Un Dakar de manual para Honda y Ricky Brabec, un piloto de peli americana
El estadounidense de 32 años consigue su segundo Touareg en motos gracias al magnífico trabajo en equipo de la potente alineación de pilotos de la marca japonesa
La exhibición de Honda para desempatar el marcador con KTM en las ediciones saudíes del Dakar, un tres a dos para los japoneses ahora, ha sido tal que la idea de colocar a tres de sus pilotos en el podio solo se truncó en la penúltima etapa por un problema mecánico en la moto del chileno Nacho Cornejo. El estadounidense Ricky Brabec, de 32 años, el más veterano de la envidiable alineación de la fábrica del ala dorada, levanta su segundo Touareg tras una prueba impoluta, un guion muy parecido ...
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La exhibición de Honda para desempatar el marcador con KTM en las ediciones saudíes del Dakar, un tres a dos para los japoneses ahora, ha sido tal que la idea de colocar a tres de sus pilotos en el podio solo se truncó en la penúltima etapa por un problema mecánico en la moto del chileno Nacho Cornejo. El estadounidense Ricky Brabec, de 32 años, el más veterano de la envidiable alineación de la fábrica del ala dorada, levanta su segundo Touareg tras una prueba impoluta, un guion muy parecido al de su primer alirón en el estreno arábigo en 2020. El triunfo subraya, además, el decaimiento del grupo KTM, que no contará con ningún piloto en el podio por primera vez desde el año 2000.
Este californiano peinado con un mullet y aires de cowboy fue el primer estadounidense en ganar el Dakar, y sigue siendo el único. Un sueño que de pequeño parecía muy lejano. “Cuando iba al instituto miraba el Dakar por la tele, pero no me podía ni imaginar estar aquí algún día. ¿Cómo se podía conseguir algo así?”, reflexionaba antes de poner rumbo a su novena participación. Su trayectoria ha sido meteórica desde que ganó las principales pruebas al otro lado del charco y despertó el interés de los japoneses. Un test en Abu Dhabi bastó para convencerles, y el nuevo entorchado le consolida como uno de los referentes del mundo del rally-raid hoy en día, una disciplina encantada de abrirse camino en el exigente pero provechoso mercado de Estados Unidos.
10 victorias y tres podios
Desde su debut en 2016, Brabec acumula 10 victorias de etapa, tres podios finales e iguala las dos coronas de su excompañero Kevin Benavides —defensor del título y cuarto de la general tras ganar la última etapa— desde el desembarco en Arabia Saudí. El ganador de la edición de 2024, que necesitó 51h30m08s para recorrer los 4.931 kilómetros cronometrados en dos semanas, es el decimotercer piloto de motos capaz de repetir como campeón en toda la historia. En el podio le acompañarán Ross Branch (Hero) y Adrien Van Beveren (Honda).
“Es un tío muy campechano, criado en el desierto de California, y la llegada a Arabia le ha venido muy bien por el tipo de terreno y la dirección que ha tomado la carrera aquí, para él es como el jardín de su casa”, reflexiona Joan Barreda, excompañero suyo en Honda hasta el año pasado. “Ricky es muy de peli americana. Le encanta irse con la caravana al desierto y pasarse el día trasteando con los buggies y las motos, bebiendo cerveza con los amigos y pasándolo en grande”. Quienes conocen bien al estadounidense destacan también su meticulosidad, y es que se machaca físicamente y prepara muy a conciencia el plano mental para llegar al 100% y sentirse fuerte para encarar la carrera.
En el actual Dakar de ritmos endiablados y navegaciones truculentas, el plano táctico y el arsenal de seis pilotos punteros que trae Honda al evento terminan de explicar el éxito del proyecto. “La estrategia juega un papel muy importante. Quizás no hasta mitad de carrera, pero sí a partir de la séptima u octava etapa, y allí prácticamente no hace falta ni hablarlo. Igualmente, te sientan y te lo dicen bien claro. El equipo siempre quiere asegurar la victoria, sea como sea”, subraya Barreda, que celebra el buen papel de su compañero Ross Branch, de la marca india Hero, para plantar cara al ejército nipón y subir al segundo peldaño.
“Nos lo has puesto muy difícil hasta el último momento”, le decía Ruben Faria, director deportivo de Honda, al botsuano. Solo él, y la mecánica, fueron capaces de perturbar la estrategia de la fábrica ganadora. “Hemos podido gestionar muy bien la carrera, tenemos a pilotos con mucho talento y muy inteligentes. Queríamos el triplete, pero lo más importante para la marca es atar la victoria. Ricky ha estado pletórico, y Adrien también. Nos hubiera encantado que Tosha [Schareina, que abandonó en la primera etapa tras ganar el prólogo] hubiera estado hoy aquí luchando por el podio”, comentaba.
El triunfo de Brabec otorga a Honda su tercer Touareg desde 1989, el octavo desde la creación del rally en 1979. Sin que la moto haya mejorado demasiado en fiabilidad, su pata más floja desde su retorno a la competición en 2013, la fuerza del talento y su armada de pilotos, con hasta seis bazas para luchar por la victoria, le ha permitido recuperar el dominio de la categoría. “No sé cómo el Dakar ha sido tan perfecto para nosotros, porque la moto no ha sufrido ni un rasguño. Se lo he puesto fácil a los mecánicos, y tanto el equipo como mis compañeros han hecho un gran trabajo”, celebraba el ganador. El mejor español en línea de meta ha sido Albert Martín (Pedrega), que ha completado la prueba a más de 12 horas del ganador.
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