La remontada de Jon Rahm engrandece al Open de España que gana Matthieu Pavon
El vasco escala hasta la novena posición con siete bajo el par en la última jornada y le releva el francés, hijo de un excentrocampista del Betis
No ganó, pero otra vez hizo suyo el Open de España. Jon Rahm escribió una conmovedora remontada en la última jornada en el Club de Campo Villa de Madrid y con una tarjeta de 64 golpes, siete bajo par, merodeó un imposible. El reto era himalayesco, escalar hasta la cima desde el 34º peldaño, y el vasco gastó hasta la última gota de gasolina cuando podía haberse dejado llevar. Una ronda con ocho birdies y un bogey le colocó en la novena posición...
No ganó, pero otra vez hizo suyo el Open de España. Jon Rahm escribió una conmovedora remontada en la última jornada en el Club de Campo Villa de Madrid y con una tarjeta de 64 golpes, siete bajo par, merodeó un imposible. El reto era himalayesco, escalar hasta la cima desde el 34º peldaño, y el vasco gastó hasta la última gota de gasolina cuando podía haberse dejado llevar. Una ronda con ocho birdies y un bogey le colocó en la novena posición con -14, el mejor español junto a Alfredo García-Heredia, lejos de la cumbre. A Rahm le relevó en el palmarés del Open el francés Matthieu Pavon, segundo el curso pasado, y que a los 30 años festejó su primer título del circuito europeo tras 185 participaciones. Con -23, rozó el récord de -25 de Rahm, el resultado más bajo respecto al par en el torneo.
Pavon, hijo de un excentrocampista del Betis (Michel Pavon, temporada 2000-01), nieto de madrileño y residente en Andorra, triunfó por delante del sudafricano Zander Lombard (-19). La ronda del día la protagonizó el alemán Marcel Siem con -10. Y tras Rahm y García-Heredia, la nómina española la redondearon Alejandro del Rey con -12 y Gonzalo Fernández-Castaño y Pablo Larrazábal con -11.
Lo nunca visto. Ni el mismo Rahm recuerda comenzar un torneo con cuatro birdies en los cuatro primeros hoyos. Fue una secuencia perfecta que encendió a la marabunta que seguía cada paso del campeón. En el 1, un cañonazo que se comió 335 de los 461 metros del hoyo y un putt convertido desde seis metros; en el 2, otra bala de salida, al centro de la calle, y más difícil aún, emboque desde siete metros; un dardo a bandera en el par tres del 3 que remató y elevó el grito de ¡Se puede! entre los seguidores; en el 4, par cinco, el birdie de rigor. Rahm era potencia y precisión, un bateador desde la salida, recto y largo, y un cirujano en el tapete. En cuatro pasos había igualado ya su mejor resultado en una vuelta completa esta semana.
Dos pares después, volvió a exprimir el 7, y en el 8 lució muñeca desde el collar del green con un bingo desde seis metros y medio. Eran seis golpes descontados en ocho hoyos, y el público enloquecía mientras él trataba de mantener la calma y continuar bocado a bocado.
Ese ritmo era endemoniado y llegó el frenazo: cuatro pares seguidos y un bogey en el 13 al fallar un putt corto que congeló el volcán. Cuando en el 14 perdió la calle a la izquierda, consumió un impacto en volver al ruedo y se conformó con el par, la opción de desempatar con Seve Ballesteros como tricampeón nacional se esfumó. Aun así remó hasta poner otra vez de pie a la grada en el par cuatro del 18 con un misil que besó el green. Desde el borde pateó para eagle, pero la bola se detuvo antes del último giro. Rahm clavó una rodilla en el suelo y miró al cielo antes del cierre. “Me voy a acordar toda la noche de ese putt. Pensaba que iba al centro y ha caído a la derecha. Me ha dolido con todo el alma. Darle eso al público hubiera sido increíble”, expresó después de salir desde esa última estación con sus dos hijos, Kepa y Eneko, en brazos.
En 20 vueltas disputadas en el Open de España en cinco ediciones, Rahm ha finalizado por debajo de los 70 golpes en 18 de ellas. El resbalón del viernes le impidió luchar en lo alto por un nuevo título que unir a las cuatro victorias de esta temporada (incluida el Masters de Augusta), además de la Ryder. La final del circuito europeo en Dubai, del 16 al 19 de noviembre, cerrará un año inolvidable: “Por palmarés, es el mejor. Por juego, fue 2021. Este curso he estado muy cerca”.
Clasificación final del Acciona Open de España.
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