La nueva estrategia física del Barcelona para ganar la Champions
Cada tortazo ante el Olympique de Lyon en la final de la Liga de Campeones, marcó un antes y un después en la preparación del equipo azulgrana
“Sentía que podía jugar una hora más de partido”, expone Irene Paredes, una de las referentes del Barcelona, líder de la zaga azulgrana en la final ante el Wolfsburgo. Certificada la remontada en Eindhoven, el cuadro alemán arrinconó al Barça en el Philips Stadion. “Pero nosotra...
“Sentía que podía jugar una hora más de partido”, expone Irene Paredes, una de las referentes del Barcelona, líder de la zaga azulgrana en la final ante el Wolfsburgo. Certificada la remontada en Eindhoven, el cuadro alemán arrinconó al Barça en el Philips Stadion. “Pero nosotras estábamos cómodas. En ningún momento dudé. Sabía que nos las íbamos a comer y que podíamos estar a la altura física del partido que ellas iban a imponer. Nos daba lo mismo que durara 90 minutos o 120″, insiste Paredes. No es una declaración baladí la de la central vasca. El Barcelona de Jonatan Giráldez había prestado especial atención en la gasolina de sus futbolistas. “La temporada pasada nos habíamos dado cuenta de que habíamos llegado muy justitas al final del año. Era algo que teníamos que cambiar”, interviene Marta Torrejón, una de las capitanas. Mientras que Caroline Graham Hansen recuerda: “Ante el Lyon, el año pasado, fue más un problema físico que futbolístico. No nos podía volver a pasar”. Y no les pasó.
Cada tortazo del Olympique de Lyon en una final de Champions marcó un punto de inflexión en la preparación del Barcelona. El primero, seguramente el más trascendente, ocurrió en el aeropuerto de Budapest en 2019 después de que el cuadro francés barriera al Barça en media hora de partido (4-0, la final terminó 4-1). “La conversación la tuvimos en el aeropuerto porque se había estropeado el avión y tuvimos un retraso de tres horas, lo normal hubiera sido hacerla en la ciudad deportiva”, recuerda Markel Zubizarreta, director deportivo del Barcelona. Por entonces, el líder del grupo azulgrana era Lluís Cortés. El técnico se reunió con las capitanas de aquella etapa -Vicky Losada, Alexia Putellas, Sandra Paños, Marta Torrejón y Patri Guijarro- y les preguntó: ¿Cómo os habéis sentido?. La respuesta de cada una de las líderes del grupo era similar. “Nos pasaron por arriba físicamente”, dijo una de las futbolistas. Y otra añadió: “Nos ganaron todas las disputas y todos los choques”.
“Después de la final de Budapest cambió todo”, recuerda hoy, ya con su segunda Champions en las vitrinas, Marta Torrejón; “más y mejores entrenamientos, más gimnasio, mejores viajes y alimentación”. Y, por si no había quedado claro, insiste: “Más de todo”. Dos años después de la final de Budapest, el Barça tocó el techo de Europa en Gotemburgo en 2021 ante el Chelsea. Tras aquella final, el Barcelona pactó de común acuerdo la salida de Lluís Cortés y apostó por la continuidad del proyecto: el mando lo tomó Giráldez. “Está mal que lo digamos”, expone Zubizarreta; “pero la temporada pasada arrancamos demasiado bien”. No le falta razón al director deportivo del Barcelona. Sin embargo, algo falló. “Mucha intensidad en el comienzo de la temporada”, razonan desde el cuerpo técnico. “Y nos quedamos sin energía en el final”, interviene Marta Torrejón. Les alcanzó, en cualquier caso, para ganar la Liga, la Copa y la Supercopa. También para meterse en la final de la Champions ante el Lyon. “Pero para ganarle a ese Lyon había que estar muy fuerte físicamente”, sostiene Graham Hansen. De nuevo el Lyon, de nuevo un cambio para ganar la Champions.
“Obviamente, hicimos una reunión. Pero no fue un cónclave como el de Budapest, que está un poco mitificado”, explica Zubizarreta. El cuerpo técnico, tras reunirse con las jugadoras y el director deportivo, decidió cambiar la estrategia en la carga de entrenamiento. “La temporada pasada se nos había hecho un poco larga. No solo a nivel de resultados, sino también a nivel de sensaciones”, recuerda Zubizarreta. Y concluye: “Este año, en cambio, las sensaciones han sido completamente distintas. Aunque perdimos y empatamos en la Liga, cosas que son muy raras para nuestro equipo, las sensaciones eran muy buenas antes de la final”. La idea estaba clara en el Barcelona. “El equipo tenía que estar en plena forma a la final de la Champions”, remata Giráldez.
El Barcelona aterrizó en Eindhoven con una sola baja -Oshoala- y hasta se dio el lujo de recuperar a Alexia Putellas. No había mejor manera de terminar el curso: con la capitana levantando la Champions, después de haber ganado la Liga y la Supercopa de España.
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