Vinicius Jr. cumple un año
El brasileño, principal referencia ofensiva sin el lesionado Benzema, aumenta su hiperactividad en el primer aniversario de su explosión goleadora
Hace 10 meses, en pleno despegue de Vinicius, a Carlo Ancelotti le preguntaron si estaba abusando del brasileño, convertido ya en un habitual de las alineaciones. El italiano negó la mayor, como se esperaba, pero soltó por su cuenta una advertencia: “El día que no mantenga este nivel, puede ir al banquillo”, afirmó por dos veces. Un comentario que hoy cuesta imaginar en la boca del técnico sin que nadie le empuje mucho a decirlo, y que sirve de ejemplo, otro, sobre el inopinado viaje del jugador de la chanza a la categoría de hábil goleador. Un año se cumple ahora de esta multiplicación de los...
Hace 10 meses, en pleno despegue de Vinicius, a Carlo Ancelotti le preguntaron si estaba abusando del brasileño, convertido ya en un habitual de las alineaciones. El italiano negó la mayor, como se esperaba, pero soltó por su cuenta una advertencia: “El día que no mantenga este nivel, puede ir al banquillo”, afirmó por dos veces. Un comentario que hoy cuesta imaginar en la boca del técnico sin que nadie le empuje mucho a decirlo, y que sirve de ejemplo, otro, sobre el inopinado viaje del jugador de la chanza a la categoría de hábil goleador. Un año se cumple ahora de esta multiplicación de los panes y los peces, un año en el que solo dejó de ser titular cuando todo estaba liquidado en la Liga.
Lesionado Benzema y con Hazard ante su enésima oportunidad (titular este domingo contra el Mallorca en el Bernabéu; 14.00, Dazn), el extremo, de 22 años, se queda como principal referencia ofensiva para acometer los siguientes compromisos sin el delantero francés, que lo invistió solemnemente antes de la final de la Champions y tras el no de Kylian Mbappé como un “top cinco” mundial.
En este chupinazo que nadie anticipó, a Carletto lo que más le ha sorprendido de Vinicius es la continuidad en su rendimiento, algo de lo que da fe que haya sido capaz de marcar por primera vez en su carrera en cuatro partidos seguidos (Balaídos, Cornellà, Betis y Celtic). Al margen de lo bien o mal que se despliegue el Madrid, los encuentros del extremo han solido ser un ente en sí mismo, pero ahora con más éxito y más hiperactividad todavía. En este inicio de temporada, con el muestreo que dan las seis primeras citas oficiales, sus datos confirman este mayor frenesí. Ha rematado sensiblemente más que la pasada campaña por encuentro (3,7 frente a 2,2), dirige entre los tres palos el doble de lanzamientos (2-1,1) e intenta aún más regates (7,5-6,7). En Liga, nadie ha probado más dribling que él (27), por delante de Dembélé (23). Eso sí, acierta menos (1,8-2,7).
“Es difícil que pueda fallar enfrente de la portería”, aseguró este sábado Ancelotti. Una sentencia que explica por sí sola el cambio radical de escenario. Hace un año, tras su sorprendente doblete al Levante fuera de casa, el italiano no puso paños calientes a la percepción unánime de entonces: “Dentro del área es más complicado para él porque no tiene este tipo de calidad”, admitió. Horas más tarde de esa primera noche de no retorno en el Ciutat de València, entre bambalinas tiraban de costumbrismo para rebajar los amagos de euforia: “Una gaviota no hace verano”, comentaban en el club tratando de transmitir cautela.
La exigencia a Hazard
Este curso, anotó en su primer intento contra el Celta, Espanyol y Betis, todos ellos tantos decisivos. Ha mostrado su progreso a la hora de atacar los espacios centrales de remate, como le pidió Ancelotti; suma cuatro dianas, igual que Benzema; y en todo 2022 solo el francés (21) y Aspas (19) han participado en más goles que él (17) en Liga. En los próximos encuentros, la ausencia del nueve galo aumenta su responsabilidad.
Si hoy el entrenador de Reggiolo no rompe la norma y no le da descanso contra el Mallorca, del que se espera mucha defensa, deberá mezclar con Hazard, a quien le quitó el puesto en la banda izquierda por la fuerza de los hechos desde la jornada tres del año pasado. El belga, obligado con Ancelotti a buscarse la vida donde le toca y cuando le toca, que no ha sido mucho, ya fue el recambio postizo de Benzema en el Celtic Park. “Hazard no tiene el gol de Karim, hace tiempo que no juega. No le voy a pedir que marque, pero sí que juegue bien para mantener una buena actitud ofensiva. No podemos perder la buena racha arriba. Tenemos movilidad y esto no tiene que cambiar”, le reclamó el italiano, que siguió una parte del último entrenamiento solo, pensativo, con la gorra blanca calada, y sentado en el lateral de uno de los campos de la Ciudad Deportiva.
A la misma hora, en Palma, al preparador del Mallorca no le preguntaban por Hazard, sino por el brasileño. ¿Vinicius le quita el sueño a su defensa?, le lanzó un periodista sobre la bocina. “No se lo he preguntado, sería buena pregunta. Pero duermen bien, tienen la conciencia tranquila, son bastante cínicos”, escapó el mexicano a su manera.
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