Osasuna descabalga de Europa al Athletic
Dos goles en la segunda parte decantan el duelo por la plaza en la Conference
Osasuna se llevó los tres puntos, Arrasate le volvió a ganar claramente la partida de ajedrez a Valverde, y el Athletic se apeó de su puesto de Conference, que cedió, como la plaza en la final de Copa, a su vecino pamplonica, más convencido de lo que hacía que el grupo bilbaíno.
Salió fogoso Osasuna, con una marcha más que el Athletic, con el recuerdo de la vacuna que recibió, para después de var...
Osasuna se llevó los tres puntos, Arrasate le volvió a ganar claramente la partida de ajedrez a Valverde, y el Athletic se apeó de su puesto de Conference, que cedió, como la plaza en la final de Copa, a su vecino pamplonica, más convencido de lo que hacía que el grupo bilbaíno.
Salió fogoso Osasuna, con una marcha más que el Athletic, con el recuerdo de la vacuna que recibió, para después de varias frustraciones en temporadas anteriores, saber neutralizar al equipo rojiblanco, como en la Copa, o como en la ida en San Mamés. Pero después de unos minutos en los que los rojiblancos no atinaban a sacar la pelota de su campo, y todos los rebotes se deslizaban por la pendiente hacia las botas osasunistas, el juego se equilibró. Se asentaron los de Valverde, tras su comienzo desconcertante, y la extraña pareja del medio campo, formada por Vesga y Zarraga –con Sancet en el banquillo–, empezó a funcionar mejor.
También Iñaki Williams. Mientras Nico se perdía en la pugna con Manu Sánchez y las ayudas a De Marcos sobre Abde, el hermano mayor se dedicaba a correr, que es su especialidad, y la primera vez que encontró la espalda de la defensa, se plantó ante Aitor, con Rubén Peña estorbándole, y tocando con la mano el disparo en el que los bilbaínos pidieron penalti. No lo pitó el árbitro, ya no se sabe a qué criterio a qué atenerse, y ser frustró la ocasión. Tuvo otra Iñaki, otra vez a la carrera, después de un pase milimetrado de Zarraga, y tuvo que intervenir de nuevo Aitor para desviar a córner.
Osasuna, siempre dinámico, se frenaba siempre antes de llegar al área, y Agirrezabala no tuvo trabajo en la primera parte. Pero comenzó la segunda, y la ocurrencia de Valverde de dejar en el banquillo a Unai Simón, tuvo sus consecuencias. El primer remate a puerta de Osasuna en todo el partido, un buen cabezazo de Budimir, se lo comió el guardameta donostiarra, que metió mal el brazo y no pudo desviar la pelota en una acción en la que no parecía complicado hacerlo. El gol, que dejaba al Athletic fuera de los puestos europeos y metía a Osasuna, lastró al equipo de Valverde, que a pesar de intentarlo, se convirtió en una sombra sobre el césped, porque el equipo local redobló su intensidad, y aunque hubo alguna escaramuza en el área osasunista, ningún indicio señalaba que pudiera producirse alguna reacción bilbaína en forma de gol.
Además, llegó el segundo de Osasuna después de un saque de falta de Abde que golpeó el poste, no supo defender la zaga del Athletic y empujó Torró desde el punto de penalti para sentenciar el partido, porque después, la lastimera respuesta visitante se concretó en llegadas y más llegadas sin sentido, siempre neutralizadas por Aridane y David García, siempre bien situados para cumplir su misión principal. El Athletic siempre eligió mal, y así le fue.
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