Así son las jugadas de saque de centro con las que el Real Madrid busca el gol en 9 segundos
El equipo repitió contra la Juventus una elaborada combinación ideada por Davide Ancelotti que ya usó contra el Chelsea, contra el City y en la final de París
Los primeros nueve segundos del Real Madrid-Juventus del sábado pasado en el Rose Bowl de Pasadena estuvieron muy cerca de suponer un bingo para el laboratorio de ideas de Davide Ancelotti, segundo entrenador de los blancos. Luka Modric sacó de centro y nueve segundos después Karim Benzema pateó el balón a la red, aunque el árbitro anuló el gol por fuera de juego. La fulgurante jugada es una creación con aires de fútbol americano en la que Davide ha insistido, refinándola, en vari...
Los primeros nueve segundos del Real Madrid-Juventus del sábado pasado en el Rose Bowl de Pasadena estuvieron muy cerca de suponer un bingo para el laboratorio de ideas de Davide Ancelotti, segundo entrenador de los blancos. Luka Modric sacó de centro y nueve segundos después Karim Benzema pateó el balón a la red, aunque el árbitro anuló el gol por fuera de juego. La fulgurante jugada es una creación con aires de fútbol americano en la que Davide ha insistido, refinándola, en varios partidos desde las eliminatorias de la Champions de las remontadas. Intentó esa misma combinación en la vuelta de cuartos contra el Chelsea, en la vuelta de semifinales contra el City y en la final de París contra el Liverpool.
El plan empieza con el saque de centro de Modric hacia Casemiro, mientras en el flanco derecho se congregan, junto a la línea divisoria, Benzema, Valverde y Carvajal. Después de sacar, el croata corre hacia la portería contraria, se detiene y regresa, con lo que despista a su marcador. Casemiro le devuelve la pelota, que entrega al primer toque a Kroos, que también al primer toque la lanza como un quarterback en profundidad hacia la banda derecha, por donde corren Carvajal y Valverde. En la ejecución canónica, el lateral centra al segundo palo, adonde llegan para rematar Benzema y Vinicius.
En Pasadena, después de un desarrollo preciso de movimientos y pases, Valverde, que había partido en fuera de juego, se fue a por la pelota sin esperar a que la alcanzara Carvajal, que se encontraba en posición correcta. En ese metro de adelanto del uruguayo se ahogó la celebración de Davide.
El hijo de Carlo Ancelotti complementa la experiencia futbolística del técnico del Madrid con una visión más moderna en algunos aspectos y con el apoyo de las últimas técnicas de análisis, tanto de vídeo como de datos. Davide comenzó a trabajar con Carlo muy pronto, y ya estuvo en Valdebebas en su primera época en el Madrid, la temporada que terminó con la décima Copa de Europa en Lisboa en 2014. Sin embargo, entonces trabajaba en otro departamento, como ayudante del preparador físico, Giovanni Mauri. Ahora, ya como segundo entrenador, ha formado un equipo de análisis y desarrollo táctico en el que trabaja mano a mano con Francesco Mauri, el hijo de aquel preparador físico.
De ellos nacen soluciones como las de los saques de centro, ideas que, según fuentes cercanas al grupo de trabajo, buscan la sorpresa a partir del estudio y el ensayo. Davide elabora las propuestas, que después se someten al juicio del equipo más cercano a Ancelotti, en el que están Mauri y también Luis Llopis, que es algo más que el preparador de porteros e impulsor de la explosión de Courtois el curso pasado. Con las ideas para exprimir las opciones de los córners, faltas y saques de centro sobre la mesa, Carlo aporta su experiencia, sopesa pros y contras, y terminan eligiendo qué soluciones ensayar. Ese trabajo de campo, como la mayoría de los entrenamientos en Valdebebas, lo dirige Davide, mientras Carlo observa y analiza.
Las faltas y los córners ideados en el laboratorio aparecieron en distintos momentos de la temporada, pero las cuidadosas coreografías del saque de centro se reservaron para las eliminatorias de Champions. La primera gran prueba se vio en el partido de vuelta de los octavos de final, contra el Paris Saint-Germain en el Bernabéu. El Madrid se fue al descanso por detrás en el marcador (0-1) y superado en el juego por un equipo lanzado por Kylian Mbappé.
A la vuelta del vestuario, Modric saca de centro atrás a Valverde, amaga con correr hacia delante, vuelve, recibe, se la da a Asensio, y este lanza un pase profundo por el centro a la carrera de Vinicius que casi alcanza una pelota que termina controlando Donnarumma cinco segundos y medio después del saque. La jugada era un calco de una que había terminado en gol del Bournesmouth al Fulham tres meses antes en la Segunda inglesa.
Cuando la siguiente eliminatoria llegó al Bernabéu, el Madrid dispuso del saque inicial contra el Chelsea. Instantes antes, la realización mostró a Davide Ancelotti corrigiendo con energía y cierta ansiedad la posición de un jugador. Algo se preparaba. La pelota llegó limpia Kroos, que lanzó hacia la banda derecha, pero los corredores no habían encontrado espacio y allí se diluyó el ensayo.
Pero Davide había visto algo prometedor en aquel desarrollo algo más elaborado, de nueve segundos en lugar de seis, e insistió en la siguiente eliminatoria en el Bernabéu, la vuelta de las semifinales en la que debían remontar el 4-3 de la ida contra el Manchester City. Con 0-0 al descanso, Modric colocó el balón en el centro en la reanudación y activó la coreografía. Funcionó tan bien, que Vinicius se encontró solo ante un Ederson vencido. Pero el remate se le marchó fuera por poco.
La rutina parecía engrasada, y el Real Madrid volvió a intentarlo tres semanas después en la final de París. Pero el Liverpool, con uno de los mejores equipos de analistas del mundo, no cayó en el engaño de Modric, con lo que Casemiro no pudo devolverle la pelota y la maniobra no fue más allá del primer pase.
Dos meses después, en el tercer partido de pretemporada, la misma coreografía de Davide sorprendió a la Juve en Pasadena, pero cierta precipitación de Valverde anuló el gol.
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