La hora del ‘turista’ Lorenzo Brown
El base de España, que renunció a la ciudadanía estadounidense y suma por 13 equipos en nueve años, tiene dos pruebas de fuego ante Montenegro y Turquía
El nuevo es el primero en salir. Con el número 2 en la espalda, el nombre de Lorenzo Brown inaugura el desfile de los jugadores españoles cuando son presentados en la pista antes de cada partido. Brown bota, salta y abre una fila que completan el resto de internacionales chocando las manos. La liturgia comienza en el más novato de los baloncestistas de España, el base estadounidense nacionalizado por la vía exprés antes de este Eurobasket por las urgenci...
El nuevo es el primero en salir. Con el número 2 en la espalda, el nombre de Lorenzo Brown inaugura el desfile de los jugadores españoles cuando son presentados en la pista antes de cada partido. Brown bota, salta y abre una fila que completan el resto de internacionales chocando las manos. La liturgia comienza en el más novato de los baloncestistas de España, el base estadounidense nacionalizado por la vía exprés antes de este Eurobasket por las urgencias para cubrir el puesto tras las lesiones de Ricky y Alocén y la retirada de la selección de Sergio Rodríguez. Y precisamente en las manos de Brown comenzará a escribirse el futuro de España en el torneo después de la derrota contra Bélgica. El equipo de Scariolo se jugará la clasificación para octavos en las citas ante Montenegro (este martes, 16.15, Cuatro) y Turquía (miércoles, 13.30, Cuatro), dos conjuntos que también están al mando de dos norteamericanos de origen: Kendrick Perry y Shane Larkin. Es la hora de Brown pese a que anda tocado del hombro derecho.
La ausencia de ningún mínimo lazo del jugador con España y con el baloncesto nacional levantó una polvareda que se ha ido desvaneciendo. En el vestuario ha conectado con el capitán, Rudy Fernández, y estuvo pendiente del joven Juan Núñez, de 18 años, hasta que fue descartado. “Yo hablé con él a menudo antes de que llegara a la selección. Todo lo que tenía que hablar con él lo hablé, y también con la federación. Yo soy el primero que quiero a los mejores en mi equipo. Sé que Lorenzo ha tenido un compromiso que otros no han podido o no han querido. Tenemos que agradecer que se haya comprometido con este grupo para competir”, explica Rudy a EL PAÍS. Ese ofrecimiento para jugar con España obligó a Brown a renunciar a la ciudadanía estadounidense, un peaje por el que ahora deberá entrar en su país de nacimiento con un visado de turista para tres meses. El base tenía sobre la mesa las opciones de otras selecciones con unos trámites menos restrictivos hacia su pasaporte, pero se decantó por el combinado español y la federación dio luz verde tras consultar entre otros a Ricky Rubio, que coincidió con él en Minnesota, y Scariolo, que lo dirigió como ayudante en los Raptors.
En el día a día, Brown, que cumplió 32 años el 26 de agosto durante la preparación para el torneo, empezó compartiendo habitación con Jaime Pradilla y ahora lo hace con Usman Garuba, con quien se entiende mejor en inglés. De castellano, el “buenos días” y algún comentario sobre la comida. En los entrenamientos comprende las indicaciones generales de Scariolo en español y cuando hay órdenes más específicas cuenta con la traducción de otro de los técnicos. “La adaptación ha sido buena. Cada día está más integrado y eso se va notando en la pista. Los entrenadores le han hecho entender nuestra filosofía y el rol importante que tiene”, cuenta José Ignacio Hernández, director deportivo de la federación. “Me han hecho sentirme como en casa. Trato de jugar con energía”, explicó Brown tras el debut ante Bulgaria. En ese estreno en el Eurobasket fue el máximo anotador español (17 puntos), aunque su aportación descendió en los siguientes duelos y frente a Bélgica sufrió para detener las penetraciones del veloz Lecomte. En tres envites promedia 11 puntos y 6 asistencias por choque, números inferiores a los de Perry con Montenegro (13 y 6,3) y Larkin con Turquía (13,3 y 7,7). Son tres de los 13 estadounidenses nacionalizados que hay en los 24 equipos.
El primer examen le medirá a Perry (29 años, 1,83m), base sin pisadas en la NBA que acaba de fichar el Unicaja y que ante Bulgaria sorprendió con un espectacular mate en un potentísimo salto. Ese vigor físico es el que buscó también la selección con el fichaje de Brown (1,96m). Más cruda se presenta la cita ante Larkin (29 años, 1,80m), con pasaporte turco desde 2020, uno de los mejores bases de la Euroliga, líder del Efes y con bagaje en la liga estadounidense: Dallas, Knicks, Brooklyn y Celtics. Aunque pocos mejor que Brown saben lo que es ser un trotamundos. En los últimos nueve años colecciona 13 equipos, entre ellos cuatro paradas en la NBA (Philadelphia, Minnesota, Phoenix y Toronto), un vuelo a China y cuatro equipos europeos en los cuatro últimos años (Estrella Roja, Fenerbahçe, Unics y Maccabi el próximo curso). Los tumbos le han llevado a una España que empieza con su nombre.
Resultados y clasificación del Eurobasket.
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