Vitaminas para Nadal, reconciliado con la victoria
El mallorquín, citado en la segunda ronda de Melbourne con McDonald, asciende al podio histórico de triunfos y se concentra en prolongar las buenas fases de juego
Rafael Nadal, satisfecho con su actuación, da un trago profundo al bidón que simboliza la victoria contra el británico Jack Draper en la primera ronda: 7-5, 2-6, 6-4 y 6-1, después de 3h 41m. El liquido reponedor tiene el mismo efecto que el triunfo logrado contra el británico, trabajado y rumiado, muy necesario. Decía el mallorquín antes del estreno en Melbourne que en el caso de sortear la primera estación del torneo su abanico de posibilidades crecería de forma considerable, en...
Rafael Nadal, satisfecho con su actuación, da un trago profundo al bidón que simboliza la victoria contra el británico Jack Draper en la primera ronda: 7-5, 2-6, 6-4 y 6-1, después de 3h 41m. El liquido reponedor tiene el mismo efecto que el triunfo logrado contra el británico, trabajado y rumiado, muy necesario. Decía el mallorquín antes del estreno en Melbourne que en el caso de sortear la primera estación del torneo su abanico de posibilidades crecería de forma considerable, en tanto que necesitaba desbloquear la casilla que se le negaba en los últimos tiempos. No ganaba un partido oficial desde mediados de noviembre –frente a Casper Ruud, en las Finals de Turín– y había cedido en seis de los siete últimos compromisos, luego la prioridad era esa, festejar de una vez por todas.
“Es mi primera victoria del año y eso supone un avance. Ganar era lo prioritario y se ha hecho, y además con buenos momentos de juego, aunque se hayan cometido algunos errores. Necesitaba una victoria, era lo principal. No ha sido perfecta, pero he podido con un rival muy bueno y esto es especialmente positivo, porque significa que he hecho cosas bien”, contesta el español, 15 años mayor que su adversario (21), un hueso que no cede hasta que físicamente se diluye, acalambrado en la recta final. “Ahora debo darles continuidad y tratar de reducir los malos momentos. Pasado mañana tengo otro rival difícil, que juega muy directo, y supone otra oportunidad para mejorar. Lo afrontaré con la tranquilidad de haber ganado ya un partido, que últimamente estaba costando…”, dice aliviado, sabiendo ya que se topará con el estadounidense Macenzie McDonald, el 65º del mundo.
Nadal, de 36 años, departe en la sala de conferencias tras resolver un duelo con más giros de los deseados, pero sumamente productivo; valioso porque además de permitirle progresar, le inyecta una buena dosis de optimismo. “Era un día importante porque cuando uno trabaja, quiere resultados”, matiza. “Y creo que el primer set ha sido muy ordenado, en todos los sentidos; no he cometido errores de bulto ni tampoco tácticos”, subraya el de Manacor, sin omitir esos “tres errores puntuales” que han endurecido el pulso, subsanados a base de oficio y ráfagas de inspiración. Precisa el balear de horas de navegación y restablecer los biorritmos competitivos, y el esfuerzo contra el inglés tiene un efecto muy beneficioso.
Sube un escalón Nadal en lo anímico, dispone de otra jornada para ganar crédito –concedió solo cuatro juegos a McDonald en el único precedente, en el Roland Garros de 2020– y la historia señala, de paso, que posee ya tantos triunfos como Ivan Lendl; son exactamente 1.068, lo que le sitúa en el podio histórico masculino, solo por detrás de Jimmy Connors (1.274) y el añorado Roger Federer (1.251).
Desde que cayera contra Frances Tiafoe en los octavos del US Open, el balear solo contabilizaba la victoria contra Ruud, mermado por un contratiempo personal –relacionado con el embarazo de su mujer–, la segunda rotura abdominal del año –producida en Nueva York, tras la previa en Wimbledon– y el estrés de tener que reengancharse a la competición en marcha, a tirones y en circunstancias forzadas.
“Cuando vienes de periodos largos lesionado, es mucho mejor empezar en torneos un poquito más pequeños que te permitan ganar partidos. Desgraciadamente, el embarazo, las lesiones…”, recuerda. “Mi vuelta a la competición fue en un Masters 1000 [de París-Bercy], en indoor [bajo techo, el hábitat que más se le ha resistido], en la United Cup contra dos top [derrotas ante Cameron Norrie y Alex de Miñaur]… Ha sido todo difícil, pero creo que dentro de lo que cabe he competido bien y en muchos de esos partidos he tenido opciones de ganar; no han caído de mi lado, pero hoy [por ayer] sí y creo que cada vez voy a estar un poco más preparado”, aprecia el defensor del título.
Progresó el campeón en la apertura de esta edición, con casi 50.000 asistentes en las instalaciones de Melbourne Park. El tenis español lamentó las eliminaciones de Pedro Martínez (7-6(1), 6-2 y 6-2 para Hubert Hurkacz), Bernabé Zapata (7-6(3), 6-2 y 6-0 favorable a Karen Khachanov) y Jaume Munar (6-3, 6-2 y 6-2 con Dalibor Svrcina). Mientras, los seguidores de Novak Djokovic, que reaparece este martes ante Roberto Carballés (11.00, Eurosport), siguen preocupados la evolución física del serbio, que arrastra molestias musculares desde la semana pasada y ayer se ejercitó con un vendaje en el muslo izquierdo.
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