La carrera por fichar a Kane presiona al PSG a vender a Mbappé
El club francés necesita ingresar dinero para contratar al punta del Tottenham sin arriesgarse a vulnerar el ‘fair play’ financiero
El jugador más codiciado al norte de los Pirineos no es Kylian Mbappé. Es Harry Kane. En el último mes el delantero del Tottenham, de 29 años, ha mantenido conversaciones con el Manchester United, el PSG y el Bayern de Múnich. Los tres clubes le han hecho ofertas para contratarlo, a razón de unos 20 millones netos de salario anual por cuatro o cinco temporadas, según los casos. Kane les ha abierto las puertas. El inglés, según fuentes próximas a los pretendientes, se ha ...
El jugador más codiciado al norte de los Pirineos no es Kylian Mbappé. Es Harry Kane. En el último mes el delantero del Tottenham, de 29 años, ha mantenido conversaciones con el Manchester United, el PSG y el Bayern de Múnich. Los tres clubes le han hecho ofertas para contratarlo, a razón de unos 20 millones netos de salario anual por cuatro o cinco temporadas, según los casos. Kane les ha abierto las puertas. El inglés, según fuentes próximas a los pretendientes, se ha mostrado entusiasmado por los tres proyectos. Pero el PSG le ha reconocido de que antes de hacer una oferta formal al Tottenham, las normas del fair play financiero de la UEFA le imponen ingresar dinero. La urgencia apremia al club de París, que metido en la carrera del mercado ha comenzado a considerar como algo impostergable el traspaso de Kylian Mbappé, incluso al Real Madrid, el último club con el que quieren sentarse a negociar.
Dicen los dirigentes del PSG que hasta Lionel Messi les ayudó a convencerse de la necesidad de contratar a un futbolista como Kane. Cuando el argentino acabó la temporada, en junio, se despidió del presidente del club, Nasser al-Khelaifi, en excelentes términos. Cuentan los asesores del catarí que Al-Khelaifi se reunió con Messi y ambos conversaron abiertamente, libres de la formalidad institucional que durante dos años los había encasillado a cada uno en el papel de jefe y empleado. Durante la conversación, el presidente le preguntó al argentino si creía que Mbappé podía ser el pilar de un proyecto para ganar la Champions. La conclusión que extrajo el séquito presidencial fue que Mbappé podría ser el mejor especialista del mundo en desmarque y definición, pero para liderar a un equipo se necesitaba, fundamentalmente, un jugador que supiera manejar todos los registros del juego. Alguien con las características técnicas del malogrado Neymar.
Cuando el emir de Qatar, el jeque Tamim bin Hamad al-Thani, gran valedor en 2017 del fichaje de Neymar, tuvo conocimiento de la opinión de Messi, se convenció por completo, según las mismas fuentes. Mbappé, en los planes del emir, dejó de representar al futbolista imprescindible. Si aspiraba a ganar la Champions, el equipo debía ponerse en manos de futbolistas con sentido estratégico, jugadores como los que le recomendaba fichar su director deportivo Luis Campos: Harry Kane y Bernardo Silva. Sin más demora, el PSG redobló los contactos con Kane y con Silva y no tardó en alcanzar un acuerdo con ambos. Los atacantes se mostraron conformes con los contratos que les ofreció el club, añadieron que estaban dispuestos a instalarse en París, y dejaron el remate de la negociación en manos de sus respectivos clubes, el Tottenham que tiene contrato con Kane hasta 2024, y el City, con derechos sobre Silva hasta 2025.
90 millones el 5 de septiembre
El 13 de junio Mbappé decidió hacer pública su decisión de no seguir en el PSG más allá de 2024 y los jeques se reafirmaron en la necesidad de venderle. El jugador lo informó al diario L’Équipe, lo comunicó a la Agencia France Presse, y lo remitió por carta al PSG, indicando que no renovaría su contrato, que vencía en junio de 2024. Los asesores de Al-Khelaifi concluyeron dos cosas. Primero, que Mbappé quería completar su contrato y quedarse libre porque así ganaría más dinero ya que cobraría dos primas, el segundo pago de la prima de fidelidad estipulado por el contrato de renovación firmado en 2022, según el cual el PSG debe pagarle 90 millones de euros si a 5 de septiembre de 2023 permanecía en el club, y la prima de traspaso que le pagaría su futuro patrón en 2024, una cantidad que los agentes consultados estiman en no menos de 150 millones de euros. En segundo lugar, los dirigentes de París consideraron que al hacer público su interés de no renovar el jugador pretendió cubrirse políticamente ante los hinchas locales, presentándose como alguien cabal que no actuaba a escondidas del PSG.
