Aitor Elizegi y su junta dimiten para convocar elecciones en el Athletic
La renuncia del presidente se hizo efectiva el domingo, aunque deberá dirigir todavía la Asamblea en la que se debatirá su proyecto de Estatutos
Aitor Elizegi es ya historia del Athletic, al menos como presidente. Desde el domingo, el mandatario rojiblanco y su junta directiva se constituyeron como comisión gestora después de presentar su dimisión y convocar elecciones, que tendrán lugar el 24 de junio. En una transición pacífica, programada desde hace semanas y cumpliendo su promesa electoral de adelantarse varios meses a la extinción de su mandato que termina ciclo en diciembre, Elizegi todavía tiene pendiente la tarea de dirigir la asamblea extraordinaria en la que los compromisarios deben decidir la modificación en profundidad de l...
Aitor Elizegi es ya historia del Athletic, al menos como presidente. Desde el domingo, el mandatario rojiblanco y su junta directiva se constituyeron como comisión gestora después de presentar su dimisión y convocar elecciones, que tendrán lugar el 24 de junio. En una transición pacífica, programada desde hace semanas y cumpliendo su promesa electoral de adelantarse varios meses a la extinción de su mandato que termina ciclo en diciembre, Elizegi todavía tiene pendiente la tarea de dirigir la asamblea extraordinaria en la que los compromisarios deben decidir la modificación en profundidad de los estatutos del club, una misión en la que fallaron los dos anteriores dirigentes, Fernando García Macua y Josu Urrutia. Ambos llevaron a la deliberación sus proyectos de modernización del club y la asamblea los rechazó.
Es esta la misión más complicada que afronta Elizegi, liberado ya de sus ataduras al sillón de Ibaigane. Durante dos años, una comisión formada por él mismo, la ex presidenta Ana Urquijo, el arquitecto Gorka Cubes, el economista Josu Arteta y el juez Aner Uriarte, ha elaborado un texto que debe ser aprobado por dos tercios de la asamblea de compromisarios. El objetivo es modernizar unos estatutos que datan de principios de la década de los noventa y que obvian, por tanto, todos los avances tecnológicos y globalizadores, y los cambios profundos que se han producido en el mundo del fútbol. Han participado más de 2.000 socios y se han modificado 146 aspectos estatutarios después de estudiar 326 enmiendas.
“No podemos dejar pasar este tren, como no dejamos pasar el tren del nuevo campo”, apunta Ana Urquijo. “El Athletic necesita estos estatutos para seguir siendo un club grande y adaptado al fútbol actual. Rechazarlos es perder el tren del siglo XXI”, advierte.
El compromiso de Elizegi de intentar aprobar los nuevos estatutos y dejarlos como legado choca con la desconfianza de los compromisarios, que le han hecho perder varias votaciones en relación con su gestión, pero que también dejaron caer el proyecto de Urrutia, a quien, sin embargo, apoyaron con solidez y mayorías holgadas en las cuestiones ordinarias del club. El temor de una parte de los 1.200 socios que tienen derecho a voto en la asamblea a perder parte de sus atribuciones sumado al inmovilismo de otra parte ha hecho fracasar cualquier intento de reforma de los estatutos.
Silencio de los precandidatos
En la nueva redacción, los ponentes han intentado maquillar estas menores atribuciones, aunque incluyen aspectos como la pérdida de la condición de compromisarios a quienes no asistan a dos asambleas –la asistencia suele rondar el 60%–, o la posibilidad de convocar asambleas plenarias en las que el voto telemático permita participar a todos los socios. Los nuevos estatutos también prevén la renovación parcial cada año de la asamblea, además de medidas por la transparencia en la gestión del gasto, la creación de la figura de defensor del socio y la regulación de los avales –establecidos en un 5%–, después de la desaparición de su obligatoriedad en la Ley del Deporte. Por supuesto, el borrador incluye la adaptación del club a las nuevas tecnologías e incluso la oficialización de la web como canal de información.
Algunos de los ponentes de la nueva redacción de las normas que regirán en el Athletic si las aprueban los socios advierten de los peligros si la asamblea del día 23 de mayo los rechaza: “El club quedaría muy tocado institucionalmente”, asegura el jurista Aner Uriarte. “Con su aprobación, el proyecto del Athletic quedaría reforzado; con el rechazo se abriría una crisis institucional. Sería el tercer intento en una década”.
Ninguno de los dos precandidatos a la presidencia del Athletic, que ya han hecho públicas sus intenciones de concurrir a las elecciones, el presidente del Puerto de Bilbao, Ricardo Barkala, y el adjunto al consejero delegado del grupo Vocento, Iñaki Arechabaleta, se ha pronunciado en relación al proyecto. Ambos saben que es un tema muy sensible para los socios, y si ya se han movido en otras cuestiones, e incluso han mantenido reuniones con el entrenador, Marcelino García Toral, prefieren guardar silencio en todo lo que respecta a los estatutos. Cuando presenten oficialmente sus candidaturas, de acuerdo a los plazos establecidos en la convocatoria electoral, habrán pasado tres días desde la asamblea, que será el último acto en la trayectoria de Aitor Elizegi.
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