Carlos Alcaraz, un joven genio anda suelto
El número uno, que encadena 10 victorias, se reencontrará este viernes con Sinner en las semifinales de Miami (1.00) tras volver a lucirse: 6-4 y 6-2 frente a Fritz
Hace Carlos Alcaraz que pase todo rapidísimo, con esa virtud que poseen los elegidos de hacer que todo parezca muy sencillo y muy fácil, incluso aquello que es sumamente complejo. Por ejemplo, el desempeño en la red. No hay jugador hoy día que ejecute tan bien la volea ni el bote-pronto como él, virguero en la red –sonríe John McEnroe desde el costado de la pista– y bombardero desde la línea de fondo. Sabe cuándo, dónde y cómo golpear. A Taylor Fritz, sin ir más lejos, le encontró el hígado nada más comenzar el duelo y aunque el estadounidense se mantuvo en pie y guanteó con dignidad, cayó a p...
Hace Carlos Alcaraz que pase todo rapidísimo, con esa virtud que poseen los elegidos de hacer que todo parezca muy sencillo y muy fácil, incluso aquello que es sumamente complejo. Por ejemplo, el desempeño en la red. No hay jugador hoy día que ejecute tan bien la volea ni el bote-pronto como él, virguero en la red –sonríe John McEnroe desde el costado de la pista– y bombardero desde la línea de fondo. Sabe cuándo, dónde y cómo golpear. A Taylor Fritz, sin ir más lejos, le encontró el hígado nada más comenzar el duelo y aunque el estadounidense se mantuvo en pie y guanteó con dignidad, cayó a plomo a la lona; 6-4 y 6-2, en 1h 17m. Otro más. Un joven genio anda suelto.
En consecuencia, el español disputará la próxima madrugada (no antes de las 1.00, Movistar Deportes) las semifinales del Masters 1000 de Miami frente a Jannik Sinner y mantiene vivo el sueño de convertirse en el octavo tenista masculino que eleva el mismo año los trofeos de Indian Wells y Florida. Elevó el primero hace poco más de una semana y está ahora a solo dos pasos de repetir la escena con el segundo, que ya conquistó el año curso pasado y que, con un mundo todavía por delante, reclama a bocados. Enlaza 10 triunfos Alcaraz sin ceder un solo set, y se distingue como el jugador más productivo en lo que va de temporada, por encima del mismísimo Novak Djokovic.
El serbio, 16 años mayor que él, recibió este jueves con alivio la aprobación del Senado de los Estados Unidos para que se reduzcan las restricciones en la lucha contra el COVID-19, lo que significa que podrá competir en el US Open; sin embargo, Nole identifica desde la barrera una amenaza creciente con acné en las mejillas, brazos como martillos y piernas de fórmula 1. Hasta hoy, el español tan solo ha perdido un encuentro –18-1, con una efectividad del 94,7%– y el serbio –15-1, luego un 93,7%– pelotea con urgencia sobre la tierra batida de Belgrado porque no tiene un solo instante que perder. La ola se transformó galerna y ahora mismo, Alcaraz es sencillamente un tsunami.
Ya puede dar fe de ello Fritz, una torre de 1,96 que se desplaza bien, que tira fuerte con el revés y que suele engatillar con buena mano; escuela made in USA, saque y látigo, pero algo más. Bastante más. Nunca se había enfrentado el norteamericano al joven mandamás de la ATP y comprobó el devastador efecto de la inercia. La marea se lo llevó por delante. Le abordó Alcaraz con todo desde el primer pelotazo y arañó la primera rotura nada más abrir boca; el rival se defendió con gallardía y repelió, pero cedido el servicio de nuevo al inicio de la segunda manga la película se terminó. No hay quien resista a semejante zozobra, a tanto ritmo y ni a tanto remolino. Va y va a la carga el de El Palmar, una máquina a la que se le queda pequeña la pista y que escupe la pelota en forma de misil Tomahawk.
“Sí, probablemente haya sido mi mejor partido en el torneo”, corroboró. “Me siento muy cómodo y creo que la clave estuvo en el resto; aproveché mis oportunidades [3 de 5 en opciones de break] y desde el fondo jugué muy agresivo. Me he sentido muy, muy bien. Digamos que me salió perfecto”, abundó el gobernador del tenis masculino, que este primer trimestre ha derrotado a tres de las referencias actuales por ranking: Félix Auger-Aliassime (8º), Daniil Medvedev (5º) y Fritz (10º).
“Sin respiro” e “insoportable”
Uno y otro firmaron 20 ganadores, pero decidió la precisión: 13 errores por parte del vencedor, 28 del vencido. Dos veces amenazó con la rotura el local, y en ambas tuvo que recular ante el portazo. Él, Fritz, era uno de los dos integrantes actuales del top-10 a los que no había rendido el murciano, al que ahora solo le queda una cabellera por coleccionar; es la del ruso Andrey Rublev, con el que todavía no se ha topado. Al tiempo. “Este tío no falla una…”, le piropeaba con envidia sana el de Moscú durante un entrenamiento. No le falta razón. Hoy por hoy, Alcaraz exige prácticamente la perfección. Juega a todo gas y al de enfrente no le queda otra que subirse al tren bala y aguantar como sea. Lo hizo Fritz, amarrado con la última falange, pero la fuerza centrífuga le sacó del partido.
“Tiene todas las herramientas. Es muy raro ver a alguien tan joven y tan bueno, porque realmente no hay ningún aspecto en el que deba incidir demasiado. Tiene toneladas de planes, de registros. Los tres primeros juegos fueron insoportables, pegaba tiros a casi 180 km/h”, apuntó el número diez del mundo, directo en la comparativa: “La primera vez contra Roger, Rafa y Novak sentí que tenía más respiro. Djokovic te saca de tu posición, pero creo que puedo aguantar el peloteo y que tengo más oportunidades de atacar... Esta vez, los tres primeros juegos me hicieron mucho daño; me hizo daño con tiros que por parte de otros jugadores normalmente no me hacen tanto daño”.
Muy sólido, exquisito al ataque e incisivo en cuanto detectó la más mínima duda del rival, Alcaraz redondeó la victoria –segunda mejor serie que firma, tras las 14 victorias sucesivas que logró en la última gira sobre arcilla– y volverá a batirse con Sinner sin apenas tiempo para la recuperación. El italiano, de 21 años y que a partir del lunes lucirá de nuevo en el top-10, resolvió un día antes su acceso a las semifinales y dispondrá de un día extra de descanso gracias al desajuste ocasionado el miércoles por la lluvia. Viene fuerte el italiano, un todo: talento, cabeza y ética de trabajo. No obstante, no hay jugador que intimide ni domine más que el español, soberbio estos días y que además cuenta a su favor con los registros precedentes: 3-2 a su favor.
El más reciente, hace dos semanas en el desierto californiano, resuelto en 7-6(4)y 6-3. Cobra forma el nuevo clásico, cinco episodios con este último en un margen de nueve meses. “Nos llevamos muy bien fuera de la pista, hablamos, es un buen chico. Es muy importante también ser buena persona”, precisó Alcaraz, que en el caso de alcanzar la final del domingo tendría enfrente a Medvedev (6-3 y 7-5 a Christopher Eubanks) o Karen Khachanov (6-3 y 6-2 a Francisco Cerúndolo), citados a las 19.00, hora española; “pero aunque hoy mi nivel fue muy alto, contra Jannik deberá ser igual o incluso mejor. Nunca pienso que mi nivel es suficiente, siempre trato de mejorar. Cada partido es distinto y todo puede pasar”.
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