Copa del América: El Team New Zealand marca el ritmo en Barcelona

El actual Defensor aprovecha los problemas del Luna Rossa en la regata preliminar. El American Magic presenta candidatura en una competición que se prevé más abierta por los cambios del viento

La embarcación del 'Team New Zealand' durante la regata preeliminar.Massimiliano Minocri
Barcelona -

El vuelo solemne del Team New Zealand sobre el mar Mediterráneo contrastaba con la desesperación del Luna Rossa, varado y casi a la deriva tras hundir la proa en el agua por culpa de un fallo eléctrico. Ocurrió en la segunda regata de la Preliminar de Barcelona que arrancó ayer y que da inicio a la 37ª edición de la Copa del América, la competición de vela más importante del mundo y considerada la prueba deportiva más antigua (su primera edición data de 1851). El Defensor del título, campeón en 2021 —no hay un calendario fijo, pero generalmente la Copa se celebra cada tres o cuatro años—, avanzaba firme contra el viento mientras los aspirantes italianos, finalistas en la última edición, reabrían su vieja herida en un viraje incompleto. Y acabaron con el morro sumergido. La revancha deberá esperar.

La diferencia en la regata más interesante de las cuatro que se celebraron en el arranque competitivo ilustra lo que muchos temen: el Team New Zealand parece ir por delante del resto. Se mostró solvente durante el recorrido (seis tramos de ida y vuelta en el campo de regatas situado frente a la playa de Barcelona), mantuvo siempre el vuelo y alcanzó unos picos de velocidad que rozaron los 50 nudos (unos 90 km/h) con un viento de unos 12 nudos. Parecía flotar.

La embarcación del 'American Magic' esta mañana de jueves, durante la regata preeliminar.Massimiliano Minocri

Este viernes deberá corroborar que es uno de los favoritos para ganar el domingo la final de la preliminar catalana, que disputarán los dos equipos con mayor puntuación tras estas cuatro jornadas (cada victoria da un punto). Los kiwis ya vencieron la preliminar de Yeda (Arabia Saudí) y fueron segundos en la de Vilanova i la Geltrú, aunque con un barco más pequeño, el AC40. El barco actual, un AC75 de 75 pies (23 metros), garantiza un espectáculo marítimo de primer nivel y la organización confía en que en esta edición de la Copa del América se superen los 53,31 nudos (99 km/h) registrados por el American Magic en 2021. Precisamente, los americanos presentaron el jueves candidatura con una gran actuación frente al Ineos británico.

La suerte de los chicos de Max Sirena, el patrón del Luna Rossa, es que las regatas preliminares no tienen efectos vinculantes. Aun así, la actual regata permite ver por primera vez el rendimiento de los escuadrones a bordo del AC75, comparar barcos y dar el pistoletazo de salida a las regatas. A partir del día 29, cuando empiece la Copa de verdad, la situación cambiará y empezará el espectáculo real, sin que ningún equipo esconda su potencial. La competición podrá verse desde la playa y la organización espera picos de afluencia de hasta 100.000 visitantes en la semana final de octubre. Un estudio de la Universidad Pompeu Fabra estima un impacto económico superior a los 1.000 millones de euros. No en vano, la competición, la más importante en la vela, se sitúa solo por detrás de los Juegos o un Mundial de fútbol por su impacto en la ciudad anfitriona.

Ya metidos en faena, y a pesar del buen comienzo del Defensor, los equipos se muestran convencidos de que las regatas estarán más reñidas que en otras ediciones por la variabilidad meteorológica. Las últimas ediciones, celebradas en Auckland (2021) y Bermudas (2017), se disputaron sobre un mar muy plano. Y cuando un equipo encontraba la tecla para optimizar el rendimiento, el resto de los escuadrones tenían dificultades para acercarse a su nivel y desarrollar el barco en la dirección adecuada en plena competición.

En Barcelona, en cambio, los meteorólogos alertan de posibles cambios de viento, en la dirección y su intensidad, lo que ha obligado a los equipos a construir un AC75 más adaptable. Algunos equipos confían en rachas de viento intensas (la organización cuenta con un intervalo hábil de entre 6,5 y 21 nudos para competir) para rendir mejor, mientras que otros consideran que tendrán ventaja con brisa suave. Hay más. El mar Mediterráneo ofrece olas más cortas y con más cresta que en mares oceánicas, más largas y suaves. Y la mayor altura de la ola [la distancia vertical entre el valle y la cresta] dificulta la navegación porque aumenta el riesgo de que los foils [las aletas inferiores que levantan el barco utilizando los mismo principios físicos que las alas de un avión cuando cogen velocidad] queden fuera del agua.

La Copa del América que empezará el día 29 se establece en dos fases: la primera, una competición clasificatoria (la Louis Vuitton Cup) en formato de uno contra unos. Todos los equipos se enfrentan dos veces contra el resto y cada victoria suma un punto. El Team New Zealand, clasificado directamente para el Match final, también compite, pero sus regatas no puntúan. Se clasifican cuatro equipos para las semifinales (empiezan el 14 de septiembre) y el último queda eliminado. El ganador de la Louis Vuitton Cup se enfrentará en octubre al Team New Zealand, y el equipo que consiga vencer siete regatas será considerado el ganador de la Jarra de las Cien Guineas y Defensor del título.

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