Los inspectores de la UEFA dan el visto bueno para que el Barcelona juegue la próxima Champions League

El organismo europeo no ha encontrado ningún motivo para sancionar a los azulgrana por el caso Negreira, señalan fuentes del club

Los jugadores del Barça, frente a su afición, tras caer eliminados ante el Bayern en la última edición de la Champions.PAU BARRENA (AFP)

El Barcelona no será expulsado de la Champions League, al menos para la temporada venidera. La UEFA no ha comunicado oficialmente a la entidad azulgrana la resolución sobre su participación en la próxima edición de la máxima competición europea, pero los dos inspectores designados para la investigación por el organismo rector del fútbol europeo no han encontrado ningún motivo para sancionar a los azulgrana por el denominado caso Negreira, según señalaban este viernes fuentes del club.

La decisión supone un ...

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El Barcelona no será expulsado de la Champions League, al menos para la temporada venidera. La UEFA no ha comunicado oficialmente a la entidad azulgrana la resolución sobre su participación en la próxima edición de la máxima competición europea, pero los dos inspectores designados para la investigación por el organismo rector del fútbol europeo no han encontrado ningún motivo para sancionar a los azulgrana por el denominado caso Negreira, según señalaban este viernes fuentes del club.

La decisión supone un alivio para la entidad, que se había clasificado para la próxima Champions League como cabeza de serie al ganar la Liga. El escándalo de corrupción hacía peligrar la participación azulgrana en la gran competición europea de clubes —algo que no sucede desde la temporada 2003/2004— y los ingresos correspondientes a ello, muy necesarios para un club tan mermado económicamente.

Aleksander Ceferin, presidente de UEFA, había manifestado hace algo más de un mes que el caso Negreira era “de lo más grave” que había visto en el fútbol, aunque finalmente ha aceptado que el Barcelona participe en la Champions, pese a que el reglamento le permitía al organismo europeo excluir a la entidad azulgrana por un año. El artículo 4.g del código disciplinario de la UEFA señala: “Si sobre la base de todas las circunstancias y la información disponible, la UEFA concluye a su entera satisfacción que un club ha sido directa y/o indirectamente involucrado desde la entrada en vigor del artículo 50 (3) de los Estatutos de la UEFA, es decir, del 27 de abril de 2007, en cualquier actividad dirigida a arreglar o influir en el resultado de un partido a nivel nacional o internacional, la UEFA declarará que dicho club no podrá participar en la competición. Esta inelegibilidad es eficaz solo para una temporada”.

Según fuentes jurídicas conocedoras del proceso, que los inspectores no hayan elevado una propuesta para que el Barcelona no compita en la próxima Champions es ir contra el espíritu para el que fue creada la norma, esto es, preservar la imagen y la integridad de la competición sin necesidad de que hubiera sentencias firmes en la justicia ordinaria. El mero hecho de haber abonado 7,3 millones de euros desde 2003 al que fuera vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros de la Federación Española de Fútbol y dejar de retribuirle cuando este abandonó el cargo, en 2018, eran motivo suficiente para haber condenado al Barcelona, según esas mismas fuentes. La decisión de la UEFA crea un precedente. A partir de ahora, las infracciones de clubes por corrupción deportiva pueden no ser castigadas de inmediato si lo que prima es que haya sentencias firmes.

Otro asunto hubiera sido que la UEFA hubiera expulsado al Barcelona de la próxima Champions League y el Tribunal de Arbitraje Deportivo de Lausana (TAS) le hubiera dado la razón al club por no haberse podido demostrar que el dinero percibido por Negreira sirviera para comprar influencias arbitrales. Según otras fuentes próximas al caso defendían, el Barcelona tenían una alta probabilidad de que el TAS fallara a su favor.

Reuniones clave

La expulsión de la Champions hubiese supuesto un varapalo enorme para el Barça, que ya sufrirá 55 millones de pérdidas por la mudanza a Montjüic debido a la remodelación del Camp Nou. Además, el club cuenta con un desajuste ordinario de 200 millones y su deuda asciende a unos 1.400 millones brutos, al tiempo que precisa reducir 200 millones de una masa salarial de 625. En declaraciones a TV3 realizadas el pasado jueves, el presidente del Barcelona, Joan Laporta, no ocultó el trabajo de persuasión elaborado estos meses para convencer a la UEFA, en el que fue clave hacer ver los esfuerzos económicos que está haciendo el Barcelona con los recortes que le han llevado a prescindir de algunas de sus estrellas en las diversas secciones del club. “He tenido reuniones personales. Y las explicaciones que he dado se han entendido. Se ha querido utilizar el caso Negreira para que no participáramos en la Champions. Pero no se nos puede condenar antes de juzgarnos”, defendió Laporta. Una campaña que el presidente azulgrana tachaba de injusta porque, aseguraba, “no ha habido corrupción arbitral”.

Las reuniones y las conversaciones de Laporta con Ceferin han dado su fruto, así como el viraje hacia una postura menos beligerante con el asunto de la Superliga. Cuando hace un mes la Juventus de Turín anunció que solicitaría una reunión con el Real Madrid y el Barcelona para comunicarles su intención de abandonar el rupturista proyecto, el comunicado de los azulgrana no reflejó defensa alguna sobre la competición de la que es fundador como había hecho en anteriores ocasiones. Es más, el escrito deslizaba que el club tomaría una decisión sobre su permanencia en la Superliga cuando el Tribunal de Justicia de la Unón Europea dictara sentencia sobre si la UEFA y la FIFA cometen abuso de posición de dominio como organizadores de las competiciones internacionales. El Barcelona parece estar ahora más cerca de la Champions que de la Superliga.

Osasuna presenta alegaciones

Osasuna presentó ayer al Comité de Apelación de la UEFA las alegaciones para evitar ser excluido de la Conference League tras no ser aceptada su inscripción por haber estado involucrado en el amaño de partidos en la temporada 13-14.

En su escrito alegatorio, Osasuna defiende que los actuales dirigentes no son los responsables de aquellos hechos por los que fueron condenados varios directivos y dos jugadores del Betis (Iván Amaya y Xavi Torres). Además, añaden que fue el propio club el que denunció tras la confesión grabada del por entonces gerente Ángel Vizcay.

En el club rojillo no son optimistas. No han solicitado todavía audiencia para que el proceso sea más rápido y puedan recurrir lo antes posible al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS). Este tribunal iniciará un procedimiento de urgencia para que el asunto quede resuelto antes de que se inicie la competición. Los precedentes en el TAS también hacen ser pesimista a Osasuna.

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