El Real Madrid de Jude Bellingham: doblete y victoria en Almería
El inglés deja otra gran actuación para abatir 1-3 a un equipo andaluz muy contestón en el que el excastillista Arribas hace pupa al inicio en los desajustes defensivos blancos
Bienvenidos al Real Madrid de Jude Bellingham. Nadie pesa más ahora en el equipo blanco que este joven inglés de 20 años empeñado en romper todos los tratados sobre la adaptación a nuevos destinos. Lleva dos meses en una selva tan compleja como la del Bernabéu y el ex del Dortmund es quien marca el paso en el dispositivo merengue. Lo volvió a demostrar en Almería, con un doblete y su amplio recorrido sobre el campo. Al equipo blanco le faltan delanteros puros, Ancelotti lo ac...
Bienvenidos al Real Madrid de Jude Bellingham. Nadie pesa más ahora en el equipo blanco que este joven inglés de 20 años empeñado en romper todos los tratados sobre la adaptación a nuevos destinos. Lleva dos meses en una selva tan compleja como la del Bernabéu y el ex del Dortmund es quien marca el paso en el dispositivo merengue. Lo volvió a demostrar en Almería, con un doblete y su amplio recorrido sobre el campo. Al equipo blanco le faltan delanteros puros, Ancelotti lo acercó al área para aprovechar su disparo y buena llegada, y el británico no se ha demorado en cumplir. El chico que durante su corta carrera se ha distinguido por la precocidad también se da prisa en el Madrid. Hoy, él es el nueve.
Bellingham fue quien empezó a inclinar a un Almería muy contestón que le dio mucha guerra al Madrid, penalizado de inicio por un sistema defensivo que aún no tiene todas las tuercas en su sitio. No se había llegado al minuto tres y al Madrid ya se le había visto el cartón atrás. Ancelotti se marchó de la pretemporada en Estados Unidos con una advertencia: había que ajustar mucho mejor el escudo protector; por ejemplo, en las contras. Una tarea en la que aún tiene faena, como quedó claro este sábado.
Corrió como un rayo el cuadro de Vicente Moreno por la izquierda y Robertone se la puso de maravilla para el cabezazo de Sergio Arribas, el niño crecido en Valdebebas que acaba de llegar al Mediterráneo para buscarse la vida en la élite. Era su primer partido como titular en Primera (apenas acumulaba 188 minutos en una decena de encuentros sueltos) y, por supuesto, fue su primer tanto. Solo mide 1,74, pero no le hizo falta más para afinar el 1-0 ante el boquete defensivo de los blancos. Por detrás venía Kroos, sustituto de Camavinga, que el viernes no entrenó por una sobrecarga. En el banquillo, al sol, siguió de inicio Luka Modric.
La ventaja enclaustró durante un buen trecho al cuadro andaluz y pareció condenar al Madrid a un ejercicio de orfebrería fina para acertar ante el portero Maximiano, titular nada más fichar. Pero el premio lo encontró rápido. Y con Bellingham por medio, claro. En un equipo que ahora tiende a atacar más por el centro que por fuera, el inglés encuentra a menudo el foco dentro del área, casi en funciones de nueve. Y, además, con la gracia de la fortuna. En Bilbao remató mal y acabó dentro. Y, en Almería, un cabezazo defectuoso de Valverde le dio a él y aprovechó el balón muerto. El equipo de Moreno reclamó fuera de juego y mano del británico, pero el VAR no le dio la razón.
La tarde quedó para el segundo del Madrid, que dispuso de un disparo de Valverde y otro intento de Rodrygo, hasta que el Almería descargó sin previo aviso un tiroteo sobre Lunin, todavía titular pese a la llegada de Kepa (solo lleva tres entrenamientos). De repente, en los últimos 10 minutos de la primera parte, sobre el meta ucranio empezaron a caer disparos lejanos bastante puñeteros. A dos respondió con solvencia el portero blanco, en otro mostró más dudas y otro par de intentos se marchó fuera. El Almería no le había desplegado ninguna alfombra a los blancos, chafados al borde del intermedio al anular el VAR una diana de Kroos por falta previa de Carvajal sobre Akieme. El epílogo de un primer acto al que no le faltó miga.
La vuelta de la pausa de reflexión no alteró el paisaje. El Almería era un conjunto rebelde que ya no quería saber nada de abrigarse atrás. Ramazani volvió a amenazar a la media vuelta. El partido, eso sí, se abrió, había más espacios, y ese es un negocio peligroso cuando enfrente se encuentra la joven caballería de Ancelotti. Después de una primera mitad gris de Vinicius, el brasileño empezó a activarse. Al menos, a tener más foco, aunque ahora mismo este es casi todo de Bellingham, que rebaña lo que le cae y se las arregla para aparecer desde atrás. Kroos lo buscó con un balón aéreo y el inglés rompió por dentro para adelantarse a Maximiano y peinar el 1-2. Tercera diana en dos jornadas.
Rodrygo, algo escorado, tuvo el tercero antes de que Carletto metiera dos medios más (Camavinga y Modric en lugar de Kroos y Rodrygo). A falta de delanteros y con las piezas justas en defensa, el fondo de armario en la medular le da para todo al técnico italiano. Y en ese intento de mayor manejo del encuentro, llegó el 1-3 de Vinicius con un toque sutil al palo largo beneficiado por un ligero rechace en Edgar. El pase, una prolongación al primer toque, vino de Bellingham. Cómo no. Ahí terminó de claudicar el Almería y, solo entonces, el joven inglés pudo retirarse a la banda. Sin llegar a septiembre, nadie tiene más impacto en el Madrid que él.
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