La NBA recibe a Wembanyama por todo lo alto
El francés, que se convertirá en el más alto de la liga, ejerce ya como número uno de su promoción antes de su selección por los San Antonio Spurs
El primer deporte que ha practicado Victor Wembanyama al llegar a Nueva York ha sido el béisbol. Su saque de honor en el partido de los Yankees del martes prueba dos cosas: la gran expectación con que ha sido recibido y que es mejor que siga dedicándose al baloncesto. El francés se convertirá este jueves en el número uno del draft de 2023 y jugará la próxima temporada en los San Antonio Spurs. Nadie lo duda. A sus 19 años es, con ...
El primer deporte que ha practicado Victor Wembanyama al llegar a Nueva York ha sido el béisbol. Su saque de honor en el partido de los Yankees del martes prueba dos cosas: la gran expectación con que ha sido recibido y que es mejor que siga dedicándose al baloncesto. El francés se convertirá este jueves en el número uno del draft de 2023 y jugará la próxima temporada en los San Antonio Spurs. Nadie lo duda. A sus 19 años es, con gran diferencia, el mejor jugador de su promoción y aspira a marcar toda una generación como lo ha hecho en las últimas dos décadas LeBron James, de 38 años, que fue en 2003 un número uno tan indiscutible como ahora Wembanyama.
Wembanyama llegó el martes a Nueva York, donde se celebra el draft, la selección de los jugadores de la nueva generación que se incorporan a la liga. Otros años, en los días previos se cruzan apuestas sobre quién será el primer seleccionado. Esta vez la emoción estuvo en el sorteo celebrado el mes pasado en que los Spurs se hicieron con la primera elección.
El pívot se convertirá también en el jugador más alto de la liga profesional de baloncesto estadounidense (junto al serbio Boban Marjanovic, en principio). Para el draft de este jueves aparece en la lista con una altura de 7 pies y 4 pulgadas (unos 2,24 metros), pero la medición no es oficial porque no asistió en mayo a las pruebas del NBA Draft Combine, donde se calcula la medida exacta de los candidatos. Los San Antonio Spurs tendrán hasta septiembre para registrar su estatura.
El jugador francés se sorprendió el lunes por la noche a su salida del aeropuerto de Newark de que le asaltasen admiradores a la caza del autógrafo o la fotografía, muchos de ellos preparados con balones de baloncesto para firmar. “No sé cómo se han enterado de en qué vuelo venía, pero es divertido, es diferente, ver que tienes tanto impacto en la gente”, comentó cuando le preguntaron si se lo esperaba.
Con su altura, Wembanyama no pasa inadvertido. Sin embargo, quiso conocer el metro de Nueva York y se subió a la estación de Columbus Circus para tomar el metro en dirección al Yankee Stadium. Familiares, acompañantes y algunos periodistas iban con él, además de los sorprendidos usuarios del metro con los que coincidió. Tras firmar más autógrafos, esta vez sobre pelotas de béisbol, se dirigió al saque de honor del partido de los Yankees contra los Seattle Mariners. Llevaba una camiseta blanca por debajo de la camisa de béisbol de rayas abierta con el número 5 de Joe DiMaggio en la espalda. Lanzó una bola baja, desviada y sin fuerza.
Este miércoles, Wembanyama tuvo una sesión de pesas y después una corta rueda de prensa previa al acto de este jueves. El jugador francés se mostró relajado, confiado y feliz de ser el primero, aunque todavía no lo sea oficialmente. “Desde que conocí el draft, exactamente cómo funcionaba, quise ser el primero. Creo que empecé a darme cuenta de que podía ser jugador profesional de baloncesto a los 12 años. Mañana va a pasar algo, algo en lo que he estado pensando años y años, realmente no puedo describir cómo me siento ahora mismo. Solo sé que voy a tener problemas para dormir esta noche, seguro”, afirmó.
Aunque los nervios de la víspera le quiten un poco el sueño, el jugador asegura que no le afecta la expectación que se ha creado en torno a su llegada y su recibimiento a bombo y platillo. “No dejo que todo esto se me meta en la cabeza porque tengo unas expectativas tan altas de mí mismo que soy inmune a todo esto. Así que realmente no me importa”, contestó al ser preguntado sobre ello.
Wembanyama ya contesta prácticamente como futuro jugador de los Spurs, aunque no será oficial hasta que su nombre se pronuncie este jueves en el Barclays Center, el pabellón de los Brooklyn Nets, donde se celebra la ceremonia del draft. “Para mí, San Antonio es sinónimo de victoria. Cuando, en la noche de la lotería, los Spurs consiguieron el número uno, solo pensaba en que me sentía afortunado de que le haya tocado a una franquicia que tiene esa cultura y esa experiencia en ganar y hacer, crear buenos jugadores. Así que estoy impaciente”, dijo este miércoles.
