando muchas cosas durante el año, pero lo bueno es que siempre nos hemos mantenido unidos y esto marcó la diferencia en el agua.
P. ¿Por qué se fueron Guillermo y Tamara?
R. Tampoco entro ni tengo mucha idea. Al final, nosotras estábamos concentradas en lo nuestro.
P. ¿Entran dudas cuando varias piezas importantes se marchan?
R. No. Tienes que confiar en lo que haces. Nosotras no teníamos barco, pero nos hemos pasado muchas horas estudiando y analizando; muchas noches mirando todo tipo de barcos con foils. Nos hemos dejado la piel. Te vas a reír, pero cuando subía a los aviones le preguntaba a los pilotos cómo funcionaban las alas e incluso las tocaba para comprender su funcionamiento. Lo hice tres veces. Cada una de nosotras nos hemos exprimido para, sabiendo que no teníamos barco, mejorar. Para la Copa del América he tenido que ser una mejor regatista.