El PSG, aseguran las personas próximas a su dirección, tiene liquidez. Podría pagar hasta 130 millones en efectivo al Tottenham y cerrar el traspaso de Kane ya mismo. Si Al-Khelaifi todavía no se ha dirigido oficialmente al club de Londres es por imperativos legales. Para desembolsar 100 millones de euros, primero debe ingresar una cantidad equivalente, o se arriesgaría a incumplir las normas del fair-play financiero de la UEFA. Esto expondría al PSG a una sanción que podría dejarlo fuera de la Champions. Ante la necesidad de fichar a Silva y Kane sin alarmar a los supervisores, los cataríes se pusieron como objetivo hacer caja con Mbappé mientras puedan. Lo dijo Al-Khelaifi con toda la elegancia de que fue capaz, cuando el 5 de julio presentó a Luis Enrique: “Mbappé es un gran chico, un caballero, así que [si dice que quiere] irse gratis, debilitando al club más grande de su país… ése no es él. Me sorprendió y me decepcionó”.
Así lo explica una persona próxima a los dueños del PSG: “Imagine una cuenta corriente con 500 millones. Si vendes a Mbappé por su precio de mercado antes de septiembre la cuenta sube a 700. Si él se queda hay que pagarle 90 millones, que es la parte de la prima de fichaje que le deben. En septiembre la cuenta se te queda en 410″.
Mientras el Bayern negocia con el Tottenham desde hace semanas, en el PSG se respira un aire de frustración. Los dirigentes estudian fórmulas para salir del embrollo. Tanto Al-Khelaifi como fuentes vinculadas a los abogados de Mbappé, coinciden: el futbolista no quiere salir de París hasta el verano de 2024, la ley le ampara, y el club no ha recibido ni una sola oferta por él. Si la situación se mantiene y Mbappé se va libre cobrando él su traspaso, el PSG sufriría un menoscabo patrimonial al tiempo que se le complicarían gravemente los fichajes de Silva y Kane, dos piezas que los técnicos y los propietarios consideran más importantes que la del goleador francés.
El United se resigna y el Bayern se aventaja
Solo el Bayern, uno de los dos rivales del PSG en la carrera por Harry Kane, permanece al acecho. El Manchester United se convenció de que jamás podría hacerse con el nueve cuando hace días Daniel Levy, presidente del Tottenham, rechazó una oferta de 100 millones más bonus. Tanto Kane como los directivos del United se hicieron a la idea de que Levy nunca permitiría que su jugador franquicia pasara a reforzar a un adversario directo en la lucha de los equipos de la Premier por clasificar para los puestos de Champions. El delantero cree que su destino lo sitúa en París o en Múnich. Desde Baviera llevan un año cortejándole. La semana pasada Thomas Tuchel, el entrenador del Bayern, acudió a la casa de Kane en Londres para intentar persuadirle de la oportunidad de mudarse al Bayern. Le habló de los refuerzos de Kim Min-Jae y del plan de sumar a Kyle Walker y Frenkie de Jong. La visita dejó impresionado a Kane, que advirtió de su posición a los emisarios: quiere dejar el Tottenham para jugar en un equipo poderoso para intentar ganar la Champions, y quiere hacerlo este verano —antes de quedarse libre en enero de 2024— para que el Tottenham cobre su traspaso. Se siente en deuda con el club de su vida.
PSG y Bayern han recibido el mismo mensaje de Kane, según personas implicadas en la negociación. Las ofertas le entusiasman, pero él no presionará al Tottenham más de la cuenta. La última palabra la tiene su club. El Bayern, rápido, ya negocia con el Tottenham: ha ofrecido 80 millones. El PSG, bajo la amenaza del fair play financiero, espera su momento. Busca dinero y Mbappé se le presenta como el recurso más evidente.
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