Yuri de Souza, el brasileño adoptivo de Ponferrada al que solo superan Messi y Cristiano

El delantero, de 40 años y con más de 240 tantos, rompe registros en el fútbol español como ídolo en la Ponferradina sin haber jugado nunca en Primera

Yuri de Souza durante un partido de segunda división entre la Ponferradina y el Leganés en 2021.Angel Martinez (Getty Images)

Messi, Cristiano Ronaldo y Yuri da Souza. Dos de los tres máximos artilleros extranjeros del fútbol español son emblemas del fútbol que han marcado épocas con sus registros. El tercero, por encima del mismísimo Hugo Sánchez, lleva más de 240 dianas y es un brasileño de 40 años que no ha catado la Primera división pero que en Ponferrada (León) recibe año a año el Balón de Oro del cariño popular. Yuri, hijo adoptivo de El Bierzo y Pichichi local, disfruta lejos de los focos mientras engrosa su c...

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Messi, Cristiano Ronaldo y Yuri da Souza. Dos de los tres máximos artilleros extranjeros del fútbol español son emblemas del fútbol que han marcado épocas con sus registros. El tercero, por encima del mismísimo Hugo Sánchez, lleva más de 240 dianas y es un brasileño de 40 años que no ha catado la Primera división pero que en Ponferrada (León) recibe año a año el Balón de Oro del cariño popular. Yuri, hijo adoptivo de El Bierzo y Pichichi local, disfruta lejos de los focos mientras engrosa su casillero para regocijo de la Sociedad Deportiva Ponferradina, donde firma 188 goles, y de una hinchada que lo idolatra. El vestuario del Toralín se ha convertido en su segundo hogar y cuando se retire, algo para lo que no tiene fecha, la siguiente etapa la vivirá en los despachos.

El delantero habla con tranquilidad sobre su idilio con las porterías. Sus primeros 56 aciertos, según la base de datos Bdfutbol, llegaron en el Pontevedra, en Segunda B, dos años demostrando su olfato hasta que lo llamó Las Palmas, en Segunda. El año en las islas lo devolvió al noroeste de la Península y en 2009 firmó con la Ponferradina, en el tercer peldaño del balompié nacional, y comenzó su idilio con El Bierzo. “Estoy orgulloso y contento de llegar a estos números, cerca de esos grandísimos jugadores, jamás se me pasó por la cabeza, es fruto de mucho trabajo de muchos años”, valora el ariete, que tilda como su “casa” la entidad en la que, salvo una aventura de un año en la Liga china, ha anotado tantos de mil maneras entre la Segunda y la Segunda B, pues ha vivido tres ascensos y dos descensos en 13 años. “Tuve suerte de venir a un gran equipo”, expone Yuri, que evita ponerse metas al final de cada temporada. “Voy año a año, partido a partido, sin cifras ni de partidos ni de hasta cuándo jugar, tengo la ilusión de un chaval y querer más trabajando con humildad”, sostiene el veterano jugador, que con sus 188 aciertos con la blanquiazul se ha convertido en el máximo realizador de la historia de un club centenario. En el siglo XXI solo han logrado más dianas en el fútbol profesional nacional Messi, Cristiano, el aún activo Rubén Castro y Villa.

El secreto de mantener la precisión pese al tiempo, detalla el brasileño, radica en la experiencia, aliada indispensable en el área rival. “Pasando los años tomas decisiones más acertadas sobre dónde cae el balón, saber moverse para ganar ventaja al rival”, explica el ariete, que lidera la anotación de la ‘Ponfe’ con sus cinco tantos esta Liga tras el del domingo en Granada (2-2). El tono físico, clásico enemigo de los deportistas que rondan los 40, lo mantiene a base de atender a los preparadores físicos, respetar el descanso y mimar la alimentación, aunque le impida, como confiesa risueño, disfrutar de los tradicionales y contundentes botillos bercianos. Al éxito futbolístico lo acompaña y estimula el aprecio popular y la felicidad que Yuri siente en Ponferrada. De El Bierzo es su pareja y dos de sus tres hijos y allí recibió el año pasado el título de hijo adoptivo de la comarca, todo un honor más allá de las portadas.

El alcalde de Ponferrada, Olegario Ramón (PSOE), destaca al brasileño por las alegrías que regala a sus ciudadanos: “Yuri es uno de los grandes símbolos del equipo en su historia, un jugador con una asombrosa capacidad para concitar la aprobación de sus compañeros, de sus entrenadores, de la directiva y la afición. Eso se da muy raramente en un equipo de fútbol”. Para él, el dorsal ‘10′ se ha convertido en “un espejo en el que mirarnos, ejemplo de resiliencia y lucha contra las dificultades diarias y de superar con éxito las consecuencias naturales de la edad”. Así se ha ganado el aprecio popular, ese que el futbolista dice sentir por la calle o en el supermercado, con peticiones de fotos y autógrafos, entre amplias sonrisas, que decantaron su decisión de quedarse pese a que en su día tuvo ofertas del Eibar para estrenarse en Primera. El presidente de la entidad, José Fernández, celebra el compromiso de su estrella, de ese “hombre de club, el número uno, aquí tiene su casa y se va a quedar con nosotros”. “Donde va, lo adoran”, zanja Fernández.

La admiración se palpa también en el vestuario, relata su compañero de camerino Paris Adot. “Es como Raúl en el Real Madrid, que no parecía tan bueno pero tiene el instinto, no he visto a nadie así definiendo”, describe el zaguero, víctima de Yuri en los entrenamientos: “Mira que lo conocemos, pero nos lo quedamos mirando porque mete todas las que le cae”. Como capitán, valora, “no es el típico seriote, sino que es bromista, es simpático y ayuda en todo”. El sudamericano agradece estas palabras e insiste en que su objetivo, además de emular a su ídolo, Ronaldo Nazario, pasa por un ascenso con la Ponferradina, que este curso pelea por la permanencia. “Es complicado, pero puede pasar de todo”, desliza Yuri, a quien pocos caprichos del fútbol le pueden sorprender una vez que ha inscrito su nombre en la historia del gol español.

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