Iñigo Martínez anuncia su salida del Athletic y niega que la actual directiva le ofreciera renovar
El club bilbaíno asegura que se despide del jugador después de diferentes intentos de negociación, pero el entorno del central lo desmiente
En medio de una sucesión de verdades a medias, el Athletic anuncia, al mismo tiempo que Iñigo Martínez (Ondarroa, 32 años), que sus caminos se separan después de seis temporadas. Posiblemente, el destino del central internacional será el FC Barcelona, si el límite salarial que La Liga le imponga al club azulgrana permite inscribirle.
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En medio de una sucesión de verdades a medias, el Athletic anuncia, al mismo tiempo que Iñigo Martínez (Ondarroa, 32 años), que sus caminos se separan después de seis temporadas. Posiblemente, el destino del central internacional será el FC Barcelona, si el límite salarial que La Liga le imponga al club azulgrana permite inscribirle.
El club bilbaíno, en su nota de despedida al jugador, asegura que Iñigo se va, “después de diferentes intentos de negociación en las dos últimas temporadas”, lo cual no deja de ser verdad, pero que se corresponde también con el relato que circula en el entorno próximo al jugador, de que la última oferta la recibieron del anterior presidente, Aitor Elizegi, y que el actual, Jon Uriarte, al margen de considerar en la campaña electoral, que la renovación del jugador era un tema prioritario, no ha movido ninguna ficha para tratar de retenerlo.
El entorno del jugador no se ha hecho esperar para responder y desmentir al club: “Desde el entorno de Iñigo Martínez queremos desmentir categóricamente que la actual directiva del Athletic Club de Bilbao haya presentado oferta alguna al jugador, ni siquiera asumiendo el punto de la negociación en la que se había quedado la anterior Junta Directiva. El jugador NUNCA ha rechazado una oferta del club, porque dicha oferta no ha existido. Asistimos con asombro e incredulidad a la comunicación del club, en lo que entendemos es un acto deshonesto para evitar responsabilidades. Queremos, además, trasladar el malestar del jugador ante esta situación, ya que nunca ha querido ni desestabilizar, ni perjudicar al club”.
De hecho, el último dato al respecto, lo aportó una información del diario Deia, en la que se hablaba de una conversación telefónica con el representante de Iñigo Martínez hace apenas un mes, cuando el preacuerdo con el Barcelona estaba ya suscrito. Es decir, sí hubo movimiento en las últimas dos temporadas, como apunta la nota del Athletic, pero uno a cargo del anterior presidente y otro cuando la situación era ya irreversible.
Entre las verdades a medias sobre el caso Martínez se puede apuntar también la declaración del presidente a Telebilbao, en una entrevista que concedió en septiembre de 2022 y en la que afirmó: “No he hablado con nadie del Barça sobre Iñigo”, lo cual era cierto, ya que Uriarte remitió a los emisarios del club azulgrana, que en aquellos momentos hicieron una oferta de 15 millones de euros más cinco en variables, al director general del Athletic, Jon Berasategui, que fue quien rechazó la propuesta que hizo Mateu Alemany.
En aquel momento, el presidente afirmó que, “no tengo ningún problema de hablar con los jugadores en cualquier renovación. Si hay un futbolista que intentamos retener y se marcha supondrá una decepción, no un fracaso porque también influye si esa persona se quiere quedar o no, la capacidad salarial para competir y las condiciones personales”.
Sin embargo, la intención de Uriarte no se ha visto reflejada en esta ocasión, a pesar de que, a título anecdótico, presidente y futbolista han sido vecinos de escalera en un inmueble del centro de Bilbao en el que ambos residían. La obsesión del presidente es equilibrar los parámetros financieros del club, que cuenta con liquidez gracias a un fondo de previsión creado por el presidente Josu Urrutia después de cobrar las cláusulas de rescisión de Javi Martínez, Ander Herrera, Kepa Arrizabalaga y Aymeric Laporte, y que ha ido menguando hasta quedarse en alrededor de 70 millones de euros por el elevado gasto en personal deportivo de los últimos años.
Dentro de ese plan de equilibrio, la marcha de Iñigo, pese a los intentos estéticos de la nota de despedida, es un alivio para las arcas del Athletic, que pagaba alrededor de nueve millones de euros brutos por su ficha anual. También se podría ahorrar otra cantidad por la salida de Raúl García, que todavía no ha recibido ninguna comunicación sobre su situación, a pesar de que acaba contrato el 30 de junio. Aligerar la nómina es fundamental, según el club, para afrontar otras renovaciones como la de Nico Williams.
Iñigo Martínez llegó al Athletic como un golpe de efecto, en enero de 2018, pocos días después de que el Manchester City pagara los 65 millones de euros de la cláusula de rescisión de Aymeric Laporte. En un movimiento veloz, Josu Urrutia abonó los 32 millones que figuraban en el contrato de Iñigo con la Real Sociedad. Desde ese momento, ha jugado 177 partidos con el Athletic, y ha sido uno de los activos más importantes del equipo. En la última campaña, en la que ha encadenado diversas lesiones, apenas ha jugado 15 partidos. Se perdió el último tramo de la temporada y el equipo lo acusó, con la segunda peor racha de su historia, que le ha dejado fuera de Europa.
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