El Ineos no renuncia a Carlos Rodríguez, pese a su acuerdo con el Movistar
Dave Brailsford, ‘boss’ del equipo británico, se pasa por el Tour en vísperas de un día de descanso dedicado habitualmente a la negociación de contratos de ciclistas
Lunes, día de descanso, día habitual de renovación y firma de contratos de ciclistas. Domingo, salida de Les Gets. Fiesta alrededor del autobús del Ineos. Celebran dos victorias de etapa, celebran al polaco Kwiatkowski, un veterano y trabajador ciclista que de vez en cuando, gracias a su gran clase, se da el gusto de sumar una joya a su historial, y celebran, sobre todo, ...
Lunes, día de descanso, día habitual de renovación y firma de contratos de ciclistas. Domingo, salida de Les Gets. Fiesta alrededor del autobús del Ineos. Celebran dos victorias de etapa, celebran al polaco Kwiatkowski, un veterano y trabajador ciclista que de vez en cuando, gracias a su gran clase, se da el gusto de sumar una joya a su historial, y celebran, sobre todo, la epifanía el sábado de Carlos Rodríguez, un ciclista de 22 años, gran esperanza desde juvenil que se hace campeón en el descenso de la Joux Plane, en la meta de Morzine. Entrenadores, directores, auxiliares, todos en el Ineos, y tanto español entre ellos, saben que el corredor de Almuñécar, cumplidos ya cuatro años entre ellos, los de su primer desarrollo y crecimiento, ha llegado a un acuerdo con Eusebio Unzue para correr en el Movistar a partir de la próxima temporada, pero también todos desean que siga con ellos.
Lo dicen por cariño, por lo mucho que le quieren y lo mucho que les gusta, y lo dicen por egoísmo, porque si la victoria en Morzine sirve de confirmación, están convencidos de que es el corredor que debe garantizar un liderazgo fuerte en el equipo. Y hablan entre ellos y se dicen que quizás sea posible que el corredor dé marcha atrás, que encuentre una solución, una compensación económica, que le permita liberarse y firmar de nuevo con ellos. Sus corazones y sus ánimos se aceleran, y su esperanza, el sábado por la tarde, cuando por el Ibis de Sallanches, el hotel en el que pasarán el largo fin de semana alpino, se vio aparecer por el Tour por primera vez al patrón del equipo, Dave Brailsford, que anuncia que estará tres días en el Tour, otro que desea que el granadino siga con ellos, uno que nunca se mueve porque sí y que se muestra más que evasivo en un diálogo rápido a la sombra de su autobús:
Pregunta. ¿Qué opina de Carlos Rodríguez?
Respuesta. Me gusta sobre todo porque es muy inteligente, va a aprender mucho. Es lo mejor, su capacidad de aprender hace que siga progresando. Y por su inteligencia tiene aún mucho margen de progresión. No es un cualquiera. Y es muy majo. A todo el mundo le cae bien, están todos a gusto con él. Tiene un carácter fantástico. Muy buena mentalidad. Es muy, muy bueno, sí. Y es español.
P. Carlos tiene un acuerdo con el Movistar, pero se oye que usted quiere que se quede en Ineos, que lo necesita como líder. Thomas se jubila, Egan sigue siendo un interrogante… ¿Hay alguna posibilidad?
R. Carlos sigue con contrato en vigor con nosotros aún. Ahora solo pensamos en la carrera. Día a día. La montaña del domingo, la contrarreloj del martes…
P. Pero, ¿quiere que siga con Ineos?
R. Nos vamos a concentrar en la carrera. Ya pensaremos en los contratos luego.
P. Usted vino el sábado y se irá el martes… El lunes, día de descanso, es día de contratos, y Sallanches está a media hora de Italia, del país del agente de Carlos Rodríguez, Giuseppe Acquadro…
R. Sí, sí, normalmente el día de descanso es día de renovaciones y fichajes, ya veremos, ya veremos…
P. Así que se irá el martes con un contrato nuevo con Carlos, ¿no?
R. Jajaja, buen intento, buen intento.
Dentro del Movistar hay seguridad de puertas afuera –hay ya papeles firmados– e inquietud interna. Algunos miembros del equipo, recordando el histórico de sus relaciones con el mánager Acquadro –un antecedente, en 2019 el Ineos de Brailsford pagó una indemnización fijada por el TAS al Movistar para hacerse con el costarricense Andrey Amador, otro ciclista de Acquadro, con contrato en vigor con el equipo de Unzue–, temen que, dado su poderío económico sin límites, el Ineos esté dispuesto a indemnizar con una cifra mareante, de hasta un millón de euros, al Movistar para quedarse con la joya sexitana. Para el ciclista, la ganancia económica y la comodidad de no tener que cambiar de hábitos ni de métodos serían un plus; para el único equipo español en el WorldTour, la pérdida de Carlos Rodríguez, un ciclista al que persiguen desde juvenil y que Acquadro, en otro momento de malas relaciones, le negó, sería casi catastrófica. El ciclismo español se moverá los próximos años alrededor del de Almuñécar y de Juan Ayuso, y los dos estarían en equipos extranjeros.
A todo el que le pregunta por su futuro, el ciclista responde lo mismo: “Preguntadle a mi mánager. Él es el único que puede decir algo”. A quien le pregunta, el agente piamontés, le contesta casi tan evasivo: “Hay precontrato firmado con Movistar, pero no contrato. Es una opción probable pero no definitiva. Ineos sigue siendo una posibilidad”.
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