La gran final de la Copa del América: El Team New Zealand se bate contra 173 años de historia

El equipo neozelandés aspira a convertirse en el primer equipo con tres títulos consecutivos ante el Ineos Britannia, que pretende llevar el trofeo al Reino Unido por primera vez desde 1851

Los timoneles del Team New Zealand, Peter Burling (izquierda) y Nathan Outteridge (centro-izquierda), y del INEOS Britannia, Ben Ainslie (derecha) y Dylan Fletcher (centro-derecha).Enric Fontcuberta (EFE)

Mientras todos los equipos peleaban, el Team New Zealand observaba. Ocurrió durante la final de la Louis Vuitton Cup que disputaron Luna Rossa (Italia) e Ineos Britannia (Reino Unido) hace una semana. Los aspirantes al trono se batían entre ellos para conseguir un buena racha de aire, temerosos de perder el vuelo; y el conjunto neozelandés, imponente Defensor, navegaba a la misma hora a lo lejos para analizar a distancia el rendimiento de sus posibles oponentes. Para descubrir sus secretos mientras guardaba los suyos.

A las puertas de la gran final contra el Ineos Britannia que empieza este sábado (14.10 horas / Teledeporte y Esport 3), el Team New Zealand se ha convertido en el equipo de las medias verdades. Todos saben que es el favorito para revalidar el título pero nadie conoce su potencial real. En cambio, tras pasarse las últimas semanas esperando conocer a su rival en el Match definitivo, ha podido analizar al equipo británico mientras desarrollaba su propio barco. Y sabe que la progresión británica, equipo vinculado al potencial del equipo Mercedes de la Fórmula 1, ha sido muy notable: de las dudas que mostraba en las primeras regatas (perdía el vuelo con poco viento) ha pasado a mostrar mucha fiabilidad en todos los escenarios.

Los kiwis han priorizado en Barcelona conocer de cerca a sus rivales. Como defensor del título, llegó a la edición catalana clasificado directamente para el Match final, pero introdujo un cambio en el reglamento (los campeones escriben las normas de la edición posterior) para participar en las rondas iniciales sin que sus regatas tuvieran efecto en la clasificación. De este modo comprendían la respuesta de su propio barco en competición (lo normal del campeón es competir solo en la final) y descubrían el rendimiento sobre el agua de los rivales en una decisión que creó controversia entre el resto de los equipos. Compitieron dos veces contra cada rival y cuando empezaron las semifinales de la Louis Vuitton Cup, abajaron el telón hasta reabrirlo este sábado en la final. Durante este tiempo el Team New Zealand se ha dedicado a desarrollar su barco y a analizar a los otros equipos: y qué mejor que salir a entrenar a la misma hora que los rivales para detectar sus debilidades y fortalezas.

“Los dos barcos irán muy rápido”, plantea Peter Burling, timonel e incono del equipo equipo, horas antes de batirse al Ineos Britannia, el mejor de los aspirantes. Burling y sus compañeros anticipan en público una final igualada, pero confían en las mejoras previstas en varios complementos del barco, foils (las aletas que levantan los barcos) incluidos, para la última ronda. “El Team New Zealand es el favorito”, admite Ben Ainslie, timonel del Ineos Britannia. “Durante estas semanas ha podido configurar su barco y analizar a los rivales. Quien ha podido obtener todos los datos de rendimiento son ellos, no nosotros; pero competiremos hasta el final”. La final se disputa al mejor de 13 regatas: quien consiga siete, será el campeón de la Copa del América.

La final de la Copa del América será histórica gane quien gane. El Team New Zealand aspira a convertirse en el primer equipo de la historia con tres títulos consecutivos e Ineos Britannia pretende devolver el trofeo al Reino Unido por primera vez desde su primera edición en la isla de Wight en 1851. Barcelona marcará un antes y un después para uno de los dos finalistas.

La cita es el punto culminante para el proyecto de Ainsle, el gran patrón británico. Cuando le preguntan por qué lleva 12 años impulsando un equipo de vela que dilapida decenas de millones de euros cada año y que acumulaba hasta ahora decepción tras decepción clava la mirada en la de su interlocutor. “El Reino Unido tiene una gran historia marítima”, responde. “Y la Copa del América es lo único que nos falta. Por eso estoy en este equipo”.

Ganador de todo lo ganable en clase Laser, cuatro veces campeón olímpico y referente mundial del mundo de la vela, Ainslie tiene entre ceja y ceja una competición que descubrió de la mano del Team New Zealand (formó parte del equipo en parte del ciclo de preparación para Valencia 2007) y que ganó con el Oracle Team en 2013. “Tenemos un legado deportivo y marítimo muy importante. Siempre nos ha faltado este trofeo y competimos contra unos defensores increíbles. Pero no tenemos nada que perder y todo por ganar”.

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