La presión envuelve al Atlético
El equipo de Simeone necesita ganar al Bayer Leverkusen para optar a los octavos de final
Penalizado por la falta de ambición en los planteamientos de Diego Pablo Simeone en las derrotas en Leverkusen (2-0) y en Brujas (2-0), y por la falta de tino en casa en el empate con el campeón belga (0-0), el Atlético comparece esta noche en el Metropolitano (21.00, Movistar LC) sobre el alambre. Un empate o una derrota ante el conjunto de Xabi Alonso y una victoria del Oporto en B...
Penalizado por la falta de ambición en los planteamientos de Diego Pablo Simeone en las derrotas en Leverkusen (2-0) y en Brujas (2-0), y por la falta de tino en casa en el empate con el campeón belga (0-0), el Atlético comparece esta noche en el Metropolitano (21.00, Movistar LC) sobre el alambre. Un empate o una derrota ante el conjunto de Xabi Alonso y una victoria del Oporto en Brujas no solo apartaría a los rojiblancos de los octavos de final, sino que también les complicaría el tercer puesto del grupo que da acceso a la Liga Europa.
La presión es máxima para Simeone y sus futbolistas por prestigio y por las consecuencias económicas, unos 25 millones de euros, que supondría caer en un grupo en el que fue señalado como el gran favorito. La presencia en el entrenamiento de este martes de Miguel Ángel Gil, máximo accionista del club, fue significativa. “Mis jugadores están acostumbrados a este tipo de partidos, tenemos la responsabilidad y la necesidad de ganar”, advirtió Simeone. De quedar fuera de los octavos, sería la segunda vez que el Atlético cae, sobre nueve participaciones, bajo la dirección del argentino.
La primera plaza de grupo ya es propiedad del Brujas y la clasificación de los rojiblancos depende de lo que acontezca esta noche y el martes que viene en Oporto. No ha plasmado Simeone la superioridad de su plantel frente a la de sus competidores en las cuatro jornadas disputadas. Los números dicen que el Atlético solo ha ganado 11 de sus últimos 31 partidos en Champions y solo uno de los 10 disputados en su estadio.
El duelo le viene al Atlético en un momento de rearme anímico y futbolístico mediante la reafirmación de los principios de su entrenador. Una vez más, cuando la irregularidad en el juego y en los resultados ha asomado, y los intentos por ser un equipo más ofensivo no han cuajado, Simeone ha vuelto a hormigonar su propuesta. El equipo airea señales de ser más compacto con una línea de cuatro en defensa y en el centro del campo que con una de tres centrales y otra de tres centrocampistas. La apariencia es la de un bloque menos vulnerable. “Siento que el equipo está creciendo y eso me gusta”, asegura Simeone ante lo visto desde que regresó a su libreto más genuino tras la derrota contra el Real Madrid (1-2).
Ese retorno al cholismo más genuino se ha llevado por delante a João Félix y ha encumbrado a Antoine Griezmann. El atacante galo se ha convertido en el faro ofensivo como mediapunta y en el gran exponente del sacrificio que Simeone exige a los talentosos. El francés es el jugador bandera del técnico y ya sin las trabas de poder alinearle solo media hora —por la cláusula de cesión del Barcelona— le ha entregado el mando del equipo. También su posición preferida, la misma que le otorga Deschamps en Francia: detrás de un punta de referencia.
Agarrado a Griezmann, el Atlético debe romper esta noche la racha de tres partidos consecutivos en Liga de Campeones sin marcar. Un hecho insólito en la era Simeone. El Leverkusen, al que trata de amoldar Xabi Alonso hacia un fútbol más sofisticado, será una prueba definitiva.
Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.