Estudiantes y Girona jugarán la final de ascenso a la ACB, con la duda de Gasol
El pívot se lesiona en la rodilla contra el Lleida (77-68) y se va cojeando a los vestuarios, aunque luego regresa por su propio pie. El equipo colegial superó por la tarde al Palencia (89-62)
Estudiantes y Girona se jugarán la última plaza de ascenso a la ACB. El partido tenía que ser un enfrentamiento entre el colectivo del simbólico Estudiantes y el poder individual del apellido más importante de la historia del baloncesto español, pero Marc Gasol se lesionó la rodilla en la semifinal y su presencia, a falta de confirmación oficial, es dudosa. El pívot se fue de la pista en el tercer cuarto sin casi poder apoyar la pierna, ayudado por los médicos, aunque reg...
Estudiantes y Girona se jugarán la última plaza de ascenso a la ACB. El partido tenía que ser un enfrentamiento entre el colectivo del simbólico Estudiantes y el poder individual del apellido más importante de la historia del baloncesto español, pero Marc Gasol se lesionó la rodilla en la semifinal y su presencia, a falta de confirmación oficial, es dudosa. El pívot se fue de la pista en el tercer cuarto sin casi poder apoyar la pierna, ayudado por los médicos, aunque regresó por su propio pie con una bolsa de hielo en la rodilla. El partido decisivo se jugará este domingo en Fontajau (Girona), a las 18.45 horas.
Los dos finalistas superaron sus respectivas semifinales con guiones similares. Si el Estudiantes pasó por encima de un débil Palencia (89-62), el Girona hizo lo mismo contra un Lleida (77-68) que aprovechó la lesión de la estrella para competir hasta el final.
La baja de Gasol nubló las ideas de un Girona que tenía el partido prácticamente decidido al descanso (31-53). Tras la salida del pívot del partido, el Girona colapsó, aunque consiguió mantener la ventaja y la victoria. El Estudiantes, que llegó a la Final Four como el principal candidato al ascenso, parece ahora tener más ventaja por la herida emocional y técnica que puede dejar la baja de Gasol en su equipo. Si finalmente tiene minutos en el partido decisivo, es posible que juegue mermado. El técnico del Girona, Jordi Sargatal, reconoció que la situación del pívot “se está valorando para ver qué puede hacer y qué no”.
El ascenso a la máxima categoría del baloncesto español supondría la rúbrica para dos proyectos paralelos que buscan la ACB desde orígenes distintos. Si Estudiantes pretende que esta temporada sea una pequeña mancha en su casi impoluta historia (hasta el 2021 era el único equipo que había jugador todas las ligas ACB, junto a Madrid y Joventut), el Girona quiere consagrarse desde su refundación en 2014. Pero con Marc Gasol todo es más fácil. El equipo estaba en descenso antes de la llegada del catalán, fundador y presidente de la entidad, y su inscripción catapultó el rendimiento del equipo con sus 23,5 puntos de valoración en la liga regular.
El pívot catalán fue casi más dominante contra el Lleida desde la intimidación que desde la anotación (11 puntos en 16 minuts). El nivel del exjugador de la NBA es muy superior a la categoría también en un partido clave como en las semifinales. A sus 37 años manda, abronca, anima y domina el juego como pocos. Tras volver de vestuarios siguió animando desde su silla y en alguna ocasión se levantó para dar instrucciones bajo la mirada de su hermano Pau, sentado en el palco.
El trío Gasol-Urtasun-Franch fue imparable en el inicio para el Lleida, que se despertó en Fontajau (Girona) cuando el partido ya llevaba muchos minutos en juego. En un abrir y cerrar de ojos el Girona ya tenía medio partido en el bolsillo (4-22 a falta de dos minutos para el segundo cuarto, maquillado hasta el 11-26 al minuto 10). De Carrera, la estrella del Lleida, poco se supo hasta la segunda parte: se cargó con tres faltas antes del minuto 15 y se fue al descanso sin anotar ningún punto en juego. Solo una serie de tres triples seguidos del Lleida en el segundo cuarto pareció igualar el partido, pero el Girona respondió con cuatro triples consecutivos, dos de Gasol, para dominar al descanso (31-53).
La baja del pívot cambió el ritmo del encuentro. El Lleida subió la intensidad y al Girona le entraron las dudas sin su líder (17-8 para el Lleida en el tercer parcial), aunque resistió el envite final de la mano de Fjellerup (11 puntos).
La otra semifinal la ganó la fuerza de la experiencia de Estudiantes, que se enfrentó a la ilusión de la primera vez del Palencia. El equipo colegial encaró la Final Four de ascenso a lo grande. Fuerte en defensa y voraz en el rebote ofensivo en la semifinal contra el Palencia (89-62), el conjunto de Epi dominó de principio a fin, con el pívot Larssen insuperable en la zona (siete rebotes al descanso); y Dee y Álex Urtasun (14 puntos cada uno) afinados en el tiro.
El equipo palentino, el único equipo con el Granada capaz de vencer los dos partidos disputados contra los colegiales en la liga regular, perdió su receta en el peor momento. Su principal ingrediente, el eléctrico Ali, se desconectó entre los sistemas defensivos madrileños y sus compañeros poco aportaron (43% de acierto en los tiros de campo de todo el equipo, maquillado al final).
Tampoco es que Estudiantes estuviera especialmente fino en ataque. Abusó en ocasiones de los triples (9/24 en total), pero sus errores tenían una solución: el rebote ofensivo. Los de Epi buscaban el balón en cada ataque como si fuera el último. Y Palencia no ofreció resistencia en este aspecto (25 rebotes consiguieron los madrileños, la mitad en ataque, por los 9 del Palencia al descanso). Al descanso, el dominio era colegial (36-24).
El entreacto sentó mejor a Estudiantes, que rompió la semifinal con un tercer cuarto espectacular (33-19) que dejó a los colegiales 26 puntos arriba (69-43). Ahí acabó el partido. Epi rotó a su quinteto (solo Durisic superó los 25 minutos en cancha) de cara a la final contra el Girona de Gasol, quizás sin Marc.
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