Aspas vuelve a rescatar al Celta frente al Athletic
Un gol del emblema del club gallego vuelve a aliviar a su equipo en un momento crítico para sacarle de los puestos de descenso
Una vez más Iago Aspas apareció en un instante crítico para auxiliar al Celta. De nuevo el emblema del equipo celeste se fundió con ese escudo que muestra en cada gol para que su equipo salga de un agujero. Ahí estaba el Celta cuando comenzó su partido contra el Athletic, penúltimo en la clasificación después de ganar apenas uno de sus últimos once duelos ligueros. Con todos los rivales directos, además, con el pie en la tabla del acelerador. Aspas le dio aliento una vez más...
Una vez más Iago Aspas apareció en un instante crítico para auxiliar al Celta. De nuevo el emblema del equipo celeste se fundió con ese escudo que muestra en cada gol para que su equipo salga de un agujero. Ahí estaba el Celta cuando comenzó su partido contra el Athletic, penúltimo en la clasificación después de ganar apenas uno de sus últimos once duelos ligueros. Con todos los rivales directos, además, con el pie en la tabla del acelerador. Aspas le dio aliento una vez más a su equipo con un tanto que valió tres puntos y el Celta se escapa de la zona roja tras superar a un rival que fue a menos.
El Athletic no dispuso de Iñaki Williams, que viajó con el equipo, pero se quedó en la grada aquejado de molestias musculares. El delantero cierra así una racha de 251 partidos consecutivos jugados en la liga española que empezó el 20 de abril de 2016 y murió casi siete años después tras superar los 202 duelos jugados por el donostiarra Larrañaga, los 188 de Arconada o los 184 de Zubizarreta. Si se mira hacia un delantero, a Williams solo se le acerca en los registros el gran Alfredo Di Stéfano, con 171 partidos consecutivo durante su magisterio en el Real Madrid.
El Celta empezó burbujeante. A los 23 segundos marcó y creyó despejar buena parte de sus miedos. Pero el videoarbitraje alertó de un golpeo de Carles Pérez con el antebrazo en el origen de la galopada que acabó en gol. Fue un anticlimax mientras media grada se estaba acomodando, un palo ante el que el técnico Carlos Carvalhal mostró un abatimiento que alertó sobre la tensión que se vive en el equipo: el Celta está ante el abismo y un sector de la grada, alterado, ya se atreve a pedirle al presidente Carlos Mouriño que se marche.
El Athletic recibió el aviso y volvió al partido para imponer su dictado. Creció el equipo que adiestra Ernesto Valverde, que jugó con los nervios y el apuro de su rival, lo movió y supo desnudarlo para encontrar espacios. Berenguer debió de adelantar a los vascos en el marcador tras una dejada de Guruzeta que le dejó ante Marchesín, pero su volea se estrelló con estrépito en el palo.
Carvalhal, un técnico que no duda en ordenar virajes en mitad de los partidos, cambió el discurso de su equipo en el inicio de la segunda parte. La entrada de Larsen en ataque abrió nuevas vías para Aspas. Una de ellas le encarriló hacia el gol de la victoria en un excelente servicio de De la Torre. La desventaja no reactivó al Athletic, que llegó manso al final del partido entre el comprensible nerviosismo local.
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