El poder de Xavi y la mano de Jorge Mendes
El técnico destaca la ventana de fichajes del Barça, protagonizada por el agente portugués en el último día del mercado
Para despedir el mercado de fichajes y, de paso, celebrar también las incorporaciones in extremis de João Félix y de João Cancelo, los líderes de la dirección deportiva del Barcelona cenaron en La Cúpula del Garraf, un coqueto restaurante con vistas al mar a 25 minutos en coche de la Ciudad Deportiva Joan Gamper. Estaban...
Para despedir el mercado de fichajes y, de paso, celebrar también las incorporaciones in extremis de João Félix y de João Cancelo, los líderes de la dirección deportiva del Barcelona cenaron en La Cúpula del Garraf, un coqueto restaurante con vistas al mar a 25 minutos en coche de la Ciudad Deportiva Joan Gamper. Estaban, por supuesto, las dos cabezas del proyecto, la que ganó y se queda con todo el poder, Deco; y Mateu Alemany, que abandonará el Barça. No podían faltar los directivos responsables, Rafa Yuste (vicepresidente), Joan Soler (fútbol base) y el presidente Joan Laporta. Estaba Alejandro Echeverría, excuñado del presidente, íntimo de Deco y, según varias fuentes consultadas en el club, uno de los hombres más poderosos en el Camp Nou, a pesar de que no figura en el organigrama. Y no se perdieron los festejos el agente portugués Jorge Mendes y el núcleo duro de su empresa Gestifute. Sin ellos hubiese sido imposible entender el último día de la ventana de fichajes: llegaron Félix y Cancelo, se fue Fati. Todos representados por el portugués. Todos cedidos y sin opción de compra. Al menos, así lo informó el Barcelona.
“¿Qué nota le pongo al mercado?”, dijo Xavi Hernández; “Siempre pongo un 10. Ya estáis vosotros para poner menos”. No miente. El año pasado el técnico había valorado “de plantillón” el equipo que le habían dejado Alemany y Jordi Cruyff, por entonces secretario técnico, hoy ya lejos del Camp Nou. Desde que llegó al Barça, a Xavi le revolucionaron el grupo. De hecho, solo quedan seis jugadores (Ter Stegen, Araujo, Pedri, Roberto, De Jong e Iñaki Peña) de los 25 que tenía cuando aterrizó en noviembre de 2021. Siete si se tiene en cuenta a Gavi (un 26%). Este mercado el técnico perdió a dos jugadores claves para él, Dembélé y Busquets, pero con salarios demasiado elevados. “Hay sueldos que tienen que desaparecer”, había advertido Mateu Alemany en su intento desesperado por rebajar la masa salarial. El Barça también le abrió la puerta a Kessié, Alba, Ansu, Eric y Abde. “La decisión de Abde, Fati y Eric es cien por cien de ellos”, expuso el técnico. Además, el club despachó a Lenglet e hizo caja con Nico.
En total, el Barcelona vendió por 105 millones y gastó solo 3,4 millones en Oriol Romeu, uno de los cinco fichajes junto a Cancelo y Félix, además de Gündogan e Iñigo Martínez. El Barça fue el segundo equipo que menos invirtió en su plantilla, por detrás del Athletic que no abrió la cartera. Números muy diferentes a los de antes de la pandemia cuando compró por 298 millones y hasta a los del año pasado cuando, después de vender activos (palancas, según Laporta) para salvar el negocio ordinario, le dejaron 154 millones a la dirección deportiva para fichajes (Lewandowski, Koundé y Raphinha). “Hemos podido gastar muy poquito. Se ha trabajado de forma excelente. Los timmings han sido difíciles. Ha habido momentos de tensión. Es un mercado muy bueno para nosotros, pero ahora lo tenemos que demostrar”, sostuvo el preparador azulgrana.
Deco por Mateu
Después de ganar la Liga, Xavi estaba seguro de que había ganado poder en la Ciudad Deportiva. El técnico estaba a gusto con el tándem que formaba junto a Cruyff y Alemany. Pero Laporta y Echeverría tenían otros planes: quería a Deco, que en su etapa como futbolista había estado bajo la tutela de Jorge Mendes. Xavi salió vencedor en varias batallas, se libró de que le colocaran a Rúben Neves y a Fresneda, pero no pudo evitar ni la salida de su ojito derecho Dembélé (el jugador se quiso marchar) ni la llegada de João Félix. “Estamos en una situación económica y de fair play difícil”, subrayó Xavi. La mano de Jorge Mendes, para lo bueno y para lo malo, este mercado salvador de un Barcelona que no logra reflotar las cuentas. Y ya pasaron dos años y medio desde que Laporta tomó el mando en el Barça.
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