El Tottenham acepta la oferta del Bayern por Harry Kane
El gigante alemán pagará en torno a 110 millones de euros por el delantero de la selección inglesa
Tras más de un año de cerco, el Bayern alcanzó este jueves un acuerdo con el Tottenham para reclutar a Harry Kane por una tarifa que se sitúa en el entorno de los 110 millones de euros, un precio que ha ido en aumento desde una primera oferta que no llegaba a los 80. El traspaso, pendiente de que el jugador cierre el acuerdo sobre su salario con el club alemán, expone una paradoja que no pasa desapercibida en las Islas, la de que los dos mejores jugadores de la selección inglesa, Be...
Tras más de un año de cerco, el Bayern alcanzó este jueves un acuerdo con el Tottenham para reclutar a Harry Kane por una tarifa que se sitúa en el entorno de los 110 millones de euros, un precio que ha ido en aumento desde una primera oferta que no llegaba a los 80. El traspaso, pendiente de que el jugador cierre el acuerdo sobre su salario con el club alemán, expone una paradoja que no pasa desapercibida en las Islas, la de que los dos mejores jugadores de la selección inglesa, Bellingham y Kane, estarán lejos de la mejor liga del mundo, la que más paga, la que mayor seguimiento genera.
Kane se marcha de Londres con 30 años y un bagaje de 280 goles en 435 partidos con el club del que era un emblema y en el que estaba a punto de cumplir dos décadas de trayectoria apenas interrumpidas por tres breves cesiones a Leyton Orient, Millwall, Norwich y Leicester. Le restaba un año más de contrato y el Bayern le pone por delante un acuerdo plurianual con un salario que supera los 25 millones de euros anuales.
El germánico empecinamiento del Bayern tiene que ver con la constatación de que Kane es la pieza que le falta al equipo para volver a pelear por la Champions. Hace un año el club vendió al Barcelona a Robert Lewandowski, que tenía 34 años, por 60 millones de euros y la creencia de que el talento polaco ya había exprimido sus mejores días en Múnich. Los modelos que estudiaba la entidad bávara apuntaban a que Kane, un delantero con capacidad realizadora en el área pero con la sutileza precisa para operar también como enganche, era la pieza perfecta para suplir al polaco, un futbolista de similares características, capaz de activar a puñales como Gnabry, Coman o Sané y conectar con el espléndido Musiala. Ni siquiera el terremoto sucedido al final de la campaña pasada con las salidas de Nagelsmann (técnico), Salihamidzic (director deportivo) y Kahn (director general) varió el plan del club. Era o Kane o nadie, un nueve con alma de diez.
El Bayern nutre a Mathys Tel, un delantero galo de apenas 18 años, para liderar el frente de su ataque durante muchos años. El chico anotó cinco tantos en la última Bundesliga a pesar de que sólo fue titular una jornada. Pero mientras alimenta a su promesa necesita certezas. La campaña pasada, tras fracasar su primera prospección londinense, entregó las llaves del ataque al veterano camerunés Choupo-Moting, que defendió el puesto con la eficiencia de los mejores temporeros.
En Munich siempre se jactaron de manejarse con contención en el mercado, pero nunca dejarán de lado la ambición de ser protagonistas a nivel continental. No importa que el dinero que perciben (90 millones de euros) por derechos de televisión en la Bundesliga esté muy por debajo de los que se perciben en Inglaterra o incluso sea casi la mitad de los que reciben Real Madrid y Barcelona en la liga española. El último informe de Deloitte situaba al Bayern por encima de los culés o de Chelsea, Tottenham y Arsenal en el global de ingresos anuales y ponderaba la “fortaleza” de sus ingresos comerciales. “No gastamos más de lo que ingresamos, eso forma parte de nuestro ADN, queremos el mayor éxito deportivo e invertir en aumentar los ingresos en el futuro”, explicó el vicepresidente de la entidad, Jan-Christian Dreesen, al presentar el balance de la campaña 21-22. En la que acaba de finalizar esperaban ingresar 100 millones más que en ese ejercicio y dispararse hasta los 770.
Los apuros para alzar su undécima ensaladera consecutiva como campeón de la Bundesliga y la inapelable eliminación europea ante el Manchester City justo después de prescindir de Nagelsmann, son también combustible para propulsar la ambición del Bayern, que ingresó 100 millones de euros este verano con las ventas de Lucas Hernández, Sadio Mané (traspasado al Al-Nassr casi que por los mismos 32 millones que había costado hace un año), Marcel Sabitzer y Yann Sommer. Con todo ese músculo acudió al mercado a por el central coreano Min-jae Kim (50 millones) y captó con la carta de libertad en la mano al lateral zurdo luso Raphael Guerreiro. Harry Kane es la guinda del pastel. “Somos respetados y temidos en el extranjero porque todos saben que somos un club unido que ha crecido con esa fortaleza durante décadas”, explicó esta semana el técnico Thomas Tuchel.
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