Gabri Veiga salva al Celta
Los dos goles del exquisito centrocampista aseguran la permanencia del equipo gallego ante un relajado y errático Barcelona
Gabri Veiga, un osado centrocampista de 21 años, acabó con el miedo de Balaídos y puso a salvo al Celta. La hinchada celeste se puso a corear el nombre del exquisito centrocampista de Porriño después de que cerrara el partido con dos goles preciosos, uno ante el portero titular del Barça (Ter Stegen) y el segundo al suplente (Peña), la mejor manera de firmar una actuación solemne y quién sabe si también la última con el Celta. Avala...
Gabri Veiga, un osado centrocampista de 21 años, acabó con el miedo de Balaídos y puso a salvo al Celta. La hinchada celeste se puso a corear el nombre del exquisito centrocampista de Porriño después de que cerrara el partido con dos goles preciosos, uno ante el portero titular del Barça (Ter Stegen) y el segundo al suplente (Peña), la mejor manera de firmar una actuación solemne y quién sabe si también la última con el Celta. Avalado por su calidad y pegada (11 goles y cuatro asistencias), el futuro de Gabri parece estar en la Premier. No es extraño que la gente rompiera a cantar a favor del ídolo local y contra el presidente Mouriño.
El partido no tuvo más historia que las intervenciones de Gabri Veiga, después de que se reencontrara con el gol, y la suplencia de Iago Aspas. El Celta es un club convulso que ha encontrado un alivio en una de las sensaciones del campeonato, últimamente igual de afligido que su equipo, hasta que por fin volvió a ganar ante un campeón desde hace tiempo relajado como el Barça.
Xavi insiste con Eric García como mediocentro para dar minutos al defensa y seguramente también para demostrar a Laporta que necesita el mejor fichaje posible para sustituir a Busquets. El equipo no gira ni juega como quiere el entrenador en ausencia de un capitán que ya se despidió durante la semana junto con Alba. No era fácil tampoco coser una alineación en la que también faltaban por lesión Pedri, Araujo y Balde, y por decisión técnica Ansu, Gavi y Dembélé. La tarea de Eric, más quieto que dinámico en la medular, se presentaba demasiado compleja en un partido tan exigente como el de Balaídos.
Carvalhal se la jugó de salida sin Aspas. El goleador (12 dianas) no está físicamente en su mejor momento y sus últimas declaraciones sobre la falta de calidad de la plantilla tampoco sentaron bien en Vigo. La caída de la figura celeste ha sido tan preocupante para el club como la del equipo: un punto sobre los últimos 18 antes de la última jornada. Temblaba el Celta y el suspense se centró en la portería de Iván Villar por un gol anulado por el VAR a Kessié después de un buen rato de Veiga, fino en el pase y en el tiro, el más clarividente en el intenso y nervioso plantel de Carvalhal.
La hinchada estaba tan pendiente de Balaídos como de Valladolid. No mandaba el Celta ni se imponía el Barça y las llegadas se sucedían sin que acertaran los rematadores, ni siquiera el pichichi (23) Lewandowski. No estaba fino el Barcelona en las áreas, y menos en la de Ter Stegen, nervioso y al final vencido en su intento de dimensionar el Trofeo Zamora.
A pesar de que su alineación se impuso a la de Iñaki Peña hasta el minuto 61, el meta alemán no pudo batir el récord de Liaño establecido en 1993-1994 —compartirán el registro de 26 jornadas sin encajar un gol— después de ser abatido por un tiro cruzado de Gabri Veiga, tras un balón perdido entre De Jong y Ferran. A la imprecisión e inconsistencia azulgrana respondió Xavi con el cambio de Christensen por Gavi para que Eric regresara al puesto de central con Koundé. Al Barça, sin embargo, le costaba encontrar el hilo de juego mientras el Celta se encomendaba a Veiga.
El volante saludó la entrada del meta azulgrana Peña con un golazo después de un sutil toque —o puede que un centro chut— desde el costado derecho del área que se coló en la portería, junto al poste, ante el júbilo de Balaídos. La jugada fue definitiva para acabar con el choque y con el sufrimiento local ante el absentismo de un Barcelona que acabó por dar fe de vida con los cambios y un gol de Ansu. Nadie quitó el protagonismo a Gabri Veiga.
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