España, una prueba defensiva sin caciques ante Portugal
Las ausencias de Aymeric Laporte e Íñigo Martínez condicionan a la Roja
La derrota con Suiza volvió a dejar rastros de uno de los estigmas que acompaña a la España de Luis Enrique. La creación de ocasiones y la fabricación de goles ha estado al alcance de la mayoría de los rivales a los que se ha enfrentado la Roja en la etapa del preparador asturiano. Bajo su dirección, en 39 partidos la cuenta de tantos encajados asciende a 31, un promedio de 0,8 por partido. Son los problemas defensivos, derivados de la atrevida propuesta del técnico, los que han propiciado otra de las ...
La derrota con Suiza volvió a dejar rastros de uno de los estigmas que acompaña a la España de Luis Enrique. La creación de ocasiones y la fabricación de goles ha estado al alcance de la mayoría de los rivales a los que se ha enfrentado la Roja en la etapa del preparador asturiano. Bajo su dirección, en 39 partidos la cuenta de tantos encajados asciende a 31, un promedio de 0,8 por partido. Son los problemas defensivos, derivados de la atrevida propuesta del técnico, los que han propiciado otra de las etiquetas que cuelga de su España: puede ganar o perder con cualquiera. Este martes en Braga, la Portugal de Cristiano Ronaldo mide la fortaleza defensiva de esta España sin caciques en su eje central.
Sin Sergio Ramos, cortado de la lista para la Eurocopa y ahora por decisión técnica, ese rol del cabeza del área defensiva lo había sumido Aymeric Laporte, a punto de reaparecer tras la operación de rodilla a la que fue sometido el pasado verano. El central del Manchester City se había convertido en el defensa de cabecera de Luis Enrique.
La baja de Laporte ha dejado a la línea defensiva sin el jugador que marcaba la raya y también del más fino a la hora de sacar la pelota jugada. Tampoco está Íñigo Martínez, que sucedía a Laporte en la cadena de mando. El central del Athletic, recién recuperado de una tendinitis en una rodilla, dispondrá de ocho partidos tras el parón de selecciones para asegurarse la plaza en Qatar. Con ambos centrales espera contar el técnico gijonés para la cita mundialista, consciente de la importancia de ambos como líderes defensivos.
España debe afrontar “la final”, como ha definido el seleccionador el partido de esta noche, sin cabecillas en el centro de la defensa. Lo normal es que uno de los dos centrales, Eric García o Pau Torres, salte del once para dar paso a Diego Llorente, que es muy del agrado del técnico. Durante la semana, en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas se ha comentado el buen inicio de temporada que ha protagonizado con el Leeds United. Por cómo ha actuado cuando la crítica se ha cebado con Eric García, este sería el favorito para formar con Diego Llorente.
Consciente de que la línea defensiva ha sido cuestionada más allá de los dos goles de saque de esquina encajados ante Suiza, Luis Enrique lanzó ayer una de sus proclamas tribales. “Creo que la línea más potente que tengo es la defensa”, quiso recalcar tras pensarse la respuesta antes de lanzar el mensaje: “A diferencia de lo que pensáis vosotros [la prensa]. Defienden todos, desde los puntas hasta los medios, y para atacar es igual, el primero que lo hace es Unai Simón. Por mucho que se piense lo contrario, la línea más fuerte que tengo es la defensa”, quiso recalcar el técnico español. El mensaje fue uno más de los suyos en defensa de jugadores o líneas en entredicho.
También rebajó Luis Enrique los dos goles de córner que marcaron los suizos. “No sé qué es lo más importante, honestamente para defender bien las jugadas a balón parado, después de tantos años de carrera... Recuerdo una racha como jugador en la que un entrenador incidió mucho en ello, en trabajarlo, y seguíamos siendo un desastre. Mi preocupación es recuperar a los jugadores para ganar a Portugal, pero ahora no tengo tiempo para trabajarlas, aunque las analizamos, claro”.
Con la idea de juego que ha impuesto, los centrales deben barrer a la altura del centro del campo todo intento del contrario de salir jugando que rebase la presión alta que ordena Luis Enrique. Un sistema arriesgado, que está noche será puesto a prueba por las rápidas transiciones que ejecuta Portugal. Y sin caciques de área.
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