El interminable túnel de Estados Unidos en la Davis

Son 15 años, tres lustros, una barbaridad si se tienen en cuenta el potencial y la envergadura de la eliminada. Estados Unidos, la creadora de la competición (1900), la selección que más títulos (32) y subcampeonatos (29) de la Copa Davis posee, la que más veces ha participado (36) y la que dispone de un mayor fondo económico para nutrir su tenis de base, volvió a irse de vacío después de ceder ayer en la serie de cuartos contra Italia (1-2). Pese a que Taylor Fritz (7-6(8) y 6-3 a Lorenzo Musetti) logró compensar la sorprendente derrota inicial de Frances Tiafoe ante Lorenzo Sonego (6-3 y 7-6...

Son 15 años, tres lustros, una barbaridad si se tienen en cuenta el potencial y la envergadura de la eliminada. Estados Unidos, la creadora de la competición (1900), la selección que más títulos (32) y subcampeonatos (29) de la Copa Davis posee, la que más veces ha participado (36) y la que dispone de un mayor fondo económico para nutrir su tenis de base, volvió a irse de vacío después de ceder ayer en la serie de cuartos contra Italia (1-2). Pese a que Taylor Fritz (7-6(8) y 6-3 a Lorenzo Musetti) logró compensar la sorprendente derrota inicial de Frances Tiafoe ante Lorenzo Sonego (6-3 y 7-6(7), no pudo evitar el último sonrojo norteamericano por el tropiezo posterior de sus compañeros en el turno de dobles.

Ahí, la veteranía de Simone Bolelli (37) y Fabio Fognini (35) desbordó al inédito dúo formado por Jack Sock y Tommy Paul (doble 6-4), y la vieja dominadora quedó retratada otra vez más.

El último triunfo de EE UU remite a 2007, cuando contaba en sus filas con Andy Roddick, James Blake y los hermanos Bryan, Mike y Bob, y se impuso de manera contundente a Rusia. Desde entonces, dudas y más dudas. Decepción tras decepción. Su semillero produce y produce, pero sigue sin dar con la estrella que tire del carro –nada de Connors, McEnroes, Couriers, Agassis, Sampras, Roddicks…– y sus jóvenes tienden a arrugarse en una competición que devora al que vacila lo más mínimo. Instalado en el 19º peldaño del ranking, Tiafoe venía de alcanzar este verano las semifinales del US Open y de ofrecer signos esperanzadores en su juego, pero su repunte quedó reducido a trizas en la pista del Carpena.

Falló primero él, y se produjo luego el patinazo definitivo de la pareja formada por Sock y Paul. Sin experiencia alguna, se estamparon y todas las miradas se dirigieron hacia el capitán Mardy Fish, que apostó por ellos en lugar de haber incorporado a Rajeev Ram, campeón el pasado domingo de la Copa de Maestros junto al británico Joe Salisbury. “Es mi elección, el equipo que he decidido poner en la pista, así que si alguien tiene algún problema, es cosa mía”, introdujo el preparador. “Nadie tiene más ganas de ganar la Copa Davis que yo; antes como jugador, y ahora como capitán, pero… Son 22 años para mí, desde 2000 [cuando fue citado por primera vez, aunque debutó en 2002]”, lamentó el técnico.

Sorprendente Sonego

Fish incidió en que su proyecto está “en fase de construcción”. Recordó que su jugador más veterano es Sock (30) y que a los suyos todavía les falta recorrido en la competición. La generación intermedia gana poso, cuenta hoy día con nueve tenistas en el top-50 de la ATP y por ahí asoman nuevos talentos que van adquiriendo brillo, caso de Sebastian Korda (22), Jenson Brooksby (22) o Brandon Nakashima (21), este último coronado recientemente en el Masters de las promesas; sin embargo, la travesía no se acaba y la crítica arrecia. El gran gigante sigue seco. Entre los ochenta y 2010, Estados Unidos alzó seis Ensaladeras y se posicionó por delante de Australia, pero añora los viejos tiempos y busca a la desesperada un tótem.

“¿Cómo va el Día de Acción de Gracias?”, tuiteó este jueves Ram, en lo que se interpretó como una llamada de atención tras la eliminación estadounidense. “Este torneo es diferente, es magnífico poder jugar bajo esta atmósfera”, apuntó Sonego, el protagonista de la serie con su victoria ante Tiafoe, que hace menos de un mes lo había derrotado en Bercy. “Tiene mucha energía, estaba entrenando muy bien y quería hacer algo realmente bueno, así que sabíamos que quizá vosotros no lo esperaseis, pero nosotros sí”, felicitó Filippo Volandri a su jugador, presente en Málaga por las ausencias de Yannik Sinner y Matteo Berrettini, ambos lesionados.

Pese a estas dos bajas de máximo peso, Italia sonríe y regresó ocho años después a las semifinales; la última vez que las pisó fue en 2014, batida entonces por la Suiza de Roger Federer. Está a solo dos pasos de terminar con una sequía más que pronunciada, puesto que elevó su único título en 1976, hace ya casi medio siglo. Este sábado se enfrentará a Canadá –superior a Alemania (2-1)– por una plaza en la final, mientras Australia y Croacia chocarán este viernes (16.00, Movistar) tras haber apeado a Países Bajos (2-0) y España (2-1) respectivamente.

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