Ferran Torres busca escapar del limbo
Apadrinado por Guardiola, Luis Enrique y Xavi, el valenciano tiene la misión pendiente de conquistar a la hinchada del Barcelona
Cuentan los futbolistas que alguna vez saltaron al césped del Camp Nou que, cuando miras hacia arriba, el estadio no se termina nunca. “¡Imagínese lo duro que es cuando tienes a la gente en contra!”, exclaman en el vestuario del Barcelona. Vitamina en las buenas, kriptonita en las malas, el barcelonismo puede convertirse en un entorno demasiado cruel cuando el fútbol se tuerce. “¿Cuántos jugadores han conseguido darle la vuelta a la tortilla?”, se preguntan en el cuerpo técnico. Por eso, a Xavi Her...
Cuentan los futbolistas que alguna vez saltaron al césped del Camp Nou que, cuando miras hacia arriba, el estadio no se termina nunca. “¡Imagínese lo duro que es cuando tienes a la gente en contra!”, exclaman en el vestuario del Barcelona. Vitamina en las buenas, kriptonita en las malas, el barcelonismo puede convertirse en un entorno demasiado cruel cuando el fútbol se tuerce. “¿Cuántos jugadores han conseguido darle la vuelta a la tortilla?”, se preguntan en el cuerpo técnico. Por eso, a Xavi Hernández le ocupa especialmente la situación de Ferran Torres, fichaje salvavidas en el invierno de 2022, hoy en el limbo. Apuesta, en cualquier caso, del Barça para reemplazar al lesionado Lewandowski en la visita al Bernabéu. “A Ferran hay que darle confianza”, subraya el preparador del Barcelona. Y recuerda: “Yo soy uno de los culpables de que esté aquí”. Ferran corrobora a su entrenador: “Me llamó varias veces para que fichara por el Barça”.
En el primer mercado de fichajes después de que Xavi tomara las riendas del Barcelona en noviembre de 2021, el cuerpo técnico le anunció a la dirección deportiva su veredicto sobre la plantilla: “No hay delanteros”. Desde el área que dirige Mateu Alemany miraron a la Premier League. “Era un mercado de emergencia y la Liga inglesa, por el ritmo con el que se juega, era la única que nos podía garantizar futbolistas que lleguen en perfecto estado de forma y que se adaptaran rápido a lo que pretendía Xavi”, cuentan desde la secretaría técnica. Para el Barça el nombre señalado era el de Mahrez. El City se negó. A cambio, ofreció a Sterling. “No nos interesa”, respondió el club azulgrana. La tercera opción fue la definitiva: Ferran Torres. “Mi niño”, según lo catalogó Alemany en las negociaciones que lideró en Mánchester junto a Ferran Reverter, en aquel momento director general del Barça.
Alemany conocía a Ferran Torres y a su entorno de su etapa como director de fútbol del Valencia (2017-2019), club en el que se curtió el actual delantero azulgrana. Para el City, por su parte, la jugada era perfecta. “De extremo no es excelente en el uno contra uno. Por eso a Pep le gusta de nueve. Es inteligente para atacar al espacio”, cuentan en el área técnica del club inglés. “Pero”, añaden las mismas fuentes, “tampoco es tan goleador”. En el City firmó 16 dianas en 46 partidos. Ocurrió, sin embargo, que para la entidad blue lo mejor no fue desprenderse de su quinto delantero. Su verdadero acierto fue el económico: fichó a Torres por 25 millones en 2021 y un año después lo traspasó por 55 más variables (el Barça ya pagó 62). “No tengo la culpa del precio que quisieron pagar por mí”, se defiende Ferran Torres.
Guardiola, en cualquier caso, intentó minimizar el golpe. “Les va a ayudar con goles”, le advirtió el técnico de Santpedor a la directiva del Barcelona después de que Joan Laporta se quejara, medio en broma, medio en serio, del nivel del atacante valenciano. “No es tan sencillo como decir si es bueno o malo”, analizan desde el área deportiva. “La temporada pasada lo hizo muy bien”, añaden. En la campaña 2021-2022 selló cuatro goles y cuatro asistencias en 18 partidos (1.417 minutos) en la Liga para que el Barça saltara de la cuarta a la segunda posición. Y, según quienes le conocen, se quedó corto. “Sobre el final de la temporada, Ferran debería haber sido más egoísta y marcar más goles para inflar sus estadísticas”, recuerdan desde el entorno del valenciano.
En la pretemporada, mientras el Barça vendía activos para fichar delanteros (Lewandowski y Raphinha) y Xavi presionaba para por la renovación de Dembélé, Ferran Torres se lesionó. “Se ha hecho una herida en el pie derecho”, informó el club. Un mal inicio que, sin embargo, no era importante para Xavi. Pero lo cierto es que el valenciano ha perdido protagonismo. Esta campaña ha jugado 1.216 minutos (30 partidos) y ha marcado cinco goles, cifras insuficientes para el barcelonismo, que puso a Ferran en la picota. “Ansu, como es canterano, es el ojito derecho de la afición; Dembélé es el de Xavi; y Raphinha, el de la directiva”, analiza un compañero de vestuario del valenciano. Para su colmo, tuvo que tolerar la presión de ser el yerno del seleccionador, Luis Enrique, en el Mundial de Qatar. Un cóctel molotov para la autoestima de Torres.
“Sentí que había caído en un pozo sin fondo. Jamás me había derrumbado tanto”, confiesa el delantero. Ha buscado ayuda profesional —”me puse en manos de un psicólogo”, dice— y se ha entregado a su entrenador. “Le prometí a Xavi que volvería a ser yo”, revela. En la Ciudad Deportiva ya tiene a todos en el bolsillo. “Viene a entrenar cuando tiene fiesta y es amable y respetuoso con todos. Es al típico jugador al que quieres que le vaya bien”, explica un empleado del primer equipo. Conquistado el vestuario, la ciudad deportiva y el cuerpo técnico, Torres tiene la misión más difícil: seducir a la hinchada. “Tenemos fe ciega en él. Tiene la capacidad para marcar diferencias en el Barça”, remata Xavi. Ferran tendrá su oportunidad. Y nada menos que en el clásico.
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