La afición del Valencia golea contra Peter Lim
Antes, durante y después del duelo, el estruendo de los cánticos y los abucheos contra el máximo accionista del Valencia retumbaron dentro de Mestalla
Una ola de indignación sacudió la avenida de Suecia e hizo temblar los cimientos del viejo Mestalla como lo haría un partido grande. La diferencia es que los aficionados estaban en la calle en lugar de llenar los asientos del graderío. El propósito de la tercera movilización contra Peter Lim era vaciar la grada. Y se consiguió. Jamás había sucedido algo similar en la centenaria historia del club del murciélago. Unas 6.000 personas accedieron a la panza del campo, mientras un número cercano a l...
Una ola de indignación sacudió la avenida de Suecia e hizo temblar los cimientos del viejo Mestalla como lo haría un partido grande. La diferencia es que los aficionados estaban en la calle en lugar de llenar los asientos del graderío. El propósito de la tercera movilización contra Peter Lim era vaciar la grada. Y se consiguió. Jamás había sucedido algo similar en la centenaria historia del club del murciélago. Unas 6.000 personas accedieron a la panza del campo, mientras un número cercano a las 8.000 no se movió de la calle para evidenciar su descontento contra el máximo accionista. El partido, intrascendente, se jugó, prácticamente a puerta cerrada. La mayoría de los seguidores pasaron su abono por los tornos, pero no entraron en el coliseo. Los dos goles de la victoria del once de Bordalás ante el Celta de Vigo en el último partido del curso atronaron en la calle con más fuerza que en el interior del estadio.
Antes, durante y después del duelo, el estruendo de los cánticos, los gritos y los abucheos contra Peter Lim, máximo accionista del Valencia, retumbaron dentro del estadio. Mestalla, inaugurado el 20 de mayo de 1923, cumplió 99 años el viernes, y lo celebró con un estallido social. Con más de 2.000 partidos oficiales disputados en su pradera, la afición jamás se quedó en la calle. Sucedió este sábado. ¿El motivo? El hartazgo de la hinchada del murciélago, que reniega de la gestión de Peter Lim, una que, imparable, conduce al abismo, según indican sus números rojos y la deriva societaria.
Como un brazo de mar, la afición del Valencia colapsó la avenida de Suecia desde las cuatro y media de la tarde. La gente no se movió de ahí, pese a los 26 grados de temperatura y una humedad sofocante. Buscaban viralizar una imagen potente con las gradas despobladas y las calles llenas, enseñándole al mundo del fútbol que en el Valencia están cansados de Peter Lim. Libertad VCF, la Agrupación de Peñas, la tertulia Torino, Últimes vesprades a Mestalla, Espíritu del 86, It Must Be Love, Viachers, Ciberche y VCF Sud, los grupos convocantes cantaron bingo.
La de este sábado fue la tercera manifestación contra el empresario singapurense, que domina accionarialmente el centenario club de Mestalla. El 7 de mayo de 2021, 5000 aficionados, según fuentes de la policía nacional, salieron a las calles con el objetivo de internacionalizar la protesta y mostrar su rechazo a Peter Lim y a Anil Murthy, el presidente que colocó hace cuatro años en la poltrona de Mestalla. El 11 de diciembre de 2021 fueron 17000 los que llenaron los aledaños del estadio con el mismo propósito bajo el lema ‘Por la dignidad del Valencia’.
Murthy cumplirá el 1 de julio cinco años como presidente del Valencia. Es el dirigente más longevo del siglo XXI y el segundo con más años en el cargo tras Arturo Tuzón, que estuvo 7. Su gobierno ha jibarizado el club, ha provocado la caída reputacional de una entidad con 103 años de historia, ha crispado a los aficionados y ha internacionalizado la repulsa hacia Peter Lim. Murthy tiene las redes sociales silenciadas los últimos 386 días para evitar cualquier comentario negativo contra Peter Lim en las redes sociales del murciélago. El 5 de noviembre de 2019, en el partido frente al Deportivo Alavés en Mestalla, Murthy mando callar a la grada, que entonaba cánticos hacia él y contra Lim. El 22 de noviembre de 2021, Joey Lim, otro de los generales de Lim en el Valencia, se mofó bailando en el palco de Anoeta de un grupo de aficionados que entonaban el “Anil, canalla, fuera de Mestalla”. Las quejas en los palcos de la mayoría de estadios de la liga por el comportamiento de Anil Murthy, Joey Lim y Teo Swee Wei, la tercera pata de Meriton Holdings en el Valencia, son numerosa, según reconocen diferentes empleados. Su proceder en el palco vip de Mestalla es similar.
El cesarismo del presidente Murthy ha tocado techo después de la filtración de una conversación que mantuvo con cinco empresarios de la ciudad en el restaurante Tavella. En los audios, publicados por el periódico Superdeporte, se escucha a Murthy, desencadenado y desinhibido, amenazar a Carlos Soler, ironizar con la renovación de Gayà, acusar a Bordalás de doblar el precio del delantero brasileño Marcos André, mofarse de la Generalitat Valenciana y, sorprendentemente, llamar a Lim “aficionado”, “problema” y “senil”, al tiempo que él se autodenominaba como una persona “del bussines, que controla del dinero y del fútbol”.
Su alusión contra Peter Lim podría costarle el cargo, aunque desde que se publicó este fragmento no hay noticias de Singapur. “Lim es un aficionado (dijo sobre el manejo del club). Ese es mi problema. Es un aficionado. Yo quería vender a Guedes, Maxi... él me dijo que no. Está senil”, dijo el presidente en aquella comida.
La clase política de Valencia se ha alineado contra Meriton tras comprobar como Murthy revelaba el talante con el que acudió a la última reunión con la Generalitat para deshacer el nudo del nuevo estadio de la avenida de Cortes Valencianas, que lleva 11 años parado. “Prefiero ir, que me digan lo que quieren. Siempre con la sonrisa. ‘Gracias, gracias, gracias’. Luego Germán Cabrera (el abogado de Meriton en España) ‘pum’. Vamos a llevar a la Generalitat a juicio”, amenazó Murthy.
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