Los Spurs fueron en realidad la pasada temporada el peor equipo de la Conferencia Oeste junto a los Houston Rockets, con solo 22 victorias y 60 derrotas. Keldon Johnson, de 23 años, fue su máximo anotador, seguido por Devin Vassell, de 22. Va a tener un equipo joven y con talento, pero habrá que ver si da el salto de la mano del nuevo fichaje. Será muy difícil igualar la influencia que tuvo en el equipo el anterior número uno de los Spurs, Tim Duncan, que llevó al equipo a ganar cinco títulos de campeón de la NBA tras ser seleccionado en 1997. El también francés Tony Parker ganó cuatro de esos anillos, siempre con Gregg Popovich como entrenador. Lleva en el banquillo desde 1996.
Se espera que Charlotte Hornets, que tiene la segunda elección, se decida entre Brandon Miller, alero de la Universidad de Alabama, y Scoot Henderson, escolta de la G League Ignite. Los Portland Trail Blazers, terceros, podrían quedarse con el otro. Los Houston Rockets y los Detroit Pistons completan los cinco primeros puestos. Donde hay más certeza es con el primero.
Wembanyama encaja a la perfección en el baloncesto moderno de la NBA, en el que no basta con pívots altos que se peleen debajo del aro, sino que se valora que sean hábiles botando el balón y tengan puntería al lanzar a canasta desde larga distancia. El francés tiene todas esas virtudes y defiende su forma de jugar, poco habitual en alguien tan alto. “Me visteis jugar con 13 años, y he jugado igual (...) Sinceramente, solo intento ser yo mismo”, dijo este miércoles. “Nadie me va a impedir que bote el balón, que suba el balón y tire de tres. Nadie me va a impedir que lo haga. Aunque a veces los entrenadores en mi carrera intentaban impedírmelo (...) fue una lucha diaria para mantenerme fiel a mí mismo y, sí, esto es algo que nunca voy a perder, seguro”, añadió.
“Intento ser el mejor”, dijo también. “Ser el mejor no es solo en la cancha. Hay dimensiones enteras en el trabajo de un jugador de baloncesto, un jugador de la NBA. Quiero ser el mejor también ante los medios, en la rueda de prensa, en todas estas cosas. No me gusta hacer las cosas a medias”, añadió. Este miércoles aprovechó para visitar un colegio de Harlem para regocijo de los niños con los que se fotografió y jugó unos minutos al baloncesto.
También le preguntaron qué consejo se daría a su yo del pasado. “No recuerdo haber visto a un Victor del futuro venir a decirme nada”, respondió con una sonrisa. “Así que si tuviera la oportunidad de hablar con mi yo más joven, no diría nada porque no querría perturbar cómo fue. Si tuviera que volver a hacerlo, lo haría exactamente igual. Así que no le diría nada a mi yo más joven”.
Así funciona el 'draft' de la NBA
El draft es un sistema establecido para equilibrar la competición a largo plazo. Los equipos más débiles tienen prioridad. Antes, los clubes elegían en orden inverso a su posición en la tabla: solo se sorteaba la primera elección entre los últimos de cada conferencia. El problema es que los equipos se dejaban ganar para hundirse en la clasificación y tener preferencia, una maniobra conocida como tanking. En 1984 se reformó el sistema para reforzar el componente de azar, de modo que perder una posición no garantizase adelantar un puesto en el orden de elección, especialmente en las primeras elecciones del draft. Se ha ido retocando numerosas veces.
En 2017 se estableció el sistema de lotería actual, aplicado desde 2019, que acentúa la aleatoriedad. Entran en el bombo los 14 equipos que han quedado fuera de los playoffs. El nuevo sistema nivela las probabilidades de modo que los tres últimos equipos de la clasificación de la temporada regular tienen cada uno un 14% de posibilidades de ganar la primera elección en la lotería. El cuarto por la cola tiene un 12,5% de opciones; el quinto un 10,5%; el sexto, un 9%; el séptimo, un 7,5%... En la estructura anterior a 2019, el primer cabeza de serie tenía un 25% de posibilidades de ganar la lotería; el segundo, un 19,9% y el tercero, un 15,6%. Las papeletas del resto se reparten en función de las posiciones en la clasificación.
Pese a los cambios, la tentación para algunos equipos sigue siendo demasiado fuerte y lo de dejarse ganar para tener más probabilidades sigue ocurriendo. La NBA impuso una multa de 750.000 dólares (unos 675.000 euros) a los Dallas Mavericks por dejarse ganar contra los Chicago Bulls en el partido del pasado 7 de abril. El campeonato de baloncesto profesional estadounidense señaló que la multa al equipo de Luka Dončić era “por conducta perjudicial para la liga”.
La historia de los drafts está llena de aciertos y de errores. Michael Jordan (tercero en su promoción), Larry Bird (6º), Kobe Bryant (13º), Giannis Antetokounmpo (15º), Nikola Jokić (41º), Stephen Curry (7º) y Joel Embiid (3º) quedaron relegados por jugadores que dejaron mucha menos huella. En cambio, otros como LeBron James, Magic Johnson, Kareem Abdul-Jabbar y Shaquille O’Neal fueron números uno que marcaron su época.
Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.