Richard Carapaz: “Los ciclistas somos un poco masoquistas”

El corredor y líder de Education First, que asume la Volta como un entrenamiento para el Tour, reflexiona alrededor de su carrera y el nuevo ciclismo

Richard Carapaz, antes de comenzar la quinta etapa de la Volta.PAU BARRENA (AFP)

Ataviado con unas gafas y con el chándal del equipo, Richard Carapaz (Tulcán, Ecuador; 29 años) se acomoda en el sofá y pide una botella de agua para hidratarse, pues hace un par de horas sufría sobre la bicicleta la ascensión demoledora a Lo Port. Habla despacio y en un siseo, aunque en ocasiones acompaña las palabras con una sonrisa pícara, una característica de su personalidad y ciclismo. Líder del Education First, asume la Volta como algo más que un entrenamiento para su gran objetivo, el Tour de ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Ataviado con unas gafas y con el chándal del equipo, Richard Carapaz (Tulcán, Ecuador; 29 años) se acomoda en el sofá y pide una botella de agua para hidratarse, pues hace un par de horas sufría sobre la bicicleta la ascensión demoledora a Lo Port. Habla despacio y en un siseo, aunque en ocasiones acompaña las palabras con una sonrisa pícara, una característica de su personalidad y ciclismo. Líder del Education First, asume la Volta como algo más que un entrenamiento para su gran objetivo, el Tour de Francia.

Pregunta. Dejó Ineos este verano para fichar por EF con la idea de ir a por el Tour. ¿Lo mantiene?

Respuesta. Fiché porque teníamos muchas cosas en común y el hecho de compartir objetivos me atrajo. Ellos decían que querían ganar el Tour…, pues yo también quiero, ¿sabes? Eso nos unió. Buscar una cosa tan grande y ambiciosa, fortalece.

P. ¿Le define la ambición?

R. La ambición ha hecho a Richard Carapaz. En Ecuador no había tradición, apenas medios, y ser ambicioso me ha llevado a un oro olímpico, a ganar una gran vuelta [el Giro de 2019], a estar en otros podios [segundo en el Giro de 2022 y la Vuelta de 2020, y tercero en el Tour de 2021]…

P. Ocurre que ahora hay un grupo de corredores que lo ganan todo como Pogaçar, Vingegaard, Roglic, Evenepoel…

R. He estado con ellos en podios, sé la calidad que tienen. No puedo hacer de menos a nadie. Son grandes corredores, pero también sé que puedo estar ahí. Somos todos ambiciosos y espero estar en la pelea otra vez.

P. ¿Si algo le caracteriza es que siempre planta batalla?

R. Está en mi sangre y le suelo sacar provecho. Soy valiente, luchador. Creo que muchos ciclistas disfrutamos de sufrir en la bici. Somos un poco masoquistas. Esa es la palabra.

P. Quizá ese carácter también le viene por su infancia, pues se encargó de la granja de sus padres cuando su madre enfermó por un cáncer de mama. ¿Es así?

R. Sí. Lo vivido en la adolescencia ha influido en mi carácter. Y he sabido sacarle provecho porque tuve una lección de vida muy importante. No lo escogí, pero lo agradezco porque en la bicicleta me ha servido mucho.

P. ¿El ciclismo le ha dado la vida con la que soñaba?

R. De dónde venía tampoco tenía muchas expectativas. Pero hago el trabajo que me gusta y me pagan. Soy muy afortunado.

P. ¿Siempre tuvo claro que quería ser ciclista?

R. Sí. Llegó un momento en el que mi padre me preguntó qué prefería, si estudiar o la bici. Le dije que quería intentarlo y que si a los 23 años no había conseguido nada importante, me dedicaría a estudiar. Pero por dentro pensaba que quería ser ciclista. Me volqué al ciento por ciento en esto y me ha traído hasta aquí.

P. También fue campeón olímpico en 2021… Pero en su festejo recriminó a Ecuador que nunca le ayudó. ¿En qué sentido?

R. Cuando empezaba no tenía medios económicos. Tenían a un talento y como país no apostaron por mí. No pedía que me pagaran, pero sí llevarme a un Panamericano, a un Bolivariano… No me apoyaron con la bici, ni con la ropa ni con las carreras. Ese es mi reproche. De la gente no podía espera nada, pero ahora en Ecuador el ciclismo está de moda y es muy importante mi nombre. Me aplauden y lo agradezco mucho. Ojalá siga creciendo.

P. El ciclismo es cada vez más global y competitivo, ¿no?

R. Con el tiempo todo está más profesionalizado y medido. Este año, por ejemplo, el nivel es muy superior a otras temporadas. Tienes que ser preciso, moverte en el momento exacto.

P. Usted suele hacer ver que está mal en la subida y luego ataca. ¿Le gusta jugar a eso?

R. Bueno, los años de experiencia te llevan a conocer las situaciones de carrera y aprendes cuándo es bueno atacar. Es picardía e instinto, pero también vivencias porque las carreras son repetitivas. Y ese aprendizaje, saber cuándo y dónde moverte, puede marcar las diferencias.

P. Llegan jóvenes preparados y con hambre. ¿Son irreverentes?

R. Cada uno tiene su escuela. La mía es de los años de antaño, que veías al Bala [Valverde] y te hacías a un lado. Ahora es distinto. Pero los jóvenes están haciendo cosas importantes y todo el mundo merece respeto.

P. ¿Esta evolución le ha hecho cambiar sus rutinas?

R. Siempre he tenido una manera de prepararme. Sí que ha habido cambios para mejorar, como el gimnasio, pero lo esencial es disfrutar de la bici. Eso es lo que más te aporta.

Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.

Más información

Archivado En