En monopatín hacia el futuro

La historia de José Antonio Muñoz es retratada en el libro ‘Doc Caribbean’

Portada de 'Doc Caribbean'.

A sus más de 70 años, José Antonio Muñoz no hace ya las virguerías que ensayaba sobre un monopatín cuando era adolescente, pero, cada vez que viaja a una competición, sus hijos le piden que afloje un poco y que asuma los límites que le va imponiendo la edad. En su memoria guarda las bajadas por la madrileña calle de la Academia —que va desde el Retiro hasta el Museo del Prado— haciendo el pino sobre su tabla y sorteando conos. “Ahora la tengo que bajar con los p...

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A sus más de 70 años, José Antonio Muñoz no hace ya las virguerías que ensayaba sobre un monopatín cuando era adolescente, pero, cada vez que viaja a una competición, sus hijos le piden que afloje un poco y que asuma los límites que le va imponiendo la edad. En su memoria guarda las bajadas por la madrileña calle de la Academia —que va desde el Retiro hasta el Museo del Prado— haciendo el pino sobre su tabla y sorteando conos. “Ahora la tengo que bajar con los pies sobre el patín y me acojono un poco. Mi cuerpo ya reacciona de otra forma”, dice. Claro que, de aquella, llegaba un domingo a las nueve de la mañana y se ponía a estirar y hacer ejercicios preparatorios. Ahora se sube directamente al skate. La tienda le quitó mucho tiempo de entrenamiento. Porque Muñoz abrió en 1975 Caribbean, tienda pionera en la venta de monopatines en España y en la de tablas de surf en Madrid, que se convirtió también en una primera parada en el país para nuevas marcas y prendas y que, incluso, ha desarrollado su propia línea de productos.

Doc Caribbean (Colectivo Bruxista) es el libro en el que Hugo Clemente retrata al mismo tiempo la figura de Muñoz —lo de Doc Caribbean viene de la película Regreso al Futuro, por una noche de Halloween en la que apareció a patinar con el pelo cardado y una bata blanca—, reconstruye la historia del monopatín en España y traza las líneas para comprender la esencia de esa cultura sobre ruedas.

La de Muñoz es una trayectoria vital unida a una pasión que transmite de forma oral —leer sus recuerdos es como deslizarse a su lado— y efectiva —se propaga con igual intensidad a su entorno—. Un camino de audacia en el que se ha atrevido a lanzarse el primero por las rampas ante las que asomaban las dudas del resto. Un viaje con instantes únicos. La vuelta a casa en monopatín la noche del golpe de Estado de 1981, por ejemplo. O cada segundo que ha disfrutado subido en un monopatín. También los que están por llegar.

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