Descartado el PSG, el futuro de Messi está en el aire
El Barcelona no tiene recursos económicos para fichar al 10 y el argentino solo tiene la oferta de Arabia Saudí sobre la mesa
Ha comenzado la cuenta atrás en la vida de Lionel Messi en París. El argentino no se presentó este miércoles por la mañana al entrenamiento del PSG y a nadie le sorprendió. La entidad francesa castigó al capitán de la Albiceleste con una suspensión de empleo y sueldo de 15 días después de que el rosarino viajara sin autorización del club a Arabia Saudí, un país y una liga a la que le sobran millones y que suspira por su fútbol. La sanción, en cualquier caso, no es oficial. Aunque fuentes d...
Ha comenzado la cuenta atrás en la vida de Lionel Messi en París. El argentino no se presentó este miércoles por la mañana al entrenamiento del PSG y a nadie le sorprendió. La entidad francesa castigó al capitán de la Albiceleste con una suspensión de empleo y sueldo de 15 días después de que el rosarino viajara sin autorización del club a Arabia Saudí, un país y una liga a la que le sobran millones y que suspira por su fútbol. La sanción, en cualquier caso, no es oficial. Aunque fuentes del PSG aclaran a EL PAÍS: “Queremos jugadores comprometidos con el club, con la afición y con París”. La familia Messi, en cambio, prefiere no hacer ningún comentario. Los Messi quieren acabar su periplo en París de la mejor forma posible. Un periplo que ya habían dado por finalizado hace un mes, cuando Jorge, representante y padre del jugador, avisó a Luis Campos, director deportivo del PSG, de que no seguirían. No existe, dicen, proyecto deportivo.
En cada negociación que lidera Jorge Messi se repite una pregunta. “¿Cómo será el equipo la próxima temporada?”. En febrero, el padre del jugador viajó a París para reunirse con la cúpula del PSG. Todo parecía encaminado a una negociación sencilla, después de que en noviembre ambas partes acordaran de palabra ejecutar la cláusula del contrato que, por las mismas condiciones económicas, se estiraba por una temporada más. Sin embargo, todo se torció. El problema, aseguran ambas partes, no fue económico. “Messi y Neymar cobran menos dinero que Mbappé, pero como son extranjeros, cuentan con mejores beneficios fiscales”, subrayan desde París. Pero el PSG no tenía claro su futuro deportivo. No podía asegurarle fichajes a Messi ni tampoco el nombre del próximo entrenador. A los catarís no les gusta que les hagan esperar ni a Messi, perder. Así que cuando el Bayern borró de la Champions al PSG, el argentino entendió que ya no tenía nada que hacer en París.
Y el Barcelona, deseoso de buenas noticias para sus aficionados después de que estallara el caso Negreira, contactó con el 10 para ofrecerle un posible homenaje. Joan Laporta, sin embargo, necesitaba mucho más que una fiesta de despedida para entusiasmar a su hinchada. Y en los despachos comenzaron a trabajar en la maniobra financiera que les permitiera inscribir a Messi en LaLiga.
Una maniobra más que compleja. “No podemos pensar en el fichaje de Leo si antes no inscribimos los contratos de Araujo y Gavi”, explican fuentes de la dirección deportiva. El uruguayo y el andaluz firmaron sus respectivos contratos el año pasado. Sin embargo, al no cumplir el juego limpio financiero, el Barcelona no los pudo inscribir. Y si no le pone solución, ambos futbolistas quedarán libres el próximo 30 de junio. No es, ni de cerca, el único problema económico. El club trabaja en una reducción de gastos exhaustiva, un plan de viabilidad para presentar en LaLiga. “Les estamos pidiendo aclaraciones”, cuentan fuentes de la patronal.
“Tenemos 800 millones de ingresos y 1.000 millones de gastos”, explican fuentes del Camp Nou. El Barcelona ha comenzado la reducción de gastos. Según las cuentas del área económica, el club presentó a LaLiga un escenario en el que ya ha presupuestado 120 millones menos de gastos en el curso 2023-2024.
La idea es recortar la nómina de empleados: 200 personas que representan cerca de 20 millones. Ya se anunció el cierre de Barça TV: otros 15 millones menos. Y aspiran a reducir la masa salarial del primer equipo. “Estamos cerca de los 480 millones, lo ideal sería cifrarla en 450, incluidas las amortizaciones”, completan. Mateu Alemany había contactado con algunos de los jugadores de Xavi para intentar negociar una rebaja salarial. “Nos piden algo similar a lo que hicimos en la covid”, explican desde el vestuario. Pero todo ha quedado en suspenso desde que Alemany renunció el pasado martes; el secretario técnico, Jordi Cruyff, no tiene claro su futuro. Lo que sí tienen claro es que no puede entrar ningún futbolista si antes no hay salidas. “No es un tema de ventas, es un asunto de masa salarial”, recuerdan desde el área deportiva.
El Barcelona está obligado a desprenderse de jugadores (Ansu Fati, Ferran Torres, Kessié y Raphinha son los principales candidatos) para después fichar. Y primero tiene que inscribir los contratos ya pactados. Es decir, los vínculos de Araujo, Gavi, Marcos Alonso, Sergi Roberto e Íñigo Martínez (ya apalabró su llegada al Barça). Messi está a la cola. “Además”, aclaran en LaLiga, “el contrato de Messi no puede ser inferior a los 25 millones, según los cálculos que realizamos nosotros respecto de lo que gana en el PSG”.
Messi, que sigue habitualmente la actualidad del Barcelona y mira los partidos del equipo de Xavi, está al caso de la situación por la que transita el club: del caso Negreira, la posible sanción de la UEFA y el traslado a Montjuïc. Y está especialmente afectado por el cierre de Barça TV. En los despachos siguen a la suya: “Con Leo va a ser divertido el exilio a Montjuïc. Si vuelve Messi es populismo, puede ser. El mismo populismo que nos llevó a Xavi. Y nos sirvió. Ganamos la Liga”.
Descartado el PSG y con el Barça en crisis económica, el futuro de Messi es una moneda al aire. Tiene una opción tan poco tentadora en lo deportivo como golosa en lo económico: 400 millones le ofrece el Al-Hilal de Arabia Saudí.
El vestuario azulgrana recibiría al 10 con los brazos abiertos
“Aquí falta liderazgo. Falta un jugador que contagie. Lewandowski va a la suya, Jordi Alba está como está y Busquets no se sabe qué hará con su vida”, explica un jugador del primer equipo azulgrana. “Si vuelve Leo se genera algo distinto. Su presencia obliga a ganar”, remata uno de los veteranos de la plantilla del Barcelona. Pero no solo es la vieja guardia la que quiere al 10. “A los jóvenes les encantaría que vuelva. Para chicos como Gavi, Pedri y Araujo es un sueño jugar con Leo”, subraya un empleado del Barça. Y el rosarino no solo cuenta con el apoyo del vestuario. El cuerpo técnico hace tiempo que persigue al argentino. Y hasta ya le visualiza en el campo junto a Pedri.
Ocurre, sin embargo, que no todos en el Barça son tan optimistas. Hay quien piensa en el Camp Nou que el regreso de Messi eclipsaría el crecimiento de nuevos liderazgos, además de resucitar viejos vicios. Tampoco ayudaría a rejuvenecer la plantilla, ya que Busquets y Jordi Alba optarían por quedarse en el club.
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