Almería ALM
1
El Bilal Toure 36'
Atlético ATM
1
Correa 17', Reguilón 88'
Finalizado

El Atlético tampoco levanta cabeza en Almería

El equipo de Simeone empata ante el conjunto local, que evitó la derrota con dos grandes intervenciones finales de su meta Fernando

Morata se lamenta tras una clara ocasión fallada.Carlos Barba (EFE)

Intermitente, incapaz de sostener un partido redondo, presa de la ansiedad en las definiciones claras y también de algunas decisiones de Simeone, el Atlético volvió a naufragar. Esta vez ante un buen y valiente Almería, al que arrancó un empate que es otro paso atrás en su intento por eludir la catástrofe deportiva y económica alcanzando un puesto en la próxima Liga de Campeones. Pudo ganar el Atlético cuando apretó en el tramo final, pero Morata y Correa se precipitaron para ejecutar a Fernando,...

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Intermitente, incapaz de sostener un partido redondo, presa de la ansiedad en las definiciones claras y también de algunas decisiones de Simeone, el Atlético volvió a naufragar. Esta vez ante un buen y valiente Almería, al que arrancó un empate que es otro paso atrás en su intento por eludir la catástrofe deportiva y económica alcanzando un puesto en la próxima Liga de Campeones. Pudo ganar el Atlético cuando apretó en el tramo final, pero Morata y Correa se precipitaron para ejecutar a Fernando, ganador en dos disparos a quemarropa que lo encumbraron como el salvador de su equipo.

No levanta cabeza este Atlético. Ni con João Félix, ni sin él. La salida del luso cedido al Chelsea se ha interpretado como una especie de purificación del ambiente, como la extirpación de un problema para el vestuario y el entrenador. João Félix ya no está y los males permanecen. Es crónico ya el mal juego del equipo, y también su tendencia a descomponerse o, con los cambios tácticos de su entrenador, descoserse al primer golpe que recibe.

Sin João Félix, Simeone dibujó un once y un molde muy suyo. Eligió a Reinildo por Reguilón, a Koke por Pablo Barrios, escoró a Lemar a la izquierda, que fracasó, y situó a Griezmann y a Correa como pareja de ataque. Todo para cuadrar un 4-4-2 simeonesco. Y ese Atlético que pretendía ser reconocible a ojos de su entrenador, se destapó vertical y astuto para abrir el marcador pasado el cuarto de hora. Una jugada en línea recta desde el pase agudo de Kondogbia, la jugarreta de Griezmann para dejar pasar la pelota y de picaresca de Correa para colársela entre las piernas a Fernando. El tanto suponía un espaldarazo a esa apuesta por la normalización del libreto del preparador argentino. Y pudo ser reforzado si Kondogbia no hubiera remachado en fuera de juego y sobre la línea de gol una rosca colocada de Marcos Llorente que entraba limpia y ajustada al palo.

La acción dio paso a una bajada de tensión del Atlético y también a una decisión reservona de Simeone, que quiso asegurar la ventaja antes del descanso variando el dibujo ante los agujeros que veía a la espalda de Molina y Reinildo y los desajustes de Koke. Ordenó el técnico una defensa de cinco y su equipo dio un paso atrás que terminó pagando. El Almería, que solo había hecho ruido con Embarba y el criterio y la clase de Robertone, se instaló en campo contrario y empezó a ganar duelos y disputas. De una de esas batallas, perdida por Lemar, nació el empate. La pelota le cayó a Robertone y este trazó un pase memorable. Una curva tensa y cruzada al segundo palo que pasó por delante de todos los centrales del Atlético. Por el rincón del área apareció en tromba El Bilal Toure para fusilar a Oblak de un martillazo por alto con la testa.

Del golpe tardó mucho en recuperarse el equipo, pese a que en el entretiempo Simeone sentó a Koke para dar entrada a Barrios y volver al 4-4-2. Con todo, no volvió a entrar en combustión el Atlético hasta que el partido no se rompió en el tramo final, ya con Morata y Reguilón en el campo. Rompió a la carrera el conjunto madrileño con la potencia de Llorente y Reguilón. De sus carreras al espacio nacieron esas dos ocasiones que encumbraron a Fernando y destaparon la falta de pausa de Morata y Correa para definir. El primero no le buscó el contrapié y le remató a su palo más cercano y el argentino disparó al centro con portería libre a derecha y a izquierda. Una vez más las áreas castigaron al Atlético, pero también lo que pasó de una a otra durante mucho tiempo.

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