El Sail Team BCN cae con honores en la Copa del América femenina

El equipo español de la Copa del América gana dos de las cuatro regatas de semifinales, pero un error en la segunda manga condena a un equipo que supera todas las expectativas

El Sail Team BCN, durante las semifinales de la Puig America's Cup.RICARDO PINTO (AMERICA'S CUP/Europa Press)

Las ilusiones de España quedaron atascadas en una boya de la primera puerta de la segunda manga de las semifinales de la Copa del América femenina. Tras ganar sorpresivamente la primera regata de la eliminatoria, un error en el giro inicial de barlovento (la puerta opuesta a la salida) acabó con el sueño de la final, que pareció posible hasta el final. El equipo perdió el vuelo y terminó último de la segunda ronda, una losa imposible de recuperar en las regatas posteriores. Incluso repetir victoria en la cuarta y definitiva regata fue insuficiente. Luna Rossa (Italia) y Athenea (Reino Unido) disputarán la final de la Puig America’s Cup. España termina finalmente tercera, a tiro de la clasificación, y con la pregunta sin responder de qué hubiera pasado si el equipo hubiese entrenado en condiciones y con un barco propio.

A pesar del fin de trayecto, el rendimiento del equipo español en alta mar catapulta un proyecto que nació con más pasión que razón y que ha superado todos los obstáculos posibles. Sin barco propio, el equipo apenas había entrenado una decena de horas con el AC40 en alta mar antes del inicio de la Copa del América; y perdió a su director, Guillermo Altadill; y a una de sus referentes, la campeona olímpica Tamara Echegoyen, en los meses previos. El futuro del equipo pasa por la elección de la sede de la próxima competición. Repetir en Barcelona o trasladarse a Valencia multiplicaría las opciones de sostener un equipo que ha rendido muy por encima de los previsto.

Nada parece ilustrar mejor el espíritu de un equipo con tanto talento que las palabras de Silvia Mas, excampeona del mundo en 470, antes de la última manga, cuando la clasificación parecía imposible. “Será un todo o nada e iremos a por todo”. Casi lo consiguieron, porque se quedaron a únicamente tres puntos de británicas e italianas (terminaron empatadas) en la clasificación general.

La tercera posición general, en todo caso, supera todas las expectativas porque las propias regatistas españolas admitían en las últimas semanas que la diferencia de horas de entrenamiento en alta mar respecto a los equipos con un AC40 propio era demasiado grande para aspirar a éxitos mayores. “Están a años luz”, avisaba Neus Ballester a EL PAÍS pocas horas del arranque de la edición femenina. La distancia con los equipos históricos (Luna Rossa, Team New Zealand e Ineos Britannia) no fue tal, sino que se dio entre España y Países Bajos y Suecia, los equipos invitados a la competición.

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