Alcaraz no está solo: Davidovich, otra baza en California

El murciano se beneficia del abandono de Draper (6-2 y 2-0) y el andaluz (6-3 y 6-4 a Garín) afronta esta noche un durísimo reto frente al enrachado Medvedev

Davidovich golpea la pelota durante el partido contra Garín en Indian Well. / PETER STAPLES (ATP)
Madrid -

Resopla Jack Draper, una mole de 193 centímetros y 85 kilos a la que el traqueteo termina descomponiendo. Sufre el inglés de tanto ir y venir, y lo paga finalmente su abdominal, protegido con una cinta de antemano; la musculatura, entre algodones, se resiente y el joven de Sutton termina dando un paso a un lado cuando han transcurrido 46 minutos de partido y Carlos Alcaraz manda ya por 6-2 y 6-0. Se retira el rival y el español consolida su acceso a los cuartos de final de Indian Wells, en los que se medirá con el canadiense Félix Auger-Aliassime (3-6, 6-3 y 7-6(6) a Tommy Paul). “...

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Resopla Jack Draper, una mole de 193 centímetros y 85 kilos a la que el traqueteo termina descomponiendo. Sufre el inglés de tanto ir y venir, y lo paga finalmente su abdominal, protegido con una cinta de antemano; la musculatura, entre algodones, se resiente y el joven de Sutton termina dando un paso a un lado cuando han transcurrido 46 minutos de partido y Carlos Alcaraz manda ya por 6-2 y 6-0. Se retira el rival y el español consolida su acceso a los cuartos de final de Indian Wells, en los que se medirá con el canadiense Félix Auger-Aliassime (3-6, 6-3 y 7-6(6) a Tommy Paul). “Get well soon, Jack! (¡Recupérate pronto!)”, estampa en la cámara el número dos, que coge del brazo a Alejandro Davidovich y le arenga: vamos, amigo, esto es nuestro.

El andaluz, de 23 años, ha resuelto unas horas antes su duelo con el chileno Cristian Garín (6-3 y 6-4, en 1h 24m) y reincide en su carácter indescifrable: nunca se sabe por dónde va a salir. Capaz de todo, de lo mejor y de desconectar en un abrir y cerrar de ojos, ofrece estos días el perfil bueno y sigue adelante en el torneo, lo que le sitúa en una posición desconocida; el próximo lunes figurará como el 25º de la ATP –su mejor ranking desde que se asentara en el circuito, hace tres años– y la andadura de esta semana reafirma su potencial. Paradójicamente, hasta ahora solo había logrado el acceso a los cuartos de un Masters 1000 sobre arena, en Montecarlo (2021 y 2022), pero tiene tenis para sorprender aquí y allá, en cualquier parte.

“Estoy muy feliz. Ahora es el momento de dar un paso adelante y seguir empujando”, expresa el malagueño, un jugador tan versátil como complejo, que lo mismo conquista Wimbledon como júnior (2017), alcanza los octavos del US Open (2020 y 2022) o los cuartos de Roland Garros (2021), que desaparece en las primeras rondas. “Mi prioridad es ser más sólido”, suele repetir, en busca de esa regularidad que choca con su propia naturaleza. Tenista de momentos, de impactos y disfrutón, ingenioso y agradable a ojos del aficionado, Fokina –su apellido materno, incorporado al nombre oficial en la competición– avista un reto más que considerable este miércoles, no antes de las 23.00 (Movistar Deportes): se llama Daniil Medvedev, el dueño del ahora.

“Esta pista es una vergüenza para el deporte. Se debería prohibir jugar aquí. Y a esto lo llaman pista dura… ¡Qué vergüenza! Voy a ir al baño lento, y no me importa si recibo warnings [amonestaciones]... Si nos permiten jugar aquí, yo me voy a permitir hacer lo que quiera”, protesta el ruso durante el pulso con el alemán Alexander Zverev, decantado a su favor por 6-7(5), 7-6(5) y 7-5, tras 3h 17m. “Esto no es una pista rápida, sé lo que es una pista rápida… soy un especialista”, le recrimina al juez de silla antes de encadenar su 17ª victoria consecutiva y situarse así a tres pasos –los mismos que Alcaraz del número uno– de levantar su cuarto título seguido tras los de Róterdam, Doha y Dubái.

Draper es atendido durante el partido contra Alcaraz.FREDERIC J. BROWN (AFP)

“Si 80 jugadores salen y dicen que la pista es demasiado lenta y que hay que cambiar algo, significa que es malo que no se cambie…”, lamenta luego en la sala de conferencias. “No puedes jugar tu mejor tenis en una pista como esta. Ha habido algunos puntos buenos, pero probablemente sea la pista dura más lenta del circuito. Todo el rato hay rallies [intercambios]”, se quejaba tras el estreno del sábado. “No me gusta mi comportamiento; creo que en realidad me distrae y sería mejor simplemente callarme y jugar, eso es lo que debo hacer, pero al mismo tiempo, así es como soy…”, analiza con la cabeza más fría, enfocando ya el cruce con Davidovich. El español cedió en los dos precedentes entre ambos: el reciente en Róterdam y el de 2021 en Madrid.

Hueso duro para el andaluz, acompañante de Alcaraz en California. Durante los tres cuartos de hora que ha intervenido en el primer turno nocturno, el murciano ha encontrado todo lo necesario: estupenda salida, magníficos golpes y un favor en la desgracia ajena, ya que la lesión de Draper le ahorra kilometraje de cara al duelo del jueves. Con 5-1 abajo, el inglés nota molestias en el abdominal que van a mayores; no puede sacar y, pese a resistirse e intentar seguir por todos los medios, levanta la bandera blanca. “A nadie le gusta ganar así, pero el tenis es duro y la salud es lo más importante”, recuerda el de El Palmar, que el día previo había obtenido su 100ª victoria y esta vez engarza la 25ª en los Masters 1000, desprendiendo la sensación de que está de nuevo a un nivel superior: “Conforme fui jugando partidos fui recuperando la confianza. Sí, diría que ahora mismo soy capaz de ganar los torneos. Estoy ahí, soy uno de los favoritos”.

LA INFATIGABLE KVITOVA

A. C. | Madrid

Mientras Iga Swiatek sigue ejerciendo con puño de hierro, firme ante la joven Emma Raducanu (6-3 y 6-1), la veteranía de Petra Kvitova ha logrado abrirse paso hacia los cuartos de final. La checa, de 33 años, se impuso por 6-2, 3-6 y 7-6(11) a la tercera cabeza de serie, Jessica Pegula, y se enfrentará a la griega Maria Sakkari. Lo hará tras convertirse esta semana en la jugadora que más partidos ha disputado en los torneos de categoría WTA 1000: son 264, por los 262 de la danesa Caroline Wozniacki.

Mientras, la jornada deparó la sorprendente eliminación de la francesa Caroline Garcia a manos de otra juagdora de largo recorrido, Sorana Cirstea (6-4, 4-6 y 7-5), y los avances de Karolina Muchova (6-4, 6-7(2) y 6-4), Elena Rybakina (6-3 y 6-0 a Varvara Gracheva) y una de las grandes candidatas, Aryna Sabalenka (6-3, 2-6 y 6-4 a Barbora Krejcikova).